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BUSCANDO SU PROPIO CAMINO,
POR CEBRA, JAVIER, NACHO Y LOBOKELL

   La reciente publicación en nuestro país de “El último deseo” debiera ser motivo de regocijo porque, a priori, nos ofrece una nueva manera de hacer fantasía épica. Al igual que la obra de Stanislaw Lem y los hermanos Strugatski nos han permitido ver que en los países de la Europa del Este se ha escrito muy buena ciencia ficción comparable a la que ineludiblemente nos ha llegado de los países anglosajones, y con unos desarrollos muy diferentes, ahora tenemos la oportunidad de comprobar lo mismo en un terreno que, para nuestra desgracia, se ha visto inundado por libros que nos han contado por enésima vez la historia de la Tierra Media, con unos nombre diferentes y con sus malos malosos, la eterna desconfianza entre elfos, enanos y hombres, el rey destronado que quiere recuperar su trono,...

   Por eso, aprovechando la excelente oportunidad que Bibliópolis nos brinda, hemos decidido traer a la palestra una larga serie de títulos escritos dentro de las fronteras del género, aparecidos posteriormente a “El Señor de los Anillos” y que, al igual que el libro de Sapkowski, poco tienen de este esquema, habiendo trazado, a su manera, un camino diferente en un territorio muy dado a los clichés y las fotocopias baratas.

   Fuera de este muestrario han quedado una gran cantidad de obras que no se citan y seguro que están en la memoria de muchos de vosotros, como por ejemplo la ingente literatura artúrica producida en los últimos cincuenta años. Pero en algún sitio había que poner la tijera para no hacer todavía más largo este extenso repaso.

- Introducción
- Entrevista
Entrevista en castellano Interview in English
- Crítica
- Las raíces de la fantasía épica
- Buscando su propio camino
   
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   Recontando las primeras historias

   No hay mejor sitio para comenzar que el principio y la primera leyenda de la que se tiene constancia, aparecida hace más de 5000 años. Hablamos de la epopeya de Gilgamesh, monarca de la ciudad de Uruk y embarcado en la búsqueda de la inmortalidad, durante la cual deberá enfrentarse a todo tipo de monstruos y dioses que le saldrán al paso. En sus andanzas se constatan dos características fundamentales de la fantasía heroica y que son denominador común de la mayoría de los libros que se citan a continuación. Por un lado el viaje de un héroe enfrentándose a todo tipo de peligros internos o externos, y por otro su ambientación en un mundo donde existen hechos sobrenaturales que nunca son explicados de una manera racional.

   Hace unos veinte años Robert Silverberg adaptó este poema a la narrativa moderna en “Gilgamesh el rey”, donde aplica a la leyenda su habitual tratamiento narrativo centrado en el desarrollo del personaje a través de la necesidad de trascendencia que siente el protagonista y la expiación de su culpa gracias al amor, caminos recursivos en su literatura y que se pueden ver de una manera mucho más refinada en sus obras más señeras de finales de los 60 y comienzos de los 70.

   Otra historia archiconocida que ha tenido una adaptación bastante reciente han sido el primer canto atribuido a Homero, “La Ilíada”. A partir de él (y de otras muchas fuentes), Marion Zimmer Bradley construye en “La antorcha” una nueva plasmación de la guerra de Troya vista esta vez a través de los ojos de Casandra, maldita por los dioses con el don de la profecía a las que nadie creerá, y donde se especula sobre muchos aspectos de la guerra bastante inéditos como la participación de las amazonas al lado de los troyanos. A lo que hay que añadir su decidido punto de vista pro-troyano y el marcado cariz feminista que toma la narración.

   A distinto nivel debemos situar “Soldado de la Niebla” de Gene Wolfe, seguramente el mejor escritor de literatura fantástica del último cuarto de siglo y que en este título da sobrada muestra de sus bondades como estilista y fabulador. En él crea uno de los personajes más memorables que uno puede recordar. Latro, soldado a sueldo del rey Jerjes, que sufre una herida en la cabeza durante la batalla de Platea en el 480 a.C. y olvida cada día todo lo que le ha sucedido hace más de 24 horas, además de ganar la extraña capacidad de ver los dioses y semidioses que se mueven a su alrededor.

