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La edad de oro
de John C. Wright

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La edad de oro,
de John C. Wright

Título original:
The Golden Age: A Romance of the Far Future

(2002)

Portada:
Maciej Garbacz

Traducción:
Carlos Gardini

Editorial:
Bibliópolis
Bibliópolis Fantástica nº 19 / La edad de oro 1
(2004)


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John C. Wright

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Raúl Ruiz (Nemes), Enero 2005

   Hace poco tiempo se anunciaba la muerte de la ciencia ficción por una grave carencia de autores nuevos que escribieran novelas interesantes como "las de antes". Colecciones como Bibliópolis Fantástica o Solaris Ficción se han empeñado en demostrar, mes tras mes, que la grave carencia estaba en el mercado español, en el que sólo se traducía, editaba y reeditaba a los de siempre, y han iniciado una campaña de publicación de autores desconocidos o "menores" casi sin precedentes. Entonces descubrimos que la cosa no acaba en el último mamotreto de Card, Bear o Brin o en la reedición de turno de Niven, que hay gente allí fuera escribiendo novelas que resisten (sino vencen) en la comparación con las que se escribieron hace 30 o 40 años. Después de todo el género no ha muerto, ni parece que lo vaya hacer en un periodo corto de tiempo

   Pese a que no se puede asegurar que la ciencia ficción actual esté inmersa en una tendencia clara (de la manera que podríamos identificar a comienzos de los 70 con la new wave, los 80 con el cyberpunk o los 90 con el hard), los nuevos autores sí que suelen moverse por unos parámetros comunes: existe una corriente actual que gira alrededor de la space opera post moderna apadrinada por Iain M. Banks, también una que orbita alrededor del tecnothriller post cyberpunk, encontramos el new weird (aún demasiado joven y pequeño para constituir un movimiento) donde las fronteras entre ciencia ficción, fantasía y terror se diluyen, tan postmodernos ellos. Priman temas de rabiosa actualidad científica como la nanotecnología, la manipulación genética, la grabación de conciencias y personalidades en formatos digitales,...

   En este panorama de gran fertilidad surge un nuevo autor; John C. Wright.

   La humanidad ha alcanzado la utopía final. La inmortalidad es un hecho, los seres humanos son cuasi dioses de gran poder que viven en un estado de máxima contemplación, IA’s ultrainteligentes deciden por el ser humano y velan por su seguridad, enfermedad, dolor y penuria son conceptos aplastantemente anacrónicos y ya casi nadie recuerda la última vez que se cometió un delito... en vísperas de la Trascendencia, un evento tan importante que sólo sucede una vez cada diez mil años. El rico y poderoso Faetón, de la casa Radamanto, descubre lagunas de cientos de años en su memoria. Descubre que alguien le ha hecho olvidar ciertos actos del pasado con su propio consentimiento y se embarca en una búsqueda desesperada por la verdad... una búsqueda que, sin saberlo, podría decidir el destino de la humanidad.

   Del estilo de Wright podemos decir que es preciosista, descriptivo y barroco (aquí, el concepto de horror vacui se hace válido como término literario), a ratos abrumador y difícil de seguir. Wright crea un mundo donde la Realidad (así, con mayúsculas) es un concepto obsoleto: existen muchos niveles debido a la enorme cantidad de capas de realidad virtual superpuestas que coexisten y donde los seres humanos, plagados de circuitos bioinformáticos, poseen un poder limitado únicamente por la voluntad de la IA’s que velan por su seguridad.

   Construye con gran vividez y detalle toda una serie de personajes memorables, a los cuales vamos conociendo debido a la amplias disquisiciones filosóficas, éticas y socio-político-económicas (toma ya!) que acometen. De entre todos destaca sobremanera el protagonista principal, Radamanto, una criatura mezcla de Zaratustra y Bakunin amnésicos cuya tenacidad y voluntad de triunfo harían llorar de alegría al mismismo Nietzsche y que, precisamente, debido a esta obstinación (cabezonería, más bien), se ve arrastrado a una situación digna de una tragedia clásica. Comparación nada gratuita, por cierto. Durante la lectura tuve en varios momentos (que me permitiré no mencionar para no chafar determinadas sorpresas que aguardan en sus páginas) la sensación de estar leyendo una tragedia griega: los escenarios, el escaso número de personajes, su patetismo, los deus ex machina (falsos o no, eso es harina de otro costal), el destino que, por más que el protagonista es precavido, se muestra inevitable,...

   Todo esto hace de La edad de oro una novela densa y difícil de leer pero que, afortunadamente, no resulta víctima de su propia ambición de opera prima, y se revela como una lectura extremadamente adictiva y absorbente. Y es que una vez Faetón empieza su particular singladura, es casi imposible cerrar el libro y abandonarle.

   Wright es, sin duda alguna, un escritor de su tiempo; encontramos ideas científicas y técnicas de alta complejidad, en la línea del hard más ortodoxo. La nanotecnología, la manipulación genética y la grabación de conciencias en formatos digitales son omnipresentes. Del mundo que construye podemos decir que es, de una manera muy evidente, post cyberpunk, poblado de redes de comunicación instantánea de una inmensidad y potencia inconcebibles para nosotros, con una IA’s de inteligencia divina. También encontramos muchos elementos propios de la space opera mas banksiana; en La edad de oro todo es macro: las naves son gigantescas, los proyectos de ingeniería espacial casi ridículos por su complejidad y tamaño, los ordenadores prácticamente todopoderosos,...

