José Yofre (OrionKnight), Mayo 2004

   Me alegré mucho cuando surgió la oportunidad de poder reseñar este segundo volumen de los tres en los que Minotauro ha dividido esta antología. El primero me dejó un buen sabor de boca y me quedé con la ganas de más. Sumado al hecho de que en este tomo se incluyen varios de los relatos humorísticos de Harrison, la alegría fue doble.

   Como introducción a esta antología habría que comentar que conmemora los 50 años de carrera literaria de Harry Harrison. En 1950 Harrison publicó su primer relato de ciencia ficción, "Hombre-topo", y a partir de ahí ha escrito obras clásicas dentro del género como Bill, héroe galáctico y ¡Hagan sitio! ¡Hagan sitio!. Es un heredero directo de los artesanos de la literatura pulp de principios de siglo, que escribían de una forma casi en serie para las revistas especializadas de la época. Muchos de esos escritores han quedado en el olvido, sin embargo de ahí surgieron grandes figuras como Van Vogt, E. E. Smith, Heinlein o Asimov. Pero vayamos a lo que nos debe interesar, el contenido de este volumen. En esta ocasión los bloques son los siguientes: Llorar de tanto reír, Otros mundos y R.U.R.

   En el primer apartado, Llorar de tanto reír, se incluyen cinco historia de corte cómico en el que Harrison se mueve con comodidad. Quizá la obra más conocida de Harrison sea la hilarante Bill, héroe galáctico. Esta novela está considerada la réplica, en clave de humor, a la reaccionaria Tropas del espacio de Robert A. Heinlein. En un género como la ciencia ficción en el que en muchos casos el tono es de una mojigata solemnidad se hace muy complicado escribir en clave de humor y tener éxito. Harry Harrison lo consiguió y ridiculizó, en ocasiones de una forma un tanto tosca y con un humor bastante grueso, la obra de una verdadera eminencia en el género como es Heinlein.

(Nota: Joe Haldeman consiguió replicar de forma, a mi entender mucho mas efectiva, a Tropas del espacio con su magnífica La guerra interminable. Ya sé que esto no viene a cuanto ahora, pero no podía dejar de decirlo).

   Y es que, como ya he comentado antes, hay muy pocos novelistas que consigan arrancar una sonrisa y, no digamos ya, una carcajada en este género. Es una verdadera lástima que no abunden más autores como Harrison que sea capaces de hacer reír al lector con temas propios de la ciencia ficción. Las historias incluidas en este bloque son:

• "La revolución verde": En un futuro no muy lejano, un agente de la CIA bastante torpe se infiltra en Irlanda en busca del secreto de su prosperidad en un mundo sin recursos energéticos y en decadencia. Un relato bastante divertido pero algo insustancial, que se ríe de los tópicos sobre los irlandeses.
   
• "El día después del fin del mundo": Un hombre y una mujer, los únicos supervivientes a la destrucción del planeta, discuten sobre qué hacer a partir de ese momento. El hombre tiene un par de ideas bastante influenciadas por su libido. Divertido relato con una situación que parece salida de una sit-com americana.
   
• "El hombre de la PIG": En un planeta fronterizo una colonia agraria necesita ayuda para resolver un misterio que ya se ha cobrado vidas humanas. Cuando los colonos están esperando que venga alguien que resuelva sus problemas, un porquero y su piara llegan ante su estupefacción... pero nada es lo que parece. Un divertidísima historia de fantasmas, agentes secretos... y cerdos. Probablemente el mejor relato del bloque.
   
• "Las ratas espaciales del CCC": Un veterano del mítico cuerpo de marines del CCC cuenta entre los vapores del alcohol una historia de honor y traición. Una comedia con una temática y un humor muy similar al de Bill, héroe galáctico.
   
• "Capitán de navío Honario Harpplayer": Durante las guerras napoleónicas, el capitán de navío Honario Harpplayer (mas conocido entre los suyos como La Hiena) de la flota de su majestad protagonizará un disparatado encuentro con un alienígena. Junto con "El hombre de la PIG", lo mejor de este bloque. La flema británica que destila el relato y el cinismo del capitán son realmente brillantes.
   

   El segundo conjunto de relatos esté reunido bajo el nombre de Otros Mundos, y el principal protagonista en ellos es el escenario; planetas y galaxias lejanas. En todas las historias el entorno alienígena y exótico determinan el argumento y ofrecen la oportunidad al autor de crear nuevos mundos y civilizaciones. La calidad del conjunto es bastante mediocre y poco original. Al no disponer de información respecto a las fechas de publicación de los relatos algunas de las ideas planteadas podría ser, o bien precursoras de conceptos que tendrán una enorme importancia en el futuro de la ciencia ficción o una burda explotación de ideas ajenas sin aportar nada nuevo a ellas. Me he tomado la libertad de buscar información respecto a uno de los relatos, "El factor K", y esa información ha hecho que cambie mi opinión respecto a él.