   Su esqueleto está construido a partir de lo que el propio Latro nos cuenta en el diario que va escribiendo y que le sirve para recordar todo aquello que le ha ocurrido, permitiendo que el lector contemple todo lo que le pasa a su mismo nivel. Así, cuando no puede recordar cierto suceso nosotros tampoco podemos, manteniendo una potente tensión desencadenada siempre de una manera muy natural mientras intentamos reconstruir los hechos acontecidos y que se nos han hurtado de forma muy hábil.

   Recuperando a los antiguos juglares

   Pegando un “atlético” salto de más de mil años, pasamos a los orígenes de la literatura en nuestro idioma, que se pueden situar en el mester de juglaría y sus cantares de gesta, que han sido captados fielmente por un breve y encantador libro que traslada su esencia al terreno de la fantasía. Me refiero a “Kalpa Imperial” de Angélica Gorodischer, que transmite de manera muy verosímil el tono de aquellos poetas que recorrían los castillos y las ciudades contando las glorias y miserias de los héroes, reales o ficticios, que luchaban en la reconquista.

   “Kalpa”, palabra que en sánscrito se utilizaba para designar un periodo de tiempo inmensamente largo, se presenta como una colección de historias breves intencionadamente deudora de las “Mil y una noches”, donde diversos narradores desvelan diferentes hechos ocurridos a lo largo de la historia de un onírico Imperio Más Vasto Que Nunca Existió, sin seguir ningún orden cronológico intencionado. Así, cada cuento ofrece una pincelada de un todo demasiado complejo para ser contenidos en un libro, breves retazos que dejan intuir un lienzo inabarcable que nunca podrá ser contado por entero. 

   Merece una mención especial “Acerca de las ciudades que crecen descontroladamente”, que tiene como protagonista una ciudad, narrando hechos como su nacimiento en medio de la nada, su aumento de población, cómo llega a convertirse en capital del Imperio y su posterior pérdida de entidad hasta que acaba deviniendo en una urbe del montón. Un alarde narrativo sencillamente descomunal.

   Pasando a un terreno más habitual...

   ...nos encontramos con historias serializadas a lo largo de varios volúmenes y que se parecen un poco más a lo que estamos habituados a etiquetar como fantasía épica o heroica. Nuestra primera referencia es para Las Crónicas de Prydain de Lloyd Alexander, orientadas en origen hacia un sector juvenil pero de gran calidad literaria, pudiendo ser disfrutadas por cualquier adulto debido al progresivo aumento de su madurez y de la complejidad narrativa libro a libro.

   Su éxito parte de la conjunción de algo nuevo y algo viejo. Por un lado bebe de los mitos célticos galeses mientras que por otro se estructura entorno al requeteconocido esquema del héroe de las mil caras que tan buenos resultados ha ofrecido a los escritores con un mínimo deseo de contar algo diferente. Así, un humilde porquero, huérfano y criado por un mago se convierte en “el rey que retorna” después de derrotar al señor oscuro de turno, encontrar novia (una princesa, cómo no) y pasar mil y un aventuras con la habitual pandilla de “a priori” perdedores que luego se convierten en héroes.

   Está compuesta por cinco libros: “El libro de los tres”, “El caldero mágico”, “El castillo de Llyr”, “Taran el vagabundo” y “El gran rey”. Sin duda, el mejor es “Taran el vagabundo”, que toca uno de los grandes dilemas de la adolescencia: la búsqueda de la propia identidad. En él Taran, que ya es un héroe conocido, huye de la fama y vaga por el mundo intentando descubrir su origen, aprendiendo en el proceso los más variados oficios (de ceramista a herrero) para conseguir, después de ímprobos esfuerzos, una pizca de sabiduría que le indique cuál es su lugar en el mundo. Una bella metáfora, repito, sobre el desarrollo personal de cada uno.

   Otra serie inicialmente destinada a un público juvenil pero que ha trascendido esa barrera es la de Terramar de Ursula K. Le Guin, cuatro novelas de lectura independiente que orbitan en torno al viaje inciático, ya sea hacia la comprensión y el manejo del poder o, como en el caso de “Tehanu”, el aprendizaje de la vida cotidiana por alguien que lo ha sido todo y lo ha perdido recientemente. Escritas con un estilo agradable y sencillo, se alejan de las grandes gestas para centrarse en las pequeñas victorias personales del día a día y explotar al máximo la relación existente entre el guía espiritual y su aprendiz.

