Este artículo ha sido leído
18723 veces
Por Strega
[ La magia de la seducción ]
[ Crítica: La Orden del Fénix ]
[ El ataque de los Muggles ]
[ Análisis: La Orden del Fénix ]
Gracias a Rita por confiar, a Carlitos por presionar y a
Rafa por corregir. Dedicado a Ale y a la BPC.
|
|
Harry Potter y la piedra filosofal |
|
Harry Potter es un éxito literario, cinematográfico y comercial,
de eso no hay duda. Los personajes de los libros ya forman parte del imaginario de gran
parte de quienes vivimos el naciente siglo XXI, y las polémicas alrededor de su autora,
J. K. Rowling, o sobre el contenido de la obra no son pocas. Así, es común encontrar
alrededor del mundo legiones de quienes se dicen seguidores o detractores; lo difícil es
que Harry Potter pase desapercibido. A continuación presento algunas reflexiones
personales sobre los motivos por los que los libros de Harry Potter cautivan y
encantan a tantas personas en el mundo.
Con sus libros, Rowling ha logrado que niños, jóvenes y adultos
sigan con entusiasmo la historia del niño/adolescente mago. La obra está escrita
conservando el justo y delicado equilibrio que, por un lado, satisface las expectativas
del lector y, por el otro, ofrece las sorpresas que tanto gustan y atraen al público
infantil; definitivamente no es una historia nueva, pero la autora rescribe las viejas
historias infantiles sumando elementos novedosos.
A lo largo de las novelas encontramos diversos pasajes y
personajes (motivos) clásicos de la literatura infantil: brujas, magos, salamandras,
dragones, mandrágoras, trolls, fantasmas, perros de múltiples cabezas, unicornios,
pegasos, centauros, libros que gritan, llaves que vuelan, espejos que muestran los
deseos más profundos de quien se mira en ellos; incluso resulta un interesante ejercicio
buscar las fuentes de que se nutre J. K. Rowling para recrear el universo mágico de
Potter. Aunado a esto, la estructura narrativa de la historia crea siempre suspenso y
expectativas que nos hacen continuar adelante buscando las respuestas a los pequeños
misterios en torno al gran reto que se plantea al protagonista en cada libro. Asimismo,
los ingredientes básicos de la historia, fundamentales para comprender el posterior
desarrollo de Harry Potter, son presentados siguiendo los cánones de la narrativa
fantástica (1); incluso algunos de los motivos utilizados por
Rowling en la construcción de su historia son característicos del discurso de lo
fantástico, y están ya presentes, por hablar de un referente, en la literatura medieval
(2).
Pero esto no es todo. Hay algo más en la historia del alumno de
Hogwards que atrapa al lector y le hace seguir con entusiasmo sus aventuras, porque si
bien es cierto que la marca Harry Potter significa muchos millones de dólares, hasta
donde se sabe no fue producto de sesudos, científicos y meticulosos estudios de mercado,
exploración de audiencias o de diseño de marketing. De acuerdo con declaraciones
vertidas en diversas entrevistas, el éxito de Potter, en todo sentido, ha sido una
sorpresa para su creadora.
|
|
La cámara secreta (Audio CD) |
|
Las narraciones tradicionales que encontramos en novelas,
cuentos, leyendas, películas, obras de teatro, etcétera, siguen un esquema básico:
alguien quiere conseguir algo y debe enfrentarse con diversos obstáculos para obtenerlo.
Esto es, la realización de aspiraciones personales siempre conlleva un esfuerzo. Así,
los personajes principales se convierten en los arquetipos que representan nuestros
ideales, y son ellos quienes suscitan las identificaciones y proyecciones de los
lectores. Estos mismos personajes han sido recreados a lo largo de la historia humana a
través de diferentes versiones, y mediante estos procesos de reescritura pierden algunas
características en tanto que otras nuevas les son atribuidas y se fortalecen
permaneciendo como estables dentro del relato, pero sólo hasta la próxima refabulación
de su historia. A esto se le llama reelaboración mítica
(3).
Hasta donde ha sido posible rastrear en el pasado las
evidencias de la aparición del hombre, ha quedado demostrado que la mitología es una
constante siempre presente, al grado de que “se han realizado hallazgos que
demuestran que aspiraciones y preocupaciones mitológicas ya daban forma a las artes y al
mundo del homo sapiens” (4).
Roman Gubern en la introducción de su libro Máscaras de
ficción, señala que, después de hacer un somero análisis de los personajes
emblemáticos del imaginario colectivo desde la Revolución Industrial, sobresale el hecho
de que estos personajes fueron, principalmente, “producto de la intuición de sus
autores, cuando no provinieron directamente de sus sueños o de sus ensueños de
duermevela” (5). Más adelante señala que las novelas actuales
“nacen de la convergencia del imaginario de cada autor con la receptividad selectiva
de la sociedad en que vive y sus personajes son más que fantasmas que propone a su
entorno, de manera que, si poseen una funcionalidad gratificadora en relación con las
expectativas latentes en su tejido social, prosperan y se consolidan. En caso contrario
mueren. Las ficciones no se imponen al público, sino que se proponen y su destino es la
fecundación o la esterilidad” (6).
