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LA OTRA PARTE,
de Alfred Kubin

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La Otra Parte,
de Alfred Kubin

Título original: Die ANdere Seite

Traducción:
Juan José del Solar

2003, Editorial Minotauro



El autor en cYbErDaRk.NeT

por Iván Olmedo, mayo 2003

 

   El argumento puede esbozarse como sigue: un joven y felizmente casado artista recibe un día en su casa de Munich la visita de un extraño hombre portador de una invitación, para él y su esposa, procedente de un antiguo compañero de estudios, Claus Patera, al que no veía en años. Patera, heredero rocambolesco de una exagerada fortuna, emplea la misma en la construcción de una quimera: el levantamiento de una auténtica nación artificial, el Reino de los Sueños, a modo de ideal de vida y convivencia.

   La invitación personal, y la promesa de una experiencia única y fantástica, llevan al joven dibujante y su esposa a viajar hacia Perla, capital del Reino, a la sombra de cuyas negras puertas de entrada se puede adivinar ya parte del engañoso y arrebatador destino que les aguarda...

   "La otra parte" es una novela incómoda; y por, al menos, un par de razones. La primera, y quizás menos importante, viene dada por su carácter añejo. Escrita en 1909, con un siglo de vida casi a sus espaldas, es una de esas obras pertenecientes a una clase de literatura fantástica que - dragones, magos y elfos venideros mediante - se ha quedado un tanto obsoleta al menos entre las generaciones más jóvenes de lectores. Un tipo de fantasía muy clásico en la onda de Carroll, de Swift, de Hoffmann... pasado por el prisma personalísimo de un Kafka, con el que unen a Kubin no pocos puntos interesantes que nos llevan a la segunda razón de su "incómoda" lectura. "La otra parte" no es fantasía blanca - ni mucho menos - ni siquiera fantasía oscura tal como la solemos entender... se trata más bien de una fantasía triste, pesimista, fatal. La obra, que se abre con una escena que no podría tener una confección más clásica( el misterioso personaje que se introduce en la casa de nuestro protagonista para relatarle una exuberante historia que le abrirá las puertas a un mundo de ensueño...) transcurre por diferentes etapas que se desencadenan de forma implacable: una esperanza sin sentido al principio, el golpeo súbito de la tristeza, la llegada del pesimismo, la realidad de la pesadilla, y el asentamiento del Apocalipsis final... Kubin, autor de la escuela más kafkiana, nos ofrenda un relato pesado (en el sentido positivo de la creación de atmósferas) y siniestramente surrealista. Su mirada parece la mirada de un Julio Verne perverso, que construye utopías posibilistas para amedrentarnos con ellas más tarde. Como escritor, K. demuestra en esta novela estar en posesión de una desbocada imaginación, potente y con tendencia constante a dejarse llevar y perder todo control.

   El protagonista de la novela, trasunto evidente del propio autor, viaja al Reino de los Sueños de Patera esperanzado ante la posibilidad de encontrar allí, entre otras cosas, un ambiente artísticamente estimulante, y esa mirada del artista ante la vida, esa forma especial de ver las cosas que lo rodean, está subterráneamente presente en toda la novela. El inaprensible Patera, creador de un país radicalmente extraño, padre invisible y vigilante que, a la manera de un gran hermano, parece estar pero no estar; cumple también una fantasmal función de mecenas en una cotidianidad de la ciudad de Perla donde el espíritu artístico está presente, aunque tal espíritu será igualmente defenestrado por la corrupción del tiempo. Nuestro actor principal, que no recibe nombre, pero me atrevería personalmente a identificar como K. (y aquí los kafkianos me comprenderán perfectamente), accede al redil utópico anclado en los objetos del pasado, en las antigüedades, y que desprecia toda forma de progreso, iniciando lo que él considerará una nueva vida, un giro de su existencia. En Perla la vida diaria se torna incomprensible; sucesos ininteligibles y aleatorios se producen con una frecuencia cada vez más alarmante. Una crueldad ambiental que impera en el vivir de cada día, saca a relucir todos los conflictos interiores del artista, que asiste desesperanzado a la irrevocable desintegración: una existencia fantasmal se apodera de todo, los habitantes de Perla son anímicamente vampirizados, el viaje hacia ninguna parte de la nación; ejemplificado en su capital, se llena de imágenes dantescas y deriva tranquilamente, como consciente de la inevitabilidad de toda resistencia, hacia la pesadilla, hasta convertirse en un carrusel enfebrecido de atrocidades. A medida que la narración avanza, va ganando en siniestra intensidad, en crudeza. Las fantasías utópicas del principio se han convertido en un escenario de terror sin límites, en una celebración de los instintos más básicos.  No soy sociólogo, ni filósofo u onirista... cualquier lector que lo sea podrá, estoy seguro, entresacar valiosas ideas y conclusiones de estas páginas. Una novela de tan contundente poso como esta, no es probable que nos deje indiferentes.   