   También, es necesario comentar la trilogía de Lyonesse, fruto de alguien que se suele decir alumbró sus mejores obras a la luz de la ciencia ficción pero que en sus incursiones en la fantasía no lo hizo precisamente mal. En estos tres libros, Jack Vance recogió los elementos más clásicos de ésta tales como magos, brujas, druidas, hadas, trolls, caballeros, reyes, reinas, princesas, juglares... y sus intrigas palaciegas, duelos de hechiceros, batallas entre reinos, encuentros con monstruos y seres de ensueño, raptos,... para construir una exuberante obra que se mueve dentro del triángulo comprendido entre las leyendas artúricas, las de la Atlántida y los cuentos de hadas. En realidad se trata de varias narraciones que comparten un mismo ámbito geográfico y temporal, un conjunto de islas situadas en pleno océano atlántico entre las costas de Inglaterra, Francia y España en la alta edad media, interrelacionándose entre sí para dar lugar a una historia completa.

   Y si está claro que Vance es el gran maestro de George R.R. Martin, algo de los libros de Lyonesse está presente en “Canción de Hielo y Fuego”, la gran saga comenzada a finales del siglo pasado y que es la serie del momento debido a su inmensa capacidad de sorpresa y su tremenda adictividad. Pensada para ser publicada en 6 libros, lleva los elementos aparecidos en las citadas novelas de su “mentor” a un nivel de complejidad nunca visto hasta el momento, convirtiéndose en una inmensa novela río con cientos de personajes en acción. Agilidad, una planificación excelsa, facilidad para crear mundos y personajes creíbles o el uso de descripciones certeras y completas sin necesidad de llenar páginas y páginas son algunos de los talentos en los que Martin vuelve a cimentar su fama como narrador nato, a los que hay que añadir el triunfo que supone el llevar a buen puerto las innumerables líneas argumentales abiertas, mientras mueve a los personajes y sus acciones con la insuperable habilidad del consumado maestro que es.

   Por último, dentro de este apartado, no podemos olvidar “La leyenda del navegante” de Rafa Marín, seguramente el libro de fantasía heroica más importante escrito en nuestro país el siglo pasado (Ana María Matute aparte) y que lejos de beber de los arquetipos recreados por Tolkien busca sus propias fuentes. Tal y como reconocía en una entrevista a El Archivo de Nessus, una mezcla del Mediterráneo y el mundo sajón, de Prince Valiant y Nippur de Lagash, de la fantasía y la historia medieval y renacentista, de lo épico y lo cotidiano (decía Borges que cuando lo sobrenatural sucedía dos veces, dejaba de serlo; alguien debería contárselo a los guionistas de Conan)

   Y cierto es que en sus páginas encontramos todo eso y mucho más. Sin embargo naufraga aparatosamente ya que el Marín que había dado lo mejor de sí en “Lágrimas de Luz” y muchos de sus relatos aquí se pierde en las formas, con un estilo hiper regarcado que en nada beneficia a la historia, excesivamente lastrada, y que avanza con ritmo cansino hacia una conclusión que es un premio más por la liberación que se siente que por la satisfacción que debiera producir.

   El enfermizo encanto del “mal”

   Bajo el epígrafe de “dark fantasy” suelen englobarse aquellas historias que se alejan de los enfoques más optimistas y luminosos de la fantasía general, adentrándose en un terreno abiertamente lóbrego donde los contenidos fantásticos tienden a mezclarse con el terror puro y duro. En el último año La Factoría ha iniciado la publicación de la serie de “La Compañía Negra”, que comparte algunas de las características de este subgénero y que es un más que digno ejemplo de cómo buscar una manera propia de hacer más de lo mismo.

