32 - Los genocidas (The Genocides 1965) de Thomas
M. Disch, un libro demoledor y violento donde la especie humana
se enfrenta a una invasión frente a la que no hay victoria posible.
Una de las historias más tristes de la ciencia ficción.
33 - Muerte de la Luz (Dying of the
Light 1977) de George R. R. Martin, impecable novela de aventuras
en uno de los escenarios más maravillosos que se ha creado en la
ciencia ficción: el planeta errante Worlon. Reeditado por Gigamesh.
38 y 39 - Lo mejor de Henry Kuttner (The
best of Henry Kutter 1975), un magnifico muestrario de las muchas
virtudes de este versátil cuentista. Eso sí, se produjo una cierta
injusticia al no mencionarse por ningún lado a su mujer, C. L. Moore,
coautora de la mayoría de estos cuentos.
53 - ¿Sueñas los androides con ovejas eléctricas?
(Do androids dream of electric sheep? 1968) de Philip K.
Dick. Está lejos de ser una de sus mejores obras, pero sigue siendo
una lectura obligatoria. No por nada es su novela capital sobre
qué es el ser humano, mucho más presente en sus relatos. Reeditada
numerosas veces por Edhasa
67 - Mundos cálidos y otros (Warm Worlds
and Other Stories 1975) de James Tiptree, Jr., una recopilación
de sus primeros cuentos donde se encuentran algunos de los mejores
y más emocionantes, caso de La chica que estaba conectada,
Las mujeres que los hombres no ven o Amor es el plan el
plan es la muerte.
68 y 69 - Las doce moradas del viento
(The Wind's Twelve Quarters 1975) de Ursula K. Le Guin, que
recoge los relatos más significativos de su primera época. Puede
que algunos de ellos no sean demasiado memorables, pero otros son
Obras Maestras como Los que se marchan de Omelas o El
día anterior a la revolución, fundamentales para entender su
narrativa.
51 y 71 - Titán y La Hechicera (Titan
1979 y Wizard 1980) de John Varley, probablemente su obra
más ambiciosa y la que le dio fama mundial, donde demuestra que
Mundo Anillo ha quedado plenamente superado. Aquí resultó
un cierto fracaso que dejó inédito su tercer volumen: Demon.
Del resto, he aquí una selección de lo que merece
la pena repescar:
De Brian W. Aldiss, a parte de recuperar un gran
clásico como La nave estelar, publicó un puñado de novelas
y un par de colecciones de relatos estimables:
- 6 - La estrella imposible (Best S. F. Stories
1976), colección que recopila sus mejores cuentos de ciencia ficción
hasta ese año y que ha sido superado después por el publicado
en Clásicos Nebulae.
- 19
- El árbol de saliva (The saliva tree and other strange
growths 1966), colección de relatos un tanto inferior que
ofrece dos novelas cortas tan satisfactorias como la que le da
título o Peligro: Religión. Reeditada recientemente por
la nueva Nebulae
- 27 - Un mundo devastado (Earthworks 1965), fallida
obra nuevaolera, deprimente donde las haya.
- 49 - Enemigos del sistema (Enemies of the
system 1978), una distopía crítica con el totalitarismo pero
de logros discretos.
- 62 - Criptozoico (Cryptozoic 1967). Aunque
tampoco es uno de sus grandes libros, esta novela sobre la inversión
de la flecha del tiempo no deja de ser interesante y entretenida.
- 63 - La otra isla del Doctor Mourea (Moreau´s other
island 1978), homenaje a la novela de Wells como ya había
hecho unos años antes con el mito de Frankenstein en Frankenstein
desencadenado. Hay que ser muy seguidor de Wells (y de Aldiss)
para disfrutarla.
Robert Sheckley apareció bastante en su primera
mitad, con 3 colecciones de relatos y una novela. Faltan por citar:
- 7
- Paraíso II (Notions: unlimited 1960), que está lejos
de las otras dos colecciones que publicó Nebulae pero que
contiene cuentos tan divertidos como Problemas con los nativos,
sobre los esfuerzos de un Robinson moderno para que le dejen en
paz en su planeta desierto, o Doble indemnización, en el
que saca partido a los viajes temporales para soltar toda su carga
humorística.
- 17 - La séptima víctima (Untouched by Human Hands
1954), que perfectamente podría haber puesto entre las indispensables,
aunque es ligeramente inferior a Ciudadano del espacio.
Eso sí, el relato que le da nombre es sencillamente antológico.
- 30 - Dimensión de milagros (Dimension of Miracles
1968) de Robert Sheckley, su mejor novela, aunque no olvidemos
que éste fue un autor que brilló más con sus cuentos que con sus
historias mas largas.
Otro gran cuentista fue Richard Matheson, del
que sacaron sus dos mejores colecciones de ciencia ficción:
- 13 - El tercero a partir del sol (Third from the sun
1954)
- 15 - Las playas del espacio (The shores of space
1957)
Philip K. Dick también estuvo muy presente, con
unos títulos que no son los mejores que escribió pero que sí que
están entre los recomendables.