J. K. Rowling, repito, no está contando, en lo esencial, una
historia nueva; más bien nos ofrece, sustentada en una estructura mitológica,
la re-visión de lo que Joseph Campbell llama “La Aventura Mitológica del Héroe: el
héroe inicia su aventura desde el mundo de todos los días hacia una región de prodigios
sobrenaturales, se enfrenta con fuerzas fabulosas y gana una victoria decisiva; el héroe
regresa de su misteriosa aventura con la fuerza de otorgar dones a sus hermanos”
(7).
|
|
El prisionero de Azkaban |
|
En el primer capítulo de la obra son planteados los elementos
básicos que, como lectores, necesitaremos para seguir la historia de Harry Potter: Un
día en apariencia normal, verá su cotidianidad trastocada por una serie de eventos
extraños (gatos que aparentemente leen mapas, gente con ropa extraña en las calles,
lechuzas volando por la ciudad). Asistimos a esta extrañeza a través de los Dursley,
una familia orgullosa de ser muy normal. La señora Dursley y la señora Potter son
hermanas, y los Dursley guardan cautelosamente un secreto: los Potter son magos. Es a
través de la profesora McGonagall (quien puede transformarse en gato atigrado) y de un
anciano, el profesor Dumbledore, cuya descripción es imposible alejar de la de Merlín o
Gandalf, que sabremos el porqué ese día es excepcional.
Lord Voldemort, un mago que durante 11 años atemorizó a sus
iguales a tal punto que su nombre dejó de pronunciarse (8), dio
muerte a los Potter y también quiso matar al hijo de los Potter, a Harry. Pero no
pudo. No pudo matar a ese niño. Nadie sabe por qué ni cómo, pero dicen que como no pudo
matarlo, el poder de Voldemort se rompió... y que ésa es la razón por la que se ha
ido.
Este niño extraordinario, Harry Potter, ahora huérfano y con
un enorme misterio a su alrededor, es el sobrino de los Dursley, y Dumbledore, él único
hombre a quien el desaparecido Voldemort temía, ha decidido que Harry crecerá en casa de
gente normal, con sus tíos. La profesora McGonagall no apoya la decisión:
¡Esa gente jamás comprenderá a Harry! ¡Será famoso... una leyenda... no me
sorprendería que el día de hoy fuera conocido en el futuro como el día de Harry Potter!
Escribirán libros sobre Harry... Todos los niños del mundo conocerán su nombre. La
respuesta de Dumbledore indica el peligro de tal destino… y el camino que el heredero de
los Potter seguirá para lograrlo: Sería suficiente para marear a cualquier niño.
¡Famoso antes de saber hablar y andar! ¡Famoso por algo que ni siquiera recuerda! ¿No se
da cuenta que será mucho mejor que crezca lejos de todo, hasta que esté preparado para
asimilarlo?
A partir de ahora seremos testigos del crecimiento de Harry
Potter, a quien una gran catástrofe ha dejado marcado física, social y emocionalmente.
No será nunca “normal”; por lo general jugará el papel de “extranjero”, vivirá con la
sensación de exilio; posteriormente, cuando descubra el mundo de la magia verá que
también ahí es excepcional, porque su estirpe, su pasado, determinan uno de los
objetivos de su vida: luchar contra las fuerzas del mal. Su lucha se desarrolla de
manera más o menos clandestina ya que de otra manera sería difícil vivir sus aventuras,
pero siempre cuenta con amigos y guías que le ayudarán a salir adelante o le darán
“pistas” de cómo continuar. Harry es noble, buen amigo, fiel, leal, humilde, bondadoso y
servicial. Y ésta es una descripción que perfectamente, modificando algunos elementos o
adicionando otros, podría ser la de casi cualquier héroe mitológico.
|
|
El cáliz de fuego |
|
El día de su cumpleaños número once, a las doce de la noche
(fecha y hora umbrales, puertas hacia el otro mundo) y en medio de la una tormenta, el
Mensajero del Otro Mundo (Hagrid) le hará entrega de un sobre que será el
desencadentante, el Llamado a la Aventura. Decide escuchar y asistir al llamado y
a través de sus experiencias en el Otro Mundo vivirá un proceso de aprendizaje y
crecimiento, porque el héroe se desarrolla a través de La Aventura
(9); es allí donde crece y alcanza su plenitud.
En las sociedades actuales donde las perturbaciones
psicológicas, complejos de inferioridad, frustraciones, escasas expectativas de
superación y crecimiento económico y personal son pan de cada día, donde el individuo se
ve diluido y desdibujado frente a los procedimientos cada vez más mecanizados y
sistematizados de trabajo, donde frente a la infinita posibilidad de la inmediatez de
los medios masivos de información existe el creciente sentimiento de soledad, donde la
rutina y la monotonía invaden los espacios de vida, los héroes encarnan las expectativas
y deseos de aventura y movilidad, de superación y crecimiento, de posibilidad de hacer y
crear que nosotros los ciudadanos comunes y corrientes alimentamos y no podemos
satisfacer.