   Salidos de la pluma de Glen Cook, escritor de prosa económica y efectiva, cuenta las andanzas de un grupo bastante numeroso de mercenarios mientras luchan una serie de batallas a lo largo de una campaña militar. Lo que convierte a esta serie en algo especial es que, por primera vez en mucho tiempo, los protagonistas centrales no son los buenos de la película que luchan por el triunfo del orden y la justicia, sino un grupo de crueles y supuestamente desalmados guerreros que se alían con las fuerzas de la oscuridad para destruir por completo a las fuerzas de la luz.

   Cierto es que lejos de profundizar en esta premisa tan interesante (poner de protagonistas a auténticos hijos de mala madre), la mayoría de los miembros pertenecientes a dicho grupo acaban tomando el lugar de los típicos y morales héroes, además de tener siempre al escritor de su lado, saliendo de los fregados más insospechados con las misma alegría con la que entraron. Pero los relatos son lo suficientemente entretenidos como para obviarlo y dedicarles la atención que merecen.

   En el corazón de las grandes urbes

   Hasta el momento la mayoría de las obras mencionadas pone a sus protagonistas a recorrer mundo como si fuesen auténticos guías turísticos. Pero existen narraciones que “limitan” el desarrollo de sus tramas a un entorno cerrado y con un tono decididamente oprimente, debido mayormente al oscuro paisaje urbano y su casi siempre enfermiza sociedad.

   El más claro ejemplo de ello lo tenemos en Steven Brust y su Serie de Vlad Taltos, un ciclo de novelas enclavadas en la ciudad de Adrilankha y que cuentan las desventuras de un asesino humano en una sociedad dominada por unos seres no muy diferentes a nosotros llamados dragaeranos. Con un aire muy cercano a los de una novela negra, donde los diálogos se convierten en la principal herramienta narrativa, Brust nos acerca a los bajos fondos de la fantasía, a cómo serían sus ladrones, asesinos, rameras, prestamistas, trileros, tahúres,...

   Especialmente divertida es la segunda obra, “Yendi”, donde nos pone en plena guerra de bandas entre señores del crimen, donde se relata de forma ágil esa espiral de violencia en la que suelen transformarse: ahora apaleas a una de mis chica, en reciprocidad yo te quemo un local, después tu matas a varios de mis matones, posteriormente compro a uno de tus guardaespaldas para que acabe contigo,... Unos libros endiabladamente adictivos.

   Más complejo es el ambiente que podemos encontrar en la más grandiosa novela que se publicó el año pasado, “La estación de la Calle Perdido” de China Miéville. Cuando digo grandiosa no nos referimos a su calidad, bastante alta, sino a la cantidad de temáticas que se acogen en su interior. En gran parte es una novela de ciencia ficción desde el momento en que nos acerca a un mundo extraño desde una óptica racional bastante autoconsistente. A su vez, también juega con una elevada cantidad de ingredientes meramente fantásticos, como una magia claramente acientífica (llamada taumaturgia), una amplia galería de seres de ensueño y pesadilla, y algunas argumentaciones abiertamente fantacientíficas sin demasiado pie ni cabeza. Por si esto fuera poco funciona con efectividad como una historia de terror, sobre manera desde el momento en que aparece el gran y casi invencible enemigo al que hay que derrotar para salvar la ciudad.

   Y cuando este enemigo de pesadilla amenaza con devorarlo todo y sumir en el caos la ciudad de Nueva Crobuzón, auténtico corazón de la obra, surge la sempieterna compañía de héroes, formada por el típico tío duro, un par de magos, un ladrón y el científico causante del problema, para enfrentarse con él y reinstaurar el orden. Claro que no todo saldrá a pedir de boca y más de uno padecerá las consecuencias. Porque ya se sabe que no todos los aventureros acaban saliendo de los bretes en los que se meten.

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2004-10-04 13:25   lay-nah
Felicidades por el artículo. Es genial,sobretodo para los poco inicados como es mi caso. Conozco alguno de los libros propuestos y de los otros, pues me podré a la búsqueda.
Felicidades de nuevo.
Washté
2003-09-19 23:54   db105
¡Magnífico artículo!