- 23 - La máquina preservadora y 26 - En la tierra
sombría (The Preserving Machine 1969), una buena colección
de relatos que no interesará a los que tienen los volúmenes que
publicó Martínez Roca: la mayoría se pueden encontrar en ellos.
- 24 - Tiempo de Marte (Martian Time-Slip 1964),
un título que vuelve loco a los dickianos aunque al resto les
suele dejar bastante frío. Entropía, pérdida del sentido de la
realidad, enfermedades mentales,... componen uno de los Dicks
más Dick. Reeditado por Minotauro.
- 65 - La transmigración de Timothy Archer (The Transmigration
of Timothy Archer 1982), un ejemplo perfecto de su última
época (la de Valis) donde el misticismo y la locura se
suman para lograr un libro tan ininteligible como apreciado por
una minoría de fans.
De Joe Haldeman publicaron su primera colección
de relatos y las dos novelas que siguieron al pelotazo que supuso
La guerra interminable, dos agradables ejercicios que muestran
su solvencia narrativa:
-
29 - Recuerdo todos mis pecados (All my sins remembered
1977). En tres novelas cortas plasma el deterioro mental que sufre
un agente especial galáctico, enfrentado a misiones cada vez más
complicadas y en las que es manipulado por una CIA galáctica.
- 34 - Puente mental (Mindbridge 1976), inferior
a las otras novelas que aparecieron en la colección, empieza a
mostrar el gusto por Haldeman por experimentar con la estructura
narrativa. Una entretenida historia de exploración espacial y
primer contacto.
- 46 - Sueños infinitos (Infinite dreams
1978), colección de sus primeros cuentos, irregular pero con alguna
pequeña joya como Tricentenario.
Bob Shaw se puede considerar como el eterno
secundario de lujo de la ciencia ficción, a pesar de los esfuerzos
de la mayoría de las editoriales (Erus, Acervo, Martínez Roca) sus
libros nunca han tenido mucha consideración entre los aficionados.
Quizás su reciente muerte sirva para revalorizar a este pequeño
gran escritor.
- 36
- Una guirnalda de estrellas (A wreath of stars
1976), interesante obra muy a lo Wells, ambientada en un desolador
futuro cercano y donde se descubre la existencia de un mundo paralelo
al nuestro.
- 64 - ¿Quién anda por ahí? (Who goes here? 1977).
Se suele tener a Bill, héroe galáctico como el gran clásico
de la sátira militarista, pero en esta breve novela Shaw no se
queda corto y le gana a Harrison en su terreno. A descubrir.
James Tiptree, Jr., seudónimo de Alice Sheldon,
fue una de las autoras claves de la New Wave, poseedora de un estilo
tan preciso y elegante como difícil y exigente. Nebulae hizo
una magnifica labor presentando algunos de los mejores trabajos
de esta gran escritora.
- 37 - En la cima del mundo ( Up the walls of
the world 1978), que interesará a los que gusten de sus maneras
pero que requiere una fuerza de voluntad descomunal. Agotadora.
- 42 - Cantos estelares de un viejo primate (Star Sons
of an Old Primate 1978) es una colección repleta de hallazgos.
Si hay algo claro es que Tiptree tenía un estilo muy personal,
impecable pero árido para paladares poco trabajados.
De un Christopher Priest que ahora mismo está
en lo más alto de su trayectoria nos ofrecieron sus dos primeras
novelas:
- 48
- Indoctrinario (Indoctrinaire 1970), clara hija de
la new wave pero no de la comprensible y potente, sino
de la experimental y confusa. Produce molestos dolores de cabeza.
- 52 - Fuga para una isla (Fugue for a darkening island
1972), en la que digiere mejor la tradición nuevaolera. Con una
estructura muy bien pensada nos pone de lleno en un conflicto
interracial, triste y violento. Es cortita y permite apreciar
las virtudes que después ha desarrollado.
A finales de los 70 Joan D. Vinge parecía que se iba a comer el
género con obras delicadas y femeninas (en el buen sentido de la
palabra) muy cercanas a la Fantasía. Luego la cosa no fue para tanto.
- 60 - Ojos de ambar (Eyes of ambar and other
stories 1979), su mejor recopilación de relatos, con clásicos
como el que da titulo al libro o Soldado de plomo.
- 61 - Nave de fuego (Fireship and Mother and
Child 1981), primer fiasco, dos relatos poco memorables en
un solo volumen más que breve.
- 66 - Los proscritos del Cinturón del Cielo (The
outcast of the Heaven´s Belt 1978), un fallo casi definitivo.
En vez de sacar la premiada Reina de la Nieve (bastante
gruesa para los standars de la colección) se eligió esta anodina
y primeriza novela ambientada en el Cinturón de Asteroides. Olvidable.
De
Arthur C. Clarke, además de las reediciones de la primera época
de Nebulae, encontramos 3 - Relatos de diez mundos
(Tales of ten worlds 1962), recopilación interesante en la
que entra de lleno en la exploración espacial. De una época en la
que se aprecia el inicio de su declive.
