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Choque de reyes,
de George R. R. Martin
Título original: A Clash of Kings
(1.998)
Portada: Corominas
Traducción: Cristina Macía
Editorial: Gigamesh
(2.003)
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Reseña de Juego de tronos
George R. R. Martin
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David Fernández (Cyberdark), Abril 2.004
Para un lector que lleve unos cuantos añitos leyendo
fantasía épica (servidor) es fácil reconocer cómo
este subgénero adolece de ciertos problemas estructurales. Así
como la no-ficción es un tipo de narrativa cuyas tramas y argumentos
nunca se acaban, cada vez es más difícil para "nuestros"
escritores encontrar una idea o argumento válido, novedoso, para
desarrollar sus novelas.
El principal problema, a mi entender, es que argumentalmente
está basado en un tiempo pretérito, si no en forma sí en
situaciones y localizaciones. Veamos, siempre anda un mago rondando por las
páginas, hay que encontrar un objeto o llevarlo a algún sitio, se
busca héroe para matar al dragón y salvar al reino... es realmente
complicado hacer atractiva una novela de este tipo hoy en día, y cada vez
más. La ciencia ficción, en cambio, da más de sí. Es
ahí donde la imaginación del escritor juega un papel realmente
importante, y su formación técnica o humana le permite prever
situaciones futuras basadas en, por norma general, avances tecnológicos
insospechados hoy en día.
No hablo, no, de la "calidad" literaria. Se
pueden encontrar novelas de la Dragonlance (lo juro, no me tiréis
de las orejas) bastante decentes, sobre todo de las primeras; bien escritas y
con una trama interesante. Pero después de los prolíficos 80,
ardua es la tarea de encontrar una novela fantástica
"novedosa". La repetición de esquemas (y las franquicias)
terminan cansando una vez te has leído el volúmen 37 de la saga
de turno (__________ <- ponga aquí su preferida).
De la misma manera que cuando salió al mercado
El último deseo –La saga de Geralt de Rivia–
(Bibliópolis) se sentía rápidamente que ahí
había algo, diferente, novedoso, todo preveía que el nuevo
lanzamiento de Gigamesh, Juego de tronos, iba a tener el listón
muy alto. La primera "mala" referencia era la longitud de la saga:
6 tomos, cada unos de 900 páginas. O sea, 5500 páginas
(más o menos) de espadas, luchas, dragones, héroes...
imposible, no puede funcionar. Sí, claro está, se
había llevado algún que otro premio en EEUU, ¿pero
quién se fía de los yankis?
La segunda, el poco conocimiento del autor, George
R. R. Martin, que teníamos algunos. No es por nada, pero en
fantasía, hoy en día, o has escrito algo "comestible"
o al lector, habituado a las sagas y ciertos nombres, les cuesta bastante
"probar" cosas, y más si esa "cosa" pesa 1,2
kilos y tiene una extensión considerable... En definitiva, que
Gigamesh iba a sacar otra de esas cosas "raras". Pasando
página.
La primera opinión buena que tuve del libro
fue por pura casualidad, entrevistando a
Servando Carballar
que, a la pregunta de qué libro había leído recientemente que
le hubiese gustado, contestó sin dudar ni un segundo Juego de
tronos. Y me picó la curiosidad. Entre eso y las críticas
de la gente de por aquí que se la había leído no
dudé en comprarlo. Y quedé impresionado.
Pero, ¿qué es lo que impresiona de Juego
de tronos –y por extensión Choque de reyes-?
A mí Martin no me parece un escritor
"genial". Tampoco me lo parece Tolkien, claro. Me gusta
más "Andrés" (ya sabéis cuál). Eso
sí, como Orson Scott Card, hace muy bien su trabajo: contar historias.
Qué digo bien, lo hace excelentemente. Ese oficio cada día más
en desuso, sobre todo en el campo de la ciencia ficción, es lo que capacita
a alguien para escribir un tocho increíble y que, encima, le des las
gracias por haberlo escrito y le llores a la editorial (le hemos llorado de lo
lindo a Gigamesh) para saque el siguiente volumen. Y eso es impagable.
¿Cuántos libros de 900 páginas recuerda que haya sido capaz de
leer a buen ritmo y con gusto? Yo ni ESDLA.
Pero no sólo narra bien, no. Encima crea una
trama, con decenas de personajes, capaz de enredarte hasta el infinito.