Otro autor de fantasía que realmente merece la pena y destaca entre la mediocridad predominante es Guy Gavriel Kay. Excepto su Trilogía del Tapiz de Fionovar, que es lo primero que escribió y en mi opinión lo más flojo, el resto de sus obras transcurren en tierras vagamente inspiradas por naciones históricas reales. Por ejemplo, Los Leones de Al-Rassan, que PulpEdiciones está intentando adquirir, está inspirada en la España de la reconquista. Tigana está inspirada en la Italia de finales del siglo XVI. A Song for Arbonne está inspirada en el Languedoc anterior a la cruzada Albigense. Son libros maravillosos, ricos y complejos, con personajes memorables...
2003-05-08 00:28   yarhel
¡Qué maravilloso artículo! Está muy bien estructurado y es claro. No soy muy ducho en fantasía, así que me ha venido muy bien. Gracias a él, he añadido a mis futuras compras alguna de las sugerencias.
2003-02-12 21:47   amiel
La verdad es que el artículo es maravilloso, te deja superpuesto en estos temas, para novatos está hecho a la medida.
2003-01-23 14:48   Kerensky
Este artículo es una joya. Me he leído algunos de los libros que vienen aquí, y la verdad es que mi opinión es bastante parecida a la de los autores. Creo que falta alguno, pero es igual. Lo voy a utilizar como guía para comprar mis siguienetes libros de fantasía... me intriga especialmente el del Soldado de la Niebla. Y ya se que las voya a pasar putas para encontrarlos... pero la búsqueda de cosas descatalogadas es uno de mis hobbies favoritos, así que eso es casi un estímulo que hace los libros mas valiosos.
2003-01-22 12:39   noshtaru
Esta web me ha ayudado en gran parte a ver la luz más allá de Tolkien y a descubrir grandes obras de mi género favorito, ocultas entre la montaña de basura y mediocridad.
Gracias a este artículo podré seguir desenterrando joyas. Gracias por vuestro esfuerzo desinteresado y vuestro tiempo.
2003-01-16 18:27   the_rapo
Excelente artículo que traza las lineas maestras de un género golpeado desde el interior por autores y editoriales que solo producen páginas y páginas con la misma historia de siempre. Afortunadamente cualquier lector amante de las aventuras no reñidas con la calidad puede encontrar en estos libros una forma de escaparse de la rutina diaria sin pensar que te han timado.
No hay géneros buenos ni malos, solo libros buenos y malos.

2003-01-14 18:27   Knut
Gracias a Dios... Esto era necesario para hacerle justicia al género, tan maltratado... Muy bueno y útil...
2003-01-14 16:12   Folken
Fantastico articulo, esta vez si que tengo que felicitaros enormemente por todo el trabajo y por los articulos mostrados. La entrevista, el articulo de Cebra sobre el origen de la fantasia y el articulo final sobre todos estos autores de 'fantasia heroica' han merecido realmente la pena.

Sobretodo acertados a la hora de no meter innumerables spoilers que pudieran arruinar la lectura del libro (si, aun no lo he leido :()

Muchas gracias por el trabajo que os habeis tomado, a ver para cuando el siguiente!!!
2003-01-14 06:53   robe
otro que se suma a las felicitaciones sobre este fenomenal articulo. la unica "pega" es que los libros que citais son dificilismos de conseguir
2003-01-13 23:39   Khamul
Fenomenal artículo. Y fenomenal libro. Mi enhorabuena.
Muchas gracias y un saludo
2003-01-13 22:01   Borraska
Gracias a todos por un artículo tan útil y (además) agradable y bien escrito. A ver si así voy rellenando espacios en mi bibliografía fantástica.
Saludos.
2003-01-13 21:56   iarsang
¿nadie se decide?
Bueno, me ha parecido magnífico y muy bien tratado. A mí me va a servir para consultar sobre las obras que todavía no me he leído y así poder "enmarcarlas" mejor en su contexto, porque da una visión muy amplia de la evolución de este género. Todavía no me he leído El Último Deseo, pero lo pienso hacer.
Muy interesante. Enhorabuena y muchas gracias.
2003-01-13 21:53   Drizz Du\'Orduen
Me ha gustado mucho el especial,muy bien contruido y con secciones justas y ninguna prescindible.Ahora que iba a terminar las trilgias que tengo incompletas de RO,veo que pueden esperar un tiempo más y comprobar que tal bueno es este libro,aunque visto las críticas,como mínimo debe ser muy entretenido.