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Por Arturo Villarrubia
[ Panorama desde el margen ]
[ Entrevista a M. John Harrison ]
[ Reseña de Luz ]
Un escritor para escritores.
En inglés esta expresión se utiliza para hablar de autores
desconocidos para el público pero que se han ganado el respeto de sus iguales. Creo que
es de indiscutible aplicación para Harrison que, en un momento u otro, ha sido alabado
por, entre otros, Michael Bishop, Neil Gaiman, Harlan Ellison, Angela Carter, Pat
Cadigan, Ramsey Campbell, Iain Banks, Clive Barker, Peter Straub, Paul McAuley, Ian
Sinclair, Ken MacLeod, Stephen Baxter, China Miéville, Michael Marshall Smith,
Christopher Priest, Robert Nye, Alastair Reynolds y Michael Moorcock.
A lo largo de una carrera ha sido considerado como un maestro
de la fantasía heroica (la serie de Viriconium), de la ciencia ficción aventurera
(The centauri device), de la novela realista (Climbers) y del terror
(El curso del corazón). Pese a todo esto sigue siendo un desconocido para la
mayoría del público español. Y apenas algo menos para el anglosajón, donde es un autor
de culto. De hecho, en 1.999 se le concedió el premio Richard Evans a la calidad,
destinado a premiar la misma cuando no ha gozado del reconocimiento popular. Espero que
las líneas que siguen animen a nuevos lectores a descubrir a este excelente autor.
Buscando una voz propia
"La típica crítica de M. John Harrison en New Worlds podría
titularse: Hasta las estrellas y más allá machacando la sintaxis" Peter Nichols
Science fiction: the monsters and the critics
Harrison debutó, junto a Robert Holdstock, en el número de
1.968 de la revista New Worlds dedicado a nuevos autores, con el cuento
"Baa Baa Blocksheep". A partir de ahí se convirtió en un habitual de la revista.
Publica cuentos oscuros y difíciles que recuerdan a la producción de Ballard en aquel
momento. Posteriormente se recopilarían en la antología
The Machine in shaft ten and other stories (1975). Al mismo tiempo, bajo el
seudónimo Joyce Churchill, empieza a contribuir con reseñas a la revista que llaman
enseguida la atención por su erudición y su afán polemista, al reclamar una ciencia
ficción con calidad literaria y preocupaciones adultas. Harrison ha continuado con esta
faceta de crítico combativo hasta el día de hoy, aunque ahora publica en diarios como
el Guardian o el Times. Como muestra un botón, su crítica nada complaciente a
The Birthday of the World,
la ultima colección de cuentos de Ursula K.Le Guin.
Lo único publicado en castellano de esta época son algunos
cuentos que utilizan al personaje de Michael Moorcock Jerry Cornelius, en
La naturaleza de la catástrofe. Como curiosidad, indicar que también escribe los
guiones de los cómics dedicados a dicho personaje. Faceta que posteriormente tendría
continuidad al adaptar en una inquietante novela gráfica su cuento
The luck in the head junto a Ian Miller (1991)
En 1971 salta al campo de la novela con The
Committed Men,
una ballardiana historia de mutantes en una Inglaterra devastada por el
holocausto nuclear, y The pastel city, inicio de la serie
de Viriconium sobre la que hablaré
más ampliamente a continuación.
Aunque The commited men pasa inadvertida, no se puede
decir lo mismo de su siguiente novela de ciencia ficción, The centauri device
(1974), incluida por David Pringle en su lista Ciencia ficción: Las 100 mejores novelas
y reeditada recientemente como parte de la serie Sf Masterworks. Homenaje a Cordwainer
Smith y a uno de sus mentores en New Worlds, Barrington Bayley, cuenta las
aventuras de John Truck, un capitán de nave espacial de mala muerte cuya vida cambia
desde el momento en que se descubre que es el último de los Centauri, capaz de
controlar, gracias a su carga genética, el artilugio centarui que da título al libro:
una bomba inteligente de inmensa potencia. Es un libro barroco, cínico en su visión de
la humanidad y de un tono oscuro del que destaca sobre todo la capacidad de crear
imágenes memorables, como el grupo de estetas anarquistas que ayudan a Truck. Sin
embargo, para el autor no se trata de un libro redondo y, presa de una frustración
creciente, abandona la ciencia ficción para adentrase en otros géneros.