Cada uno de ellos podría, por ejemplo, protagonizar un libro de
extensión estándar por sí solo. Tal es la imaginación
del autor y la calidad de sus descripciones.
Claro, es verdad, también tiene truco. A veces
Choque de reyes me recuerda, en cierta forma, a las obras de Shakespeare,
donde pasa de todo. Mi hijo se lía con tu hija, y van y tienen un bastardo;
el bastardo luego, al cabo de los años, reclama su derecho al trono...
(es un ejemplo). Retomar ese estilo, haciendo una novela ágil, donde a
cada página te sorprendes más y más con la capacidad de enredar
las cosas que tiene Martin, es todo un lujo en los días que corren, donde
novelas "baratas" (perdón) como El código Da Vinci
(perdón de nuevo), facilonas en concepción, estilo y trama, con un
par de ideas base y un poco de imaginación (el editor me mata), llegan a
los números 1 de los tops mundiales con una facilidad pasmosa. O
quizá no tan pasmosa, claro. El código no deja de ser un libro
recomendable –y sólo llevo 60 páginas-. Si George en vez de ambientar
esta novela en una época pretérita, fantástica y medieval, lo
hubiese hecho en una medieval-real estaríamos ante uno de esos bestsellers
de novela histórica que puedes ver a la gente leyendo en el metro de cualquier
ciudad, mañana mismo.
Choque de reyes, para empezar a hablar del título
en cuestión después de esta larga y pesada (XD) introducción,
abunda en todo lo comentado sobre Juego de tronos que pueda haber leído.
Ni más ni menos. Se echan de menos, eso sí, algunos personajes pasados
en el libro precedente a mejor vida (snif), y las historias de Daenerys se hacen un
poco pesadas. A ver si le crecen de una vez los dragones a la chica.
Pero es que es horrible este hombre, vaya. Estás tan a
gusto leyendo el capítulo dedicado a Jon Nieve, y cuando está en lo
más interesante (ya te has cambiado el chip mental para adaptarte al personaje),
va, te corta, y sigue con la historia de Arya. Mala uva que tiene el hombre.
No sé, de verdad, si hubiese preferido algo estilo OSC: "El juego de
Jon Nieve", "La sombra de Arya", "Jaime el genocida",
"La necesidad de los Lannister" (ups, éste no es de OSC)...
En esta entrega los personajes se van definiendo mucho
mejor, atisbándose a ratos retazos del papel que les espera en
próximas entregas... y hasta ahí puedo leer la tarjeta, claro. Porque
si digo que si tal o cual personaje va a morir (o no), alguien se puede enfadar y
mandarme una manada de lobos blancos a casa para que me despedacen.
Terminas, como siempre, con la misma sensación de
vacío que te incita a apuntarte en la agenda, para el día siguiente,
"Llamar a Gigamesh y llorar un poco". Creo que ya se ha comentado
en estas páginas, y si es así, lo hago por partida doble: felicidades
Gigamesh. Era un libro muy arriesgado, por su extensión y precio; no sois
una "gran" editorial (tamaño, dinero, recursos) que puede
permitirse el lujo de tener un gran batacazo. Gracias por traernos literatura
decente.
Para terminar, varias recomendaciones, unas para los lectores
y otras para la editorial. Para los que no han leído Juego de tronos,
la primera entrega de la saga, no duden en irse ahora mismo a la librería
y comprárselo, no les defraudará. Hagan sitio en la estantería
para almacenar la saga completa, porque esta entrega, Choque de reyes, es
aún más larga y pesa más. Si es necesario, guarden
ESDLA en una caja y métanlo en el armario. Tolkien ya no es el
rey. Y lo digo en serio. Éste es uno de esos libros que es obligatorio
leer por cualquier persona a la que le guste o que se quiera iniciar en la literatura
fantástica. Y las generaciones futuras, estoy seguro, lo harán,
como lo hicimos todos con ESDLA.
Para Gigamesh, una petición y una súplica. La
petición, o recomendación, incluir al principio de cada nueva
entrega un resumen de lo acontecido. De año en año es complicado
acordarse :). ¿Habéis pensado sacar una edición en cartoné?
La serie se lo merece ;) La súplica, obvia: ¡quiero Tormenta de Espadas
ya! Por pedir que no quede...
Un saludo.
PD: el libro me ha gustado, lo digo por si alguien me ha malinterpretado...
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