<< Volver

(nota: es posible que algunas imágenes y/o enlaces no funcionen)

Estigma de condenación
de James Wallis

Esta crítica ha sido leída 9414 veces




Estigma de condenación,
de James Wallis

Título original:
Mark of Dammation

(2003)

Portada:
Clint Langley

Traducción:
Juan Pascual Martínez

Editorial:
Timun Mas
(2004)


El libro en cyberdark.net

Libro disponible en la tienda de cyberdark.net Libro disponible
en la tienda de
cyberdark.net



James Wallis

Libros en cyberdark.net


 

 

Xnthos, Mayo 2004

   ¿Y si en un mundo de fantasía existiera una agencia gubernamental en las sombras -en el más puro estilo de una agencia de espionaje- encargándose de buscar y eliminar a las amenazas más peligrosas para la seguridad del Imperio? Esa es, en principio, la historia que trata de contarnos Estigma de condenación.

   La historia comienza cuando Karl Hoche, joven teniente de piqueros del ejército imperial, descubre casi por casualidad que algunos de los hombres de uno de los regimientos más prestigiosos al servicio del Emperador, los Caballeros Pantera, abandonan por las noches el campamento donde las tropas están acantonadas sin dar demasiadas explicaciones. Hoche, sospechando una traición, decide seguirles, para encontrarse con que los soldados rinden culto secreto a Khorne, uno de los señores del Caos, enemigos sempiternos de la humanidad. Pero después de informar a sus superiores, el teniente se verá envuelto en una telaraña de intrigas, manipulaciones y corrupción que parece destinada a acallar los hechos: los caballeros herejes huyen; las pruebas desaparecen; los testigos son eliminados. Hoche sufrirá, él mismo, un intento de asesinato y sólo conseguirá salvar la vida acogiéndose a la protección que le brinda la Untersuchung, una agencia imperial creada en principio para combatir a los servidores del Caos y que ha terminado por convertirse en una auténtica policía secreta. Obligado a dejar atrás su antigua vida como soldado, Hoche ingresa en la Untersuchung donde, tras recibir un breve aunque duro entrenamiento, terminará asignado a una investigación que parece misteriosamente conectada con lo que él mismo ha descubierto y que parece que todos están tratando de ocultar.

   Nos encontramos entonces con una premisa argumental a priori atractiva. Y es que como podemos comprobar la historia se acerca más a una moderna novela o película de espionaje y conspiraciones que a la fantasía épica al uso, y eso resulta interesante, más aún cuando en especial las series basadas en franquicias suelen optar por derroteros más trillados. Pero por desgracia, la idea va a terminar por desdibujarse a lo largo del libro para dar paso a una trama en la que rápidamente se pierde esta fuerza inicial.

   Comenzaré diciendo que nunca antes había leído ningún otro libro ambientado en el mundo de Warhammer. Y tengo que admitir que en un primer contacto ha conseguido sorprenderme. Al menos tal y como se nos presenta en esta novela, este mundo es una versión retorcida y oscura del siglo XV. El Imperio, trasfondo de toda la historia, es un claro trasunto del Sacro Imperio Romano Germánico; a lo largo del texto otras referencias aisladas a países como "Catai", a las guerras "Arabianas" o a los antiguos "remanos" nos dejan más claro si cabe que Warhammer no es sino un reflejo fantástico de nuestro propio mundo. Aunque esto ya lo hemos visto antes en muchas otras obras, lo interesante aquí es encontrarnos en una época relativamente avanzada; no en un mundo medieval-feudal, como podría esperarse en un libro de estas características, sino en lo que podríamos considerar el inicio de la era Moderna. Avances como la imprenta parecen ya comunes aquí, y algunos personajes llevan armas de fuego y sables de esgrima. Hay ejércitos profesionales y catedrales góticas en vez de bandas de guerreros y templos primitivos. Los Cazadores de Brujas, parte fundamental en la novela, nos recuerdan, y no por casualidad, a una Inquisición de novela gótica, con toda la crueldad, torturas y celdas estrechas y sucias que eso trae consigo. Hasta la religión, pese a ser politeísta, se aleja de los dioses de inspiración griega de tantas novelas de fantasía, siempre ansiosos de intervenir en las vidas de los mortales, y se acercan más (en cuanto a tratamiento) a la tradición judeocristiana, con dioses distantes, un clero jerarquizado e incluso sus propios santos. Todo esto salpicado con toques o guiños incluso más modernos (en las tabernas se comentan los partidos de "snotbol", y hasta parece que hay ¡un juego equivalente al "Dónde está Wally"! ("¿dónde está Waldermeier?"), como los personajes comentan en una ocasión).

   El tono es también mucho más oscuro de lo que cabría esperar. A lo largo de toda la novela elementos fantásticos como razas no humanas o monstruos se mantienen bajo mínimos, dándole a la historia un cierto toque de "realismo" (si podemos hablar de tal cosa), o, al menos, cercanía al lector, a lo que también contribuye un tratamiento de los personajes poco o nada idealizado o heroico y sí más "humano" de lo habitual: nadie se nos presenta como completamente bueno o perverso, al menos en principio, y casi todos los individuos que pululan por la historia parecen tener sus propios secretos o motivaciones ocultas. Emplean palabras malsonantes, huyen en vez de luchar cuando llevan las de perder e incluso se insinúa una relación homosexual entre dos de ellos. Todo constituye un giro interesante en cuanto al tratamiento de personajes, haciéndolos más "modernos" y menos "medievales", podríamos decir. Este realismo en el tratamiento se traslada a la misma narración en forma de crudeza, resultando curioso cómo en ocasiones se abunda en detalles gore, mostrando las heridas con todo lujo de detalles, sin omitir nada a la hora de describir torturas o mutilaciones, alejándonos de cualquier ambiente heroico o de cuanto de hadas. Tenemos sangre, vómitos y muerte, y unos combates que se tratan de manera bastante realista y, en ocasiones, cruel.

