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El contrincante,
de Elia Barceló
Portada: Simon Marsden
Editorial: Minotauro – Hades
(2004)
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Elia Barceló
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Vorkosigan, Septiembre 2004
Elia Barceló es, sin ninguna duda, una de las escritoras más destacadas de la
ciencia ficción española, aunque a lo largo de su amplia carrera ha tocado diferentes temas y géneros.
En esta novela tenemos una muestra más de su versatilidad, que inaugura la colección de terror de la
editorial Minotauro: Hades. El libro está bien editado, como suele ser habitual en la casa, y tanto el
tamaño de letra como el papel hacen la lectura agradable. La portada, aparentemente clásica, adquiere
más significado después de la lectura del libro.
La acción se inicia en alguna gran ciudad española de la que no se cita el nombre,
situándose a principios de los años 90. En ese escenario cotidiano magistralmente descrito, el
protagonista, Jorge, ha visto desaparecer a su novia de forma inexplicable. Esta situación le crea una
profunda inestabilidad emocional que le hace pedir ayuda médica. Pero conforme nos adentramos en la
investigación de las causas y motivos de la desaparición, la trama se complica, aparecen nuevos
personajes y las cosas dejan de ser como parecían.
La primera parte de la novela se concentra en la presentación de los personajes,
muchos de ellos clásicos en las obras de terror: poseídos por el demonio, policías incrédulos, monjas
videntes, sacerdotes que "saben", investigadores, mediums, mujeres y hombres totalmente ajenos y
asombrados ante lo que esta sucediendo. Y poco a poco los acontecimientos nos van llevando al verdadero
escenario, ese lugar buscado desde casi la primera página: un pueblo abandonado de la España profunda.
Este tema de la España rural como escenario de hechos abracadabrantes no es la primera vez que aparece
en la narrativa de Elia Barceló, ya que también lo encontramos en "Ritos", un cuento inquietante de
recomendable lectura. Cuando lleguemos allí veremos incorporarse nuevos elementos narrativos y también
tendrá lugar el desenlace de esta especie de round en el enfrentamiento entre Dios y el
Contrincante, que, por supuesto, no es el último ni el más importante, sino tan solo uno más.
Todo ocurre sin pausas, no hay tiempo para aburrirse y el ritmo va a paso rápido,
de modo que la trama no llega a decaer en ningún momento. Las sorpresas se suceden y aunque muchas son
típicas (criptas, laberintos, oscuridad…) no son tópicas, ni vulgares.
Un elemento importante en la narrativa de Elia son los personajes, uno de sus
principales activos. La mayoría, como es habitual en ella, resultan próximos y totalmente creíbles
(Jorge, la psiquiatra, los médicos del hospital, los policías,…), su perfil está perfectamente trazado
y terminamos por esperar sus reacciones, que podrían ser las nuestras en las mismas situaciones. En
contrapartida a estos personajes más cercanos a nuestra realidad, nos encontramos con los "otros",
entre los que destaca el MAL; sí, el Mal con mayúsculas que se muestra en muy diferentes formas,
poseyendo de forma voluntaria o involuntaria a las personas hasta el punto de convertirse en el
centro de todo el relato. Es importante señalar que la caracterización de estos "otros" personajes
no es nada fácil, teniendo en cuenta que se suele caer con ellos en el amaneramiento y los tópicos
evidentes. No veremos nada de eso aquí. La autora muestra una gran preocupación porque entendamos
sus motivos y hacérnoslos creíbles, hasta el punto de sentirnos -en algunos casos- incluso
identificados con ellos.
Aunque El contrincante aparece en una colección de terror, y sin duda
tiene elementos propios del género, tendríamos que decir que no es una obra de terror en el sentido
clásico. Su fin no es producir miedo, al menos el miedo típico que no te deja levantarte de la silla
y te lleva a pensar si algo amenazante te espera detrás de la puerta. En este sentido no se puede
decir que sea un libro de miedo, porque no lo da. Se trata de un miedo metafísico, que aparece a
posteriori, como una carga de profundidad y, finalmente, nos pone frente a frente a temores que
tenemos alojados muy profundos en nuestro interior, en ese lugar donde tienen lugar las preguntas
trascendentes. Estamos, por tanto, ante una reflexión sobre el Bien y el Mal y el motivo de su
presencia en nuestras vidas; sobre el hombre y su papel en ese universo que no tiene por qué
comprender y que, de hecho, apenas puede vislumbrar y en el que es, en el fondo, un peón que otros
mueven a su antojo.
Todos los elementos están mezclados, aunque no causan sensación de revoltijo.
Es una novela muy bien escrita que se lee con fluidez y facilidad. Pero en esa aparente sencillez
se esconde una obra de mayor calado, madura y reflexiva, una verdadera reflexión en toda regla sobre
la naturaleza del Bien y del Mal, la predestinación y el libre albedrío, el hombre y el demonio. O
también cabría decir, del hombre y sus demonios.
Sin duda que es un título muy interesante, que aun tocando temas profundos no
pierde la amenidad que agradará a los amantes del género. Es de esos raros casos en los que un libro
hace que conversemos con nosotros mismos agradablemente, pero no por ello de forma superficial.
Tiene pasajes muy impactantes, de esos que se recuerdan mucho después de haber terminado la lectura
y que le dan un valor añadido tan poco frecuente, la verdadera marca que señala al escritor de raza
y lo destaca por encima de los escritores a secas.
No tengo dudas de que El contrincante contentará a los muchos seguidores
de Elia y a todos los que la conocen por otras obras aunque no sean seguidores suyos. Y a aquellos
otros que lean la obra sólo por curiosidad, querría decirles que posiblemente estén ante una novela
destinada a convertirse en un referente del género escrito en castellano.
Links:
Entrevista con la autora
Relato "Piel"
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