"Además estaba lleno de esta cólera sin sentido contra el
género de la ciencia ficción por no ser el vehículo adecuado para el tipo de ficción que
quería escribir. Me dedicaba a robar la furgoneta de la panadería y a quejarme que no
cogía las curvas como un BMW. Puedes hacer eso una vez, pero dos es de tontos y tres es
cabezonería"
M. John Harrison entrevistado por David Mathew
Sueños de la ciudad dormida.
"No tengo la menor duda de que A storm of wings es un libro desquiciado
que llega a conclusiones demenciales (pero) Harrison es demasiado eficaz como para no
ser un autor importante" Algis Budrys .Columna de crítica de libros del número de
Octubre de 1980 de Fantasy and Science Fiction.
Como decía más arriba, Harrison publica The pastel city
en 1971, primera entrega de su secuencia de Viriconium. Se trata de una novela de
aventuras ambientada en la ciudad que da nombre a la serie, nombre procede del poema
elegiaco Viroconium obra de Mary Webb.
El ambiente recuerda a obras como La tierra moribunda de Jack Vance o
El libro del sol nuevo de Gene Wolfe.
Nos encontramos en el futuro remoto de la humanidad. Sobre las
ruinas de civilizaciones anteriores ha surgido una nueva cultura seudo-medieval que
utiliza sin entender los restos de las tecnologías que ha heredado. Lo que en el marco
de una salvaje guerra civil está a punto de provocar la desaparición de la humanidad.
Los héroes del libro que salvarán la situación, no sin pagar un precio, son los últimos
caballeros Methven que, cumpliendo su juramento de lealtad, abandonan su retiro para
proteger a la joven reina Jane. Se trata de un libro sencillo y directo que desarrolla
su trama aventurera con un lenguaje cuidado, preciosista y romántico.
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La continuación, A storm of wings (1980), elegido por
David Pringle para su lista de las cien mejores novelas de fantasía, es un libro más
complejo caracterizado por un ambiente claustrofóbico. La trama se inicia ochenta años
después de la primera novela, con el descubrimiento de que al noroeste de Viriconium
una raza de insectos inteligentes está construyendo una ciudad. Mientras tanto, ha
surgido un extraño culto, el signo de la langosta, que está cometiendo asesinatos
rituales, posiblemente para preparar el camino a la invasión. Y, lo que es más grave,
la realidad de los insectos esta sustituyendo la de la raza humana.
In Viriconium (1983) abandona la escala épica
para centrarse en la vida diaria de la ciudad, más en concreto
en el barrio de los artistas que descubrimos en la novela anterior.
Cuenta los esfuerzos de Ashlyme el retratista
para salvar a la pintora Audsley King de una extraña enfermedad que destruye
el carácter. Sus fútiles esfuerzos le pondrán en contacto con los misteriosos
hermanos Bezleey, en cuya extraña conducta reside la clave de la plaga que aflige
la ciudad.
Al contrario que en las novelas anteriores, no hay elementos
de fantasía épica convencional. Un ejemplo: Ashlyme es descendiente de una familia noble
rural, lo que le da derecho a llevar una espada que tiene guardada en algún armario.
Mientras, lleva un cuchillo que usa para afilar sus lápices.
Hay un fuerte componente de humor negro que se utiliza para
resaltar el dramatismo y la sordidez de las situaciones. Por otra parte, la habilidad
de Harrison para crear imágenes que capturan la imaginación del lector llega a un punto
álgido. La novela fue nominada para el premio Guardián de aquel año y es para el autor
el momento en que alcanza una voz propia.
"Al llegar al último volumen, después de haberme ocupado del
espacio y del tiempo, me dediqué a desmontar la idea de que tenemos una personalidad
fija" M. John Harrison en entrevista con Cheryl Morgan
Un cuarto volumen, Viriconium nights (1984), recopila
los cuentos ambientados en esta ciudad. Lo esencial de los mismos es que en ellos
Harrison realiza una "deconstrucción" de la fantasía heroica. Eliminando los elementos
superfluos que el género ha ido acumulando para retrotraerlo a sus raíces en el folklore
y la mitología. Como nota curiosa indicar que al menos dos, "Strange great sins" y
"The luck in the head", están inspirados en las procesiones de semana santa. Sólo uno ha
sido publicado en castellano: "Lamia y Lord Cromis", en la antología
Los mejores relatos de fantasía II. Es una historia aventurera perteneciente a
la primera etapa del autor. En ella, Tegeus Cromis persigue a una bestia que desde hace
cien años mata a miembros de su familia.