Antes de la memorable El mundo del Río,
Philip José Farmer estiró sus músculos con borradores previos como
la larguísima saga iniciada en 8 - El hacedor de universos
(The maker of universes 1965). Con buen criterio (la calidad
no era un aspecto muy destacable de este libro), Nebulae
dejó aquí la serie. Pero la colección Nueva Dimensión siguió
adelante con dos libros más: El dios de piedra despierta y
Los pórticos de la creación.
Cordwainer Smith fue una voz peculiar e inigualable
de las que sólo podemos encontrar en la ciencia ficción. Nebulae
se atrevió con una de sus mejores selecciones de relatos: 10
- En busca de tres mundos (Quest of three worlds 1966).
Reeditado en las obras completas de Smith publicadas por Ediciones
B en cuatro volúmenes bajo el titulo Los Señores de la Instrumentalidad.
De Roger Zelazny, otro de los grandes, Nebulae
sólo se atrevió con: 14 - El hombre que no existia
(My name is legion 1976) uno de sus libros menos característicos
debido a su "realismo". Reeditado recientemente en la nueva Nebulae
como Mi nombre es legión.
De Charles L. Harness publicaron 20 -
Los hombres paradójicos (The paradox men 1953), a la que
Pringle colocó entre sus 100 mejores novelas. Quizás estemos ante
una de sus pifias pero no deja de ser una agradable space opera
de los 50 con todos sus defectos y virtudes.
Frente a la importancia que Clifford D. Simak
tuvo en la primera época, en ésta sólo se publicó un libro suyo:
18 - Un anillo alrededor del Sol (The ring around
the Sun 1953). Un clásico que a pesar de recordar el espíritu de
Ciudad o Estación de tránsito ha envejecido muy mal.
Reeditado por la nueva Nebulae.
Robert Silverberg tampoco tuvo mucha suerte en
esta 2ª época en cuanto al número de títulos. Eso sí, esta vez se
publicó una de sus mayores obras 31 - A través de un billón de
años (Across a Billion Years 1969), un curioso space
opera escrito en su periodo de esplendor aunque lejos de sus
novelas más recordadas.
De R. A. Lafferty publicaron una colección de
relatos dividida en dos: 43 - 900 abuelas y 44
- Los seis dedos del tiempo (Nine hundred grandmothers
1970), la mejor manera de iniciarse en el humor absurdo y desatado
de este autor que empezó ya entradito en años en la ciencia ficción.
Walter
M. Miller fue algo más que el autor de Cántico por Leibowitz
y si no echad un vistazo a sus relatos recopilados en: 45 -
Condicionalmente humano (Conditionally human 1962).
También tuvieron el honor de ser la editorial
que presentó al más tarde famosísimo Orson Scott Card con su primera
novela, donde ya estaba el germen del resto de su obra: 54 -
Un planeta llamado Traición (A planet called Treason
1979).
Vonda McIntyre fue otra de las autoras de finales
de los 70 encargadas de demostrar que las mujeres también podían
escribir buena ciencia ficción. Aunque nunca llegó a la altura de
LeGuin o Tiptree, sus mejores cuentos (algunos más que dignos) aparecieron
en: 55 - Torrente de fuego y otros relatos (Fireflood
and others stories 1979), donde se incluían cuentos multipremiados
como De niebla, hierba y arena o Aztecas, ambos extendidos
más tarde a sendas novelas: Serpiente del sueño (Ediciones
B) y Superluminal (Acervo).
Norman Spinrad es un escritor legendario. No
obstante hasta el mejor escribano puede echar un borrón, y si no
intentad leer 56 - Los Solarianos (The Solarians
1966). Poco le falta para ser la peor novela del género.
La etapa final de Nebulae no se caracterizó
por la publicación de nombres clásicos. Sin embargo también hubo
algún hueco para ellos. De Poul Anderson se editó su mejor y más
completa colección de cuentos en castellano: 57 y 58 - Los
muchos mundos de Poul Anderson (The many worlds of Poul Anderson
1974).
7. Agradecimientos.
En primer lugar a cebra y pistolpep por sus inestimables
conocimientos enciclopédicos que me han proporcionado la información
que me faltaba sobre los libros que no he leído (aproximadamente
un tercio de la colección). También a Julián Díez, que me alumbró
en todo lo que respecta a la labor de Porrúa en la colección. Y
a David por no matarme por pasarle estos dos mamotretos para la
portada.
Otras fuentes que he utilizado para documentarme
han sido:
- El excelente
artículo que Luis Pestarini realizó en la edición electrónica
de la revista Cuasar, sobre todo para situar su nacimiento.
- El conciso y sustancioso repaso que Julián
Díez escribió para el nº 18 de la revista Gigamesh.
- El artículo que Domingo Santos escribió para
el nº 121 de la Revista Nueva Dimensión y donde trataba la primera
mitad de la colección.
- La página de ttrantor.
Para determinados aspectos, como cotejar los años de publicación
de las novedades y las reediciones, todavía es mejor que nuestra
incipiente base de datos.
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