    Pasando a la otra parte, Kubin adereza las páginas de su novela con pequeñas ilustraciones de carácter sofocante, oscuramente sencillas, nervudas y rayadas, surrealistas unas, simplemente terroríficas otras. La dualidad autor/personaje se ve reforzada por la, inclusión de estas estampas y todo ello, unido al espíritu propio que anida en sus páginas, hace que tan escueto título de la obra, adquiera para nosotros un significado más profundo e inquietante de lo que pudiera parecer en un principio. Esa directa referencia a otra parte, a un mundo - o quizás dimensión, o estado del ser...- que encontramos recurrentemente utilizada en gran cantidad de obras de la literatura universal, es aquí tronco principal de las ideas kubianas, del que se ramifican estruendosamente un sinnúmero de imágenes de rara cualidad. Como una pequeña grieta en la cara helada de un lago sombrío, que resquebraja la traslucida superficie en un crescendo de intensidad, hasta despedazar por completo al inmenso gigante congelado, así me parece el desenlace fatal del Reino de los Sueños de Claus Patera. Una vez más el Hacedor, el Demiurgo, es incapaz de controlar el pulso vital de su creación.

   Algunas palabras sobre Alfred Kubin, para terminar, ya que se trata de un autor tan poco conocido. Nacido en 1877, es ante todo recordado por su obra pictórica y de ilustración; un creador de imágenes inquietantes y bastante traumáticas - como, al parecer, su propia vida, juvenil intento de suicidio incluido -; que prefigura artistas modernos como H. R. Giger, por buscar un ejemplo evidente. Ilustró con éxito, entre otras, obras de Gérard de Nerval, Oscar Wilde y Edgar Allan Poe.

   "La otra parte" fue escrita por Kubin en unos pocos meses, tras la muerte de su padre, cuando buscaba un sentido a su arte y una salida diferente para su exacerbada creatividad. Y a fe que lo consiguió.

   Alfred Kubin murió en 1959.

 

@ 2003 Iván Olmedo para cYbErDaRk.NeT
Prohibida la reproducción sin permiso expreso del autor

 

2004-10-22 10:41   Nycteris
Pues magnifico libro, con la adicion de las bellisimas y perturbadoras ilustraciones de Kubin. Lamentablemente muy poco conocido como ilustrador y aun menos como escritor, debido a que escribio muy poco.

A mi parecer algunas escenas prefiguran la atmosfera de peliculas expresionistas y hay un singular detalle entre esa confrontacion entre el pragmatismo americano y el suegno sombrio concebido en Oriente proximo.

Muy recomendable!!
2003-05-22 21:36   marcos
Muy bien muy bien. Hay que promocionar estos libros fantásticos que, como dice Olmedo, están un tanto olvidados porque parece ser que literatura fantástica, desde la aparición de Tolkien se ha asimilado a fantasía épica, pero no es así, claro. Hay otra literatura fantástica (la otra parte). El libro de Kubin es fenomenal. Para mí, cuando lo leí en Editorial Siruela, fue un descubrimiento. Con el tiempo he ido descubriendo que existe una especie de literatura fantástica del este que incluye las obras prodigiosas del mismo Kubin, de Kafka, de Meyrink o de Bruno Schulz. Son libros muy bonitos. Exploran lo fantástico de verdad, con esa seriedad que a veces le va bien, porque todo no ha de ser escapismo sin más. Leedlo leedlo. Olmedo: promociona más promociona más. Y felicidades a Minotauro por su acierto al reeditarlo. Otra vez. No paran.
2003-05-20 19:46   Kemê_Vs_Delirium
Una vez leida la crítica , y tras dos horas de autobuses y preguntas ya he devorado La invitación (I.La visita , II.El viaje) y me dispongo a comenzar Perla ....
Una crítica muy interesante por cierto ,ya veré al terminarlo cual es la mia.
2003-05-19 21:08   cebra
Leida la critica dan ganas de devorar el libro asi que Odemlo me temo que has sido muy efectivo :D
2003-05-19 00:37   vorkosigan
Una critica muy estructurada y documentada. Gracias