Con esta antología cierra su personal revisión de la fantasía
heroica para adentrarse en nuevos caminos, como la literatura de terror, siendo la etapa
del autor que ha sido traducida al castellano.
Dirty Boulevard
"Un genio de la literatura moderna. Que no ha ganado el Booker
demuestra la incompetencia y el amiguismo reinantes en el mundo
de la literatura "seria". Casi elegí
su influyente serie de Viriconium, pero esta despiadada historia de gnosticismo
y soledad no deja de mordisquearme la conciencia como un perro con su hueso:
así que me di
por vencido y la elegí, con miedo" China Melville explicando por qué seleccionó
El curso del corazón para encabezar una encuesta sobre sus libros favoritos.
Al mismo tiempo que va produciendo los libros de Viriconium,
Harrison se replantea su oficio de escritor volviendo a sus raíces en una serie de
cuentos que posteriormente se recopilan como El mono del hielo (Editado en Inglés
en 1983, traducido en 1992 por Ultramar)
En palabras del propio autor:
"Son cuentos de fantasmas, cuentos de horror, historias de
países imaginarios
de las cuales se han eliminado los elementos habituales o se han reducido
al mínimo para
mantener el impacto emocional y dar al lector un estremecimiento inexplicable"
En entrevista con Marisa Darnell
En esta serie de cuentos Harrison demuestra su madurez como
autor. La capacidad de acuñar imágenes impactantes sigue intacta pero ahora se
entremezclan con observaciones, no demasiado halagüeñas, de la Inglaterra de la era
Thatcher. Los elementos fantásticos de la trama nunca son el centro de las mismas,
están ahí para subrayar el drama humano de los protagonistas de los cuentos. Personajes,
como parte de la huida de los tópicos del género, que por lo general no pretenden
ganarse las simpatías del lector.
"No se supone que el lector deba identificarse con mis personajes, debe sentir
lástima por ellos, aprender de sus errores" M. John Harrison en entrevista con
Cheryl Morgan
En la evolución de su técnica literaria tiene un papel
fundamental el descubrimiento de la excepcional cuentista inglesa, miembro del
grupo de Bloomsbury,
Katherine Mansfield,
de quien se declara ferviente admirador.
Por otra parte, destacar que El mono del hielo, cuyo
elemento fantástico está reducido a la mínima expresión (apenas unas frases), está
ambientado en el mundo de los fanáticos de la escalada, deporte que el propio Harrison
practicó durante años y que dará pie a la que considera su mejor obra, Climbers
(1989), novela realista cuyo fuerte contenido autobiográfico la hizo merecedora del
premio Boardman Tasker,
establecido en memoria de dos escaladores desaparecidos en el Everest en 1982 y que
premia la mejor aportación a la literatura de la montaña.
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La etapa terrorífica del autor se cierra con
El curso del Corazón (1990, en castellano en 1996 Ediciones Minotauro). Nos
cuenta cómo tres estudiantes de Cambridge, bajo la dirección de un supuesto iniciado,
participaron hace veinte años en un ritual para acceder a una realidad diferente, el
Pleroma gnóstico, con consecuencias catastróficas. Aunque después ninguno recuerda lo
sucedido, se saben perseguidos por lo sobrenatural. Cada uno percibe su presencia a su
manera, pero su principal manifestación es el Coeur, una ciudad que desapareció
misteriosamente en la edad media y está a punto de regresar a nuestra realidad, nadie
sabe si para bien o para mal.
El curso del Corazón es para el crítico Peter Nichols
su mejor obra y es de la que el propio Harrison esta más satisfecho junto con
Climbers, pero no es un libro para todo el mundo. Oscuro y denso, a caballo entre
distintos géneros literarios, resulta imposible, ni se pretende, que nos identifiquemos
con los personajes (por otra parte, soberbiamente desarrollados). Las respuestas tardan
en llegar y, cuando lo hacen, son ambiguas. Por otro lado, la belleza de su lenguaje
(que no se debe confundir con el lirismo gratuito) y su intensidad emocional tiene
pocos parangones, dentro o fuera del género.
