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Cinco días antes,
de Carlos F. Castrosín
2002, Juan José Aroz Editor, colección Espiral
Ciencia Ficción
El autor en cYbErDaRk.NeT
Web de la editorial
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por Ignacio
Illarregui, julio 2003
La vida de un lector está llena de elecciones entre títulos, autores,
géneros, temáticas, editoriales,... Y aunque hoy en día el espectro
es más amplio que hace treinta años (es posible conseguir cualquier
libro que te propongas independientemente del lugar en el que te
encuentres) no se puede decir que haya plena libertad: todavía hay
opciones que permanecen fuera del conocimiento del comprador. No
sólo por las pequeñas editoriales profesionales, que tienen problemas
para colocar su producto en las librerías de todo el país y publicitarlo
entre sus lectores potenciales; sino, sobre todo, por las amateurs
que, con tiradas de apenas unos centenares de ejemplares y un poder
de difusión minúsculo, permanecen en el más inmerecido de los olvidos.
Una de ellas es Espiral ciencia ficción. Dedicada
íntegramente a publicar a autores aficionados, la mayoría noveles,
sólo se distribuye en una decena de librerías diseminadas por España
y cubre una parte considerable de sus ventas por correo mediante
suscripciones. Siendo sincero, en una librería, en igualdad de condiciones
con el resto, sus libros podrían funcionar porque tienen un acabado
aceptable. Buen papel, portada llamativa, encuadernación sólida,
lectura cómoda,... Únicamente en la maquetación se nota que estamos
ante un libro editado de forma amateur. Y a pesar de que esta novela,
la primera de Espiral que leo, me parezca fallida, en ningún momento
me hizo sentir como si estuviese perdiendo el tiempo.
Cinco días antes es la tercera novela
de Carlos Castrosín. En ella entra de lleno en la temática de futuro
cercano para situarnos en una España a un par de décadas vista en
las proximidades de Benidorn. Allí se ha edificado una inmensa urbe
llamada Supra Beni, de unos cuantos centenares de metros de altura
y que recuerda a la arcología que Larry Niven y Jerry Pournelle
presentaban en Juramento de fidelidad. A esta inmensa ciudad
vertical acude Jaime Ballard, un inspector de policía que acaba
de salir de un hospital después de un dilatado internamiento. Superviviente
de un atentado con bomba y antiguo adicto a la cocaína rex, investiga
la reciente muerte del Primer Teniente de Alcalde, que antes fue
violentamente torturado.
No se puede negar que Castrosín se muestra ambicioso
en sus propósitos. A parte de contar con pelos y señales las pesquisas
que realizan Ballard y los miembros de la policía de Supra Beni,
ofrece un vistazo al modus vivendi de la sociedad de ese
futuro "a cinco minutos vista", incluso a nivel costumbrista,
y ahonda en los problemas personales del protagonista. Y en principio
su propuesta invita al optimismo. Estamos hablando de una historia
que no se desarrolla en "anglosajonia" sino que el objeto
central de su reconstrucción es la propia España, algo nada común
en el género.
No obstante la mayoría de situaciones "externas"
que plantea no son convincentes por ser escasamente originales (ese
SAV que recuerda demasiado a otras pandemias tan explotadas en la
actualidad), científicamente nada plausibles (¿importar agua de
Marte? ¿No sería más rentable desalinizar el agua del mar?) o del
todo increíbles (¿alguien se imagina que el rollerball acabara
supliendo al fútbol como fuente de las bajas pasiones de los españolitos
de a pie?). Una pequeña porción de esta incredulidad viene del propio
protagonista y de su nombre, nítido homenaje al gran escritor británico,
fuera de contexto (¿porqué apellidarlo Ballard? ¿No era España?),
que saca un poco más al lector del mundo que se intenta construir.
Centrándome en el escenario fundamental de Cinco
días antes, Supra Beni, su descripción deja mucho que desear.
Resulta confusa y se hace complicado visualizar cuál es su aspecto
definitivo, quedando en la memoria como un cúmulo de edificios,
plazas, ascensores y carreteras colocados de un modo caótico y nada
claro, justo en las antípodas de los grandes edificios creados Niven
y Pournelle o Silverberg, mejor urdidos y comunicados.
La faceta en la que destaca Castrosín es en el
desarrollo del thriller policial que, si no fuese porque
aparece y desaparece entre los otros temas como un Guadiana de múltiples
ojos, daría un mayor interés a la novela. En él aborda con acierto
un asunto de plena vigencia como es el de la corrupción política
en los ayuntamientos y gobiernos locales, donde el dinero negro
y los oscuros intereses campan a sus anchas. Incluso la parte final,
cuando por narices se tiene que centrar en el núcleo de la trama,
todo se revela con un pulso apreciable y llega a sorprender, aun
a sabiendas de que fuerza en exceso la credibilidad del lector.
Sin embargo, en todo momento, Cinco días antes
denota un síntoma alarmante en cualquier narración: necesita una
corrección total. Primero de estilo: el texto está mal puntuado,
hay muchas frases construidas de forma deficiente y abundan las
reiteraciones. Pero también una intensa depuración narrativa; la
historia tiene decenas de pasajes que no le permiten gozar nunca
de un ritmo interno. Escenas como cuando Ballard acude a cenar a
casa de uno de sus compañeros, sus incontables paseos por la ciudad,
los capítulos que cuentan sus pensamientos previos al sueño de cada
noche,... están de más y acaban repercutiendo en la historia, que
intenta abarcar más de lo que el autor está capacitado para asir.
Al final, queda claro que Cinco días antes
es un libro amateur y anecdótico que dudo mucho atraiga a los lectores
de ciencia ficción española. Una pena porque había madera para haber
creado otra cosa.
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