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Últimamente en los foros literarios de esta página se habla mucho de la llegada de
autores europeos no anglosajones, que poco a poco van siendo publicados por las colecciones de género.
Este enriquecedor interés es algo que nos hermana con los lectores de esa Europa que ahora mismo estamos
conociendo y que buscan leer, en la medida de sus posibilidades, lo que se está creando en España. Buena
muestra de ello es lo ocurrido con un autor como Juan Miguel Aguilera, que lleva más de veinte años
escribiendo ciencia ficción.
En el 2001 vio cómo se publicaba en Francia La locura de Dios. Al año se hizo con el
premio Imaginales a la mejor novela de temática fantástica y el premio Bob Morane que se concede en
Bélgica. Dicho éxito no terminó ahí sino que propició la recuperación de una obra previa como
Mundos en la Eternidad, la publicación antes que en nuestro idioma de su última novela, Rihla, y la firma
de un acuerdo para publicar una novela nueva al año con un editor de aquel país. Una cadena de sucesos que rayan con
lo excepcional.
Ya iba siendo hora de que Cyberdark.net le dedicase una entrevista, ésta que tenéis ahora
mismo en vuestros monitores. Una entrevista muy especial en la que son los propios lectores los que le han hecho las
preguntas que han creído convenientes y que, amablemente, ha respondido. En ella se pueden descubrir muchas cosas
sobre su persona, su obra, sus proyectos, su acercamiento a la literatura fantástica, el estado actual de ésta en nuestro
país,...
Ignacio Illarregui Gárate (Nacho)
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Juanmi Aguilera en una reciente visita a Yucatán |
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Minotauro ha publicado en Septiembre tu última novela, Rihla. ¿Qué se encontrará el lector que se
sumerja en sus páginas? (Fidel)
Sobre todo encontrará Aventura. Rihla es por encima de todo una novela de aventuras que he intentado
hacer lo más trepidante posible. Como siempre, he metido mucho de lo que me ha emocionado desde pequeño en sus
páginas y a esto le he dado la documentación cuidadosa a la que me he acostumbrado escribiendo ciencia ficción
hard. Si alguien busca referentes (y es tan viejo como yo), los encontrará en las sesiones triples de cines
de reestreno. En Rihla hay algo de El viaje fantástico de Simbad, de Ray Harryhausen, del
Tarzán de los monos protagonizado por Johnny Weissmuller (la escena del sacrificio de los exploradores aún
me aterroriza), y de una película titulada Los Invasores, protagonizada por Richard Widmark, que era aventura
y fantasía en estado puro. El saborcillo de ese tipo de ese tipo de historias es lo que he pretendido evocar con
Rihla. Pero también he intentado que sea una novela con muchas capas; por debajo de esta intención aventurera
hay también una reflexión sobre los temas que me interesan, como son el encuentro con el Otro, la religión y la
violencia.
La novela parte de un planteamiento inicial similar a La