Volviendo a su obra breve, uno de sus cuentos,
Isobel Avens returns to Stepney in spring,
servirá de base para su siguiente novela Signs of life (1997). Mick Rose, a
quien sus amigos llaman China, se enamora de Isobel Avens. Pero su amor se verá
frustrado por el trabajo de China -es un correo de productos farmacéuticos de dudosa
legalidad- y la obsesión de Isabel: volar como los pájaros. Para cumplir su sueño,
Isabel recurre a la biotecnología experimental, lo que desencadena el descenso final
al horror.
Una nueva recopilación de la obra breve de Harrison aparece
en el 2000: Travel arrangements. Se caracteriza por la variedad de registros del
autor y en ella vemos cómo continúa su evolución. En algunos de los cuentos incluidos
("Black houses" o "Science & the arts") no hay ningún elemento fantástico. En otros,
como "Suicide coast", recurre a la ciencia ficción o, incluso, a la fantasía heroica,
"Seven guesses of the heart". Son cuentos que solo se pueden calificar de discretos.
Los sentimientos de los personajes (y los que estos evocan en el lector) son lo
principal. Estos se exploran con un lenguaje que, con los años, ha ido ganando
precisión y sencillez hasta convertirse en uno de los mejores escritores de relatos
cortos que escriben ahora mismo en Inglés.
Para cualquier interesado indicar que el contenido de este
libro, junto con El mono del hielo y algunas historias sueltas se reúne en
Things that never happen, retrospectiva de la obra breve de Harrison publicada en
el año 2002 junto con su regreso no tanto a la ciencia ficción, que nunca abandonó del
todo, como a la space opera: Luz (2002, en castellano 2003 Bibliópolis)
ganadora del premio Tiptree.
De entre todas las opciones posibles.
"Una noche en 1.999, Mic Cheetham, mi agente, el mejor que
un hombre puede desear, e Iain Banks, de quien me cuentan que
escribe novelas de vez en cuando en los
ratos en que no está pisando a fondo el acelerador, me llevaron al Club Groucho
de Londres y me emborracharon... Más o menos a las dos de la madrugada, Iain
me lanzó una
mirada casi llorosa pero malévola y me dijo: "¿Sabes cual es tu problema, Mike?
No te diviertes lo bastante". Pensé en ello, entonces me senté ante el Imac
y me divertí."
M. John Harison contando cómo escribió Luz, en entrevista a
Gabriel Chourinard
Luz cuenta tres historias paralelas que terminan por
unirse:
En nuestro presente, Michael Kearney es un científico cuyas
investigaciones darán como resultado la posibilidad de viajar a las estrellas, pero que,
hoy por hoy, es perseguido por un monstruo surgido de las pesadillas de su infancia.
Cuatrocientos años en el futuro, Ed el Chino, que era un piloto
de elite antes de convertirse en adicto a la realidad virtual y cosas peores, descubre
que la mafia de Venuspuerto lo busca preferiblemente muerto.
En ese mismo futuro, la capitana Seria Mau Genlicher, unida
quirúrgicamente a su nave, busca recuperar su humanidad gracias a un artefacto de
origen extraterreno.
Es una historia de ritmo rápido que mantiene en todo momento el
interés del lector, sin renunciar por ello a la complejidad, ni en el lenguaje, ni en
el desarrollo de los personajes. Contiene fuertes dosis de sexo y violencia, y está
salpicado por un humor rayano en lo cruel; sin embargo, es el libro más optimista que
ha escrito Harrison porque, por una vez, la redención está al alcance de sus personajes.
Por otra parte, abandona su habitual ambigüedad. Esta vez lo explica todo al final del
libro. (Bueno, casi todo)
Por último indicar que, aunque no se trata de una novela de
ciencia ficción dura, tiene su base en las especulaciones de la cosmóloga
Janna Levin.
Y esto es todo... por el momento. No tengo la menor duda de que
en el futuro Harrison volverá a sorprenderme con algún nuevo "más difícil todavía ",
que estaré esperando con el mismo interés que espero haber despertado en alguno de los
lectores de estas líneas.
Arturo Villarrubia
Ahora mismo, a parte de
Luz, se puede
encontrar con facilidad
El curso del corazón,
publicado por Minotauro en 1996 y todavía en catálogo. Y aunque fue saldado
hace años,
no es muy complicado hacerse con
El mono del hielo.
Empty space, la página personal de M. John Harrison:
http://www.mjohnharrison.com/
Ficha en Cyberdark.net :
http://www.cyberdark.net/autores.php3?cod=1107
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