La obra de Rowling tiene una función liberadora, nos permite
soñar con una realidad más positiva, nos abre las puertas a un mundo paralelo lleno de
prodigios, pero perfectamente creíble y lógico, dentro del cual es posible alcanzar los
ideales del bien y la verdad. Un universo donde los niños son capaces de resolver los
problemas de los adultos. Y este universo de posibilidades que nos brinda la saga de
Harry Potter está impregnado de esas historias ejemplares que desde el principio de la
humanidad han guiado el camino de los hombres; tal es la razón de su éxito. Y es que
“el mito es la entrada secreta por la cual las inagotables energías del cosmos se
vierten en las manifestaciones culturales humanas. Las religiones, la filosofías, las
artes, las formas sociales del hombre primitivo e histórico, los primeros
descubrimientos científicos y tecnológicos, las propias visiones que atormenta el sueño,
emanan del fundamental anillo mágico del mito”.(10)
Cuando me adentro en el tiempo de los Mitos me asombro, me
maravillo, me sorprendo, me atemorizo, incluso me aterro al descubrir cómo sus historias
hablan de nosotros. Los años y los siglos pasan, la técnica y los inventos se suceden,
pero lo que nos hermana, lo que nos hace humanos, sigue en nuestra mente, en nuestro
espíritu, en nuestros genes, en nuestra memoria colectiva o donde sea que se resguarden,
para ayudarnos en la gran aventura que inicia cuando nos preguntamos:
“¿quién soy?”
Notas
(1) Los relatos fantásticos se caracterizan porque existen
discrepancias entre dos sistemas de realidad dentro del relato La narrativa
fantástica tiene como principal característica la existencia de un conflicto (al
interior del texto) de dos sistemas de realidad, nos obliga, como lectores, a entender
un funcionamiento del mundo, para luego trastocar este orden.
(2) Las Fechas Umbral por ejemplo; en los relatos
artúricos medievales, el “llamado a la aventura” se efectúa durante la celebración de
Pentecostés, para Harry es el día de su cumpleaños. Por otro lado encontramos la
“frontera de agua del Otro Mundo”: atravesar un río, la caída de una enorme tormenta,
una cortina de niebla; el agua es uno de los límites (además de las montañas y los
bosques) entre el mundo de los hombres y el Otro Mundo; En Harry Potter y la
piedra filosofal, esta frontera está claramente dibujada en la noche de tormenta en
aquella isla donde es revelada al protagonista su naturaleza como mago y recibe la
invitación para ingresar al Otro Mundo.
(3) Cfr. Gubern, Roman, Máscaras de ficción,
Anagrama, 2002.
(4) Campbell, Joseph, Mitos, pag. 6.
(5) Gubern, Roman, Máscaras de ficción, pag. 8.
(6) Idem, pags. 10 – 11.
(7) Campbell, Joseph, El héroe de las mil caras.
Psicoanálisis del mito, pag. 35.
(8) El nombre es identidad, perder el nombre es perderse a
uno mismo. Los caballeros medievales corrían aventuras tratando de ganar o recuperar su
nombre, de obtener reconocimiento (El caballero de la Carreta, El bello desconocido);
por otra parte, la voz es un arma poderosa, las palabras justas pronunciadas
adecuadamente pueden atraer bienes... o desgracias; no se nombra algo para No Invocarlo.
Pero también, nombrar a las personas y los objetos también nos lleva a familiarizarnos
con ellos, los convierte en parte de nuestra cotidianidad.
(9) La Aventura es un tiempo lleno de cambios frente al vacío
y la rutina de la vida cotidiana. El tiempo en La Aventura es de quienes la viven; la
relación que con él se establece es apasionada y va más allá de cualquier convención,
porque puede convertirse en un aliado invencible o en implacable tirano. Durante La
Aventura las leyes del mundo normal quedan temporalmente suspendidas o definitivamente
abolidas. El universo de certezas se ve trastocado. Durante La Aventura, por más que el
héroe esté acompañado, nadie puede decidir por él, porque sólo al héroe corresponde
tomar decisiones ya que de ellas dependerá el curso de la historia, porque no existe una
salida única y predeterminada para las situaciones que se presentan: la aventura es
insegura e imprevisible. Todo en La Aventura está caracterizado por su intensidad, el
esfuerzo que exige, por la creciente sorpresa y la pasión que despierta. Y algo
fundamental: siempre está presente el peligro latente de la muerte, presencia por cierto
nada ocasional, más bien esencial. Porque en La Aventura, es a la muerte a quien se
desafía.
(10) Campbell, Joseph, El héroe de las mil caras.
Psicoanálisis del mito, pag. 11.
|