• "Simulador de entrenamiento": Un equipo de astronautas se prepara para la primera misión tripulada a Marte en un simulador que reproduce con un realismo letal el hostil paisaje marciano. Un relato angustiante aunque bastante previsible. Recuerda a la novela Homo Plus de Frederik Pohl.
   
• "Planeta de supervivencia": En un futuro lejano dos súper-potencias luchan sin cuartel. Una patrulla de la Gran Esclavocracia es interceptada y aniquilada cuando intentaba destruir un misterioso planeta sin signos de civilización. Un equipo descenderá a su superficie para investigar. Un relato bastante anodino.
   
• "Como desapareció el viejo mundo": Un anciano le cuenta a su nieto cómo discurrieron los acontecimientos que condujeron al fin de la civilización y que convirtieron al mundo en algo nuevo. Una buena reflexión sobre lo que es y lo que implica el desarrollo.
   
• "El factor K": En un futuro indeterminado la humanidad está controlada y dirigida benévolamente por una comunidad académica que, al igual que la Fundación de Asimov, utiliza una disciplina socio-matemática para trazar el destino de la galaxia. El máximo dirigente de esta comunidad científica, Abravanel (el Hari Seldon de Harrison) envía a un discípulo a investigar una inestabilidad social en un remoto planeta. La historia no es mala pero se parece sospechosamente a Fundación sin que aporte demasiado a la idea original. (Nota: Fundación fue publicada en 1951 y me he tomado la molestia de buscar en la ISFDB que el relato de Harrison se publicó originalmente en Analog en 1960).
   

   Y para terminar este tomo, se han agrupado bajo el título de R.U.R. cuatro narraciones que se centran en robots. Como bien comenta el autor en una breve nota al iniciar la sección, una de las más brillantes creaciones que ha dado el género y, para ser más concretos, obra de Karel Capek. Estos son los títulos que componen este grupo:

• "El brazo de la ley": Un prototipo de robot policial llega a una destartalada comisaría de un marginal y corrupto suburbio marciano. Lo que debería ser una prueba piloto desencadenará en grandes cambios que afectarán a esta pequeña población. Una historia realmente divertida que podría estar incluida en el primer bloque de este volumen.
   
• "El robot que quería saber": Un robot archivador se ve empujado por su programación a investigar más profundamente ese extraño fenómeno al que los humanos llama amor. Este ansia de conocimiento le llevará situaciones embarazosas. Bastante flojo y tópico.
   
• "Estoy de guardia": Un robot, último superviviente de una misión tripulada al confín de la galaxia, prosigue con las rutinas para las que fue programado. Una historia llena de melancolía y angustia.
   
• "El guante de terciopelo": Jon Venex, un robot en paro, se verá involucrado en una peligrosa trama criminal que pondrá al límite su capacidad de supervivencia. Este relato está ambientado en una sociedad llena de prejuicios anti-robóticos es muy entretenido y es una buen final para este volumen.
   

   Este segundo libro es quizá un poco inferior en calidad respecto al primero pero nos ofrece muy buenas historias y su lectura es un la mayor parte un verdadero placer. Harry Harrison es un gran escritor que quizá no esté entre los grandes maestros pero que sí es capaz de enganchar al lector y mantenerlo entretenido hasta el final de sus historia. Es un eficaz creador de mundos, de sociedades y, quizás sea esto lo que le hace sobresalir sobre los demás escritores del género, es un excelente narrador de situaciones cómicas.

   Respecto a la calidad de la edición hay que resaltar lo que ya comenté en el volumen anterior. La edición de Minotauro es buena y me gusta el look pulp que tiene la portada. Espero poder leer el tercer volumen de esta antología pronto. Este tomo me ha hecho pasar unos buenos ratos de lectura.

   Como último apunte, me gustaría pensar que Minotauro no va a incurrir sistemáticamente en dividir futuras obras en varios volúmenes buscando el lucro de una forma muy poco respetuosas con el lector. En el mundo editorial en general, y en géneros como la ciencia ficción o la fantasía en particular, la publicación de antologías de relatos es muy a menudo una apuesta arriesgada y poco rentable si hacemos caso a lo comentado por muchos editores, y puede que el intentar explotar dividiendo injustificadamente en varios tomos la publicación de este tipo de obras perjudique en el futuro que los lectores podamos disfrutar de recopilaciones inéditas. Y volver a hacer hincapié en el hecho de que creo que en una antología de estas características se debería incluir la fecha de publicación de cada una de las narraciones que la componen.

© 2004 José Yofre (OrionKnight) para cYbErDaRk.NeT
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