   ¿Qué es lo que hace a este nuevo escritor destacar por encima de sus colegas contemporáneos y que sea alguien a tener muy en cuenta?

   Pues el que de la misma manera que podemos detectar todas las características que hacen que una novela de ciencia ficción escrita en la primera década del siglo XXI sea identificable como tal, también nos encontramos fuertes ecos de los autores "clásicos" (si es que a un género que aún no ha cumplido sus primeros 100 años tiene autores clásicos). Cordwainer Smith, Jack Vance, Olaf Stapledon, Arthur C. Clarke, Asimov, Pohl, Dick o Bester son algunas de las voces que de manera más clara han influenciado a Wright. La edad de oro es un de esos escasos libros en lo que el autor consigue rendir homenaje a todos sus referentes y autores predilectos sin perder su voz propia y caer, así, en el simple plagio. Estamos ante un todo multirreferencial que proporciona momentos de lectura muy intensos y constituye un sentido homenaje a este primer siglo de ciencia ficción.

   De una manera incomprensible, La edad de oro se encontró apartada de todos los grandes premios. Ni siquiera ha estado nominada al Hugo, Nebula ni Locus. Quizá por desconocimiento, quizá por desidia o falta de campaña publicitaria. Sea como fuere, se trata de la mayor injusticia vivida en el seno del género en los últimos años. Es verdaderamente increíble ya que estamos ante un libro que si bien no alcanzará grandes cotas de popularidad y ventas, debido a lo abstruso que resulta a ratos, una vez leído uno no puede desprenderse de la sensación de que tiene el potencial para marcar el camino como en su día hizo Neuromante sobre el resto del panorama de la ciencia ficción.

   Quizá no sea el mejor libro de género que se vaya a escribir en esta primera década de siglo. Pero sí podría haber sido el más importante por influencia (lo cual podría parecer mucho tratándose del primer volumen de una trilogía que ni siquiera sabemos cómo acaba de desarrollarse). Y no tiene ningún premio, ya sea este grande o pequeño, y lo ha tenido que publicar en España una editorial pequeña (aunque ya casi indispensable) como Bibliópolis.

   Ironías de la vida.

   Por nuestra parte, como lectores, sólo podemos felicitarnos por tener la oportunidad de leer esta excelente novela y esperar que las próximas entregas mantengan el nivel.

 

© 2005 Raúl Ruiz (Nemes) para cYbErDaRk.NeT
Prohibida la reproducción sin permiso expreso del autor

 

2005-02-09 03:19   KAT
¿porque es tan dificil conseguir estos titulos en Latinoamerica? Espero encontrarmelo algun dia en una libreria para poder escirbir un comentario.
KAT
2005-02-08 22:59   Rotuar
" De entre todos destaca sobremanera el protagonista principal, Radamanto, una criatura mezcla de Zaratustra y Bakunin amnésicos"

... Ejem ... No . El protagonista se llama Faeton. Radamanto es el ordenador de la Escuela Plata Gris a la que pertenece . :)

A parte de eas chorradilla la reseña esta bien.
2005-01-31 18:31   alpilistra
La crítica me ha animado a leer el libro pero el saber que es una trilogía me echa para atrás hasta que no estén publicados los tres libros en español, no sea que me pase como con Otherland, que me ha encantado, pero del que, me temo, no conoceré el final (ni siquiera está traducido aún). Es una lástima que se publique la ciencia ficción y la fantasía tan mal como se hace.
2005-01-22 09:13   Luis G. Prado
Lo cierto es que el lenguaje de Wright es sencillísimo. Lo barroco de _La edad de oro_ es el mundo que describe, no el estilo, que es muy funcional, con las gotas justas de lirismo. Vamos, el de la cf de toda la vida.

Por lo demás, creo que Nemes ha plasmado muy bien la sensación que transmite este libro.
2005-01-20 11:01   Señor de la luz
La crítica me anima y me asusta a la vez. Tengo la novela en la pila, pero el comentario de que es una novela "difícil de leer" me echa un poco para atrás, y no sé si empezarla pronto o dejarla para cuando tenga más tiempo.
En cualquier caso una estupenda reseña, gracias.
2005-01-17 10:03   odo
Muchas gracias por la crítica :) No sabía qué leer a continuación (estoy inmerso en "Ciudad Abismo") y creo que me has hecho tomar una decisión: ¡a por "La edad de oro"!
2005-01-16 22:02   Ataulfo
Completamente de acuerdo con la crítica. Estamos ante una novela de ciencia ficción realmente distinta, que aglutina tanto el cyberpunk más agobiante como el sabor de la era clásica. La verdad es que choca que no la nominaran para nada, supongo que después de tantos años la gente acaba acomodándose en cierto tipo de publicaciones, es normal, pasa con todo.
Estoy muy agradecido a Bibliopolis de que haya tenido el valor de sacar esta trilogía, hubiera sido una lastima que no hubiera aparecido en nuestro país.
2005-01-16 20:49   Hidrogen
Buena crítica. La verdad es que La Edad de Oro es una novela maravillosa. Es realmente preocupante que no tenga ningún premio ni haya sido nominada. Luego vas a las librerías y te encuentras un montón de novelas con múltiples premios que no tienen ni la mitad de la calidad de esta. Por otro lado, me alegro mucho de que esta trilogía la edite Bibliopolis.

No sé hasta qué punto va a ser importante para el género; para saberlo habrá que leer la trilogía entera. Pero lo que es prometer, promete muchísimo.