   La lástima es que el autor no aprovecha como debiera la interesante ambientación y esta perspectiva atípica que, sin duda, es lo mejor del libro. El primer problema, creo, es la propia trama. Conforme avanza, la historia va alejándose del planteamiento inicial y acercándose cada vez más a los tópicos que en un principio parecía querer dejar atrás. Cuando piensas que la historia va a seguir un camino determinado, te encuentras con giros argumentales (en ocasiones, además, bastante poco lógicos) que cambian por completo la historia, hasta el punto que podríamos decir que hay momentos en que sólo la presencia del personaje principal, Hoche, te hace pensar que sigues leyendo la misma novela. Bien llevados, estos constantes cambios de trama podrían dar dinamismo a la historia y garantizar su no estancamiento. Pero, desdichadamente, no están bien llevados. Después de terminar el libro, con una perspectiva global de la historia que acaban de contarte, te das perfecta cuenta de que algunas partes sobran y parecen un mero añadido para alargar la historia. Además, el final resulta bastante desconcertante: sin apenas razones, gran parte de los personajes parecen cambiar de motivación casi por entero y te deja la sensación de que el autor acaba de sacarse de la manga buena parte de la resolución de la historia, como si inicialmente tuviera en mente algo completamente distinto para el desenlace, que ha cambiado a última hora.

   Pero no es que todo sea malo en Estigma de condenación. Resulta particularmente interesante, al menos en un principio, la evolución de Karl Hoche (lo que podríamos decir, en realidad, que es el verdadero argumento de la novela). De ser al principio un militar disciplinado casi hasta la ingenuidad, un hombre duro con una visión del mundo en blanco y negro, y un fuerte sentido del honor y el deber, va cambiando ante nuestros ojos conforme despierta a la realidad que subyace bajo la capa de apariencias que le rodean. Descubrirá a su pesar que no está tan claro quiénes son sus enemigos y quiénes sus aliados, y que el ejército al que sirve no es la institución férrea y honorable de la que creía formar parte. Su aprendizaje como espía corre paralelo a este despertar, e incluso asistiremos a su progreso en los modos de la Untersuchung a lo largo de un capítulo que seguramente está entre lo más logrado del libro, y en el que se nos deja más claro si cabe las fuentes de la historia: como en una novela de espías o un capítulo de Expediente X, escenas aisladas y concretas, todas ellas precedidas de la localización, fecha y momento en que tienen lugar, nos van mostrando el rápido desarrollo de las capacidades de Hoche como agente secreto. Un detalle curioso.

   Desgraciadamente hacia el final de la historia, como todo lo demás, el cuidado con el que se trata esta evolución del personaje se viene abajo y casi de la noche a la mañana nos encontraremos con un Hoche que empieza a actuar de forma incomprensible e ilógica, y se pierde la credibilidad que hasta ese momento se mantenía.

   ¿Cuál es la conclusión? Pues que, me temo, la impresión que me queda es que el autor, o bien no consigue desarrollar la historia con los elementos que él mismo había establecido en principio, o bien se cansa y pierde interés en ella, intentando rellenar páginas y terminarla de cualquier manera; a partir del capítulo 11, aproximadamente, esto se hace especialmente patente, y el interés del lector decae de forma paralela. Y es una verdadera pena, porque, de haber continuado con esos planteamientos iniciales de "historia de agentes secretos en un mundo fantástico", y quizás haberle añadido una dosis mayor de humor y mala leche (que los tiene, pero sólo en breves destellos), podría haber resultado algo infinitamente más divertido.

   Al menos, eso sí, resulta original frente a la mayoría de novelas de franquicia del mismo tipo, y, en cierto modo, se agradece que, por una ocasión, el héroe no trate de salvar al mundo sino más bien a sí mismo.

 

© 2004 Xnthos para cYbErDaRk.NeT
Prohibida la reproducción sin permiso expreso del autor

 

2004-06-07 12:06   Harry Dickson
Tal y como lo cuentas tiene buena pinta...y por lo menos quedamos avisados de las taras de la novela.
2004-06-05 14:52   Loren
¿Y porqué no se deben leer libros de este tipo? No todos ellos son basura. De vez en cuando sale alguno bastante bueno, la verdad... pero su función es la de entretener, y en un libro se busca eso además de otras cosas. De vez en cuando, un libro de este tipo no viene mal del todo... ;-)
2004-06-02 15:32   Barón Corvo
Propongo que se dejen de comentar esta suerte de librillos por encargo, y sean basados en juegos de rol, de tablero o de cartitas. Hagamos de cyberdark un lugar más... respetable.
2004-05-31 20:08   Loren
Buena crítica del libro. No lo he leído, pero por lo comentado, me han entrado ganas de hacerlo... y eso que no he leído aún nada de Warhammer, pero por algo hay que empezar. Mejor por este.