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Hacia el teorema del punto fijo,
de José Cuervo Álvarez
Portada: Koldo Campo
Editorial: Espiral
Ciencia Ficción nº 32
(2004)
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José Cuervo Álvarez
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J. Javier Arnau (Javier), Diciembre 2004
Novela sobre viajeros en el tiempo... a la española. Y esto no tiene ningún doble
sentido, ni peyorativo, ni ningún otro. Es un dato objetivo; la acción de Hacia el teorema del punto fijo se desarrolla en
las minas asturianas y en los parajes que las rodean. ¿Es esto bueno, malo, o indiferente?; pues depende
de la calidad de la novela, no de su ubicación.
Hay gente a la que sí le echa bastante para atrás que el autor sea español, y que
además sitúe su acción en localidades conocidas. Bueno, es un prejuicio que modestamente estamos tratando
de desarraigar desde estas líneas. Reseñamos las novelas como tal, y no porque sean de tal o cual autor,
o se desarrollen en una localización u otra. Hay autores que jamás pisarán la Tierra, y otros que
prácticamente no saldrán de ella; asimismo, pueden usarse localizaciones más o menos exóticas,
o cotidianas. Me viene ahora a la memoria una gran novela de Gabriel Bermúdez Castillo, Salud mortal,
en la que desarrolla una dictadura médica en una España del futuro próximo –más concretamente con sede en
Madrid–. Asimismo, el comienzo de La mirada de las furias, de Javier Negrete, se da en España,
aunque enseguida se traslade la acción a otros planetas. Luego tenemos, evidentemente, libros como
Cuentos fantásticos de la España profunda, cuyo título lo dice casi todo. Y hay más, tanto en
relatos como en novelas. Pero como ejemplo ya tenemos suficiente, ¿no?.
Así que, ¿porqué no una historia de cf política ambientada en las minas asturianas
–que tan bien conoce el autor, dado que es Ingeniero Superior de Minas–?; ¿tendría algo que ver con la
calidad del relato que la historia se desarrollase en las minas del Planeta X? –me acaba de venir a la
mente la película de Alex de la Iglesia Acción mutante, con su planeta minero Axturias, sus naves
con nombres como Virgen del Rocío, etc.
Creo que ya habréis entendido lo que quiero decir, así que ya va siendo hora de que
empecemos con la crítica propiamente dicha.
Tal como lo iba leyendo, siendo una historia que mezcla viajes en el tiempo con
economía, política, medios de comunicación, ecología y etcéteras varios, me iban acudiendo a la mente –vaya,
parece que es el día de los recuerdos– novelas como El fin de la Eternidad, La Luna es una cruel
amante, Incordie a Jack Barron, etc, etc...
En este caso, considero que al libro le sobran unas cuantas páginas; ya en el
prólogo, el editor comenta que el texto sufrió dos remodelaciones, alguna provocada por el tema de la
extensión. Sin llegar a ser indigesto en extremo, hay situaciones que se repiten varias veces a lo largo
de la novela. Lo peor es que suelen ser explicaciones, lo que hace más farragosa la lectura. Y, para más
INRI, esto pasa en las partes científicas, que a veces se hacen, tanto por su complicación como por su
reiteración, algo pesadas.
Igualmente, en algunas ocasiones el lenguaje que emplean los personajes parece no
encajar con sus personalidades. Comentar que en su mayoría son ingenieros, físicos, abogados, etc; y a veces
parecen que estén hablando entre ellos como una pandilla de amigos mientras practican botellón. Pero
bueno, sucede en ocasiones, y la acción no se resiente enormemente por ello.
Son dos datos a tener en cuenta; el que a veces se repitan ciertos temas –y no creo
que sea para hinchar artificialmente la novela, ya que ésta supera las 300 páginas, y sin tantas
repeticiones, quedaría de todas maneras un volumen adecuado al tamaño libro–; y que el lenguaje no esté
totalmente afinado al tono de los personajes.
En su desarrollo nos encontramos con viajero(s) del tiempo al estilo de El fin de
la Eternidad, aunque aquí trabajan más para beneficio propio que por el bien de la humanidad –también
me recuerdan escenas de las fundaciones asimovnianas–, o de la novela
En el país de los ciegos,
aunque en éstas no haya viajes en el tiempo, sino predicciones a largo plazo sobre las que se puede influir;
así, en unos casos se influye directamente con el viaje, y en otros con acciones basadas en las predicciones
del futuro, ya sea mediante la psicohistoria, o mediante la cliología.
El protagonista de la historia, Ingeniero de minas, encuentra unos papeles en un terreno
de su propiedad; con la ayuda de una física amiga suya, y con su(s) yo(s) del futuro, hacen realidad el viaje
en el tiempo. Rodeando a todo esto, grupos ecologistas quieren paralizar las explotaciones mineras, luchas
de poder entre y dentro de las compañías, policías corruptos, medios de comunicación que se venden al mejor
postor, ambientes universitarios malsanos...
El viaje en el tiempo se utiliza prácticamente para corregir estas situaciones en favor
del protagonista, que se ha visto atrapado en toda esa maraña. Sus yoes futuros van pasando información
a los anteriores, y así se van acumulando los conocimientos retroactivamente, dándose paradojas como
que el más cercano al protagonista en el tiempo termine acumulando más conocimientos que el más avanzado en
el tiempo, haciendo así posible la construcción de la máquina del tiempo, gracias a conocimientos que no
existirían si no viniesen del futuro gracias a esa máquina que no se podría haber inventado... y así
sucesivamente...
Mezclando todo lo comentado, viajes en el tiempo, paradojas, grupos de presión, medios
de comunicación, etc, sale una novela más que estimable. Si a eso le restamos lo comentado de las
reiteraciones y el lenguaje usado en ciertos momentos, nos quedamos con una buena novela, que sí que aconsejo,
aunque al principio os haya parecido que iba a decir lo contrario. Pero no nos engañemos; Hacia el teorema
del punto fijo es buena, aunque, según mi opinión, aún habría que pulirla –desconozco la obra original,
y en qué han consistido las dos revisiones a las que la ha sometido el autor, pero mi opinión es esa–.
Y como siempre sucede con los libros de Espiral, el precio muy, muy ajustado a la
calidad/cantidad, siendo en este caso –como en casi todos los anteriores, creo recordar–, de 11€. Muy buen
precio visto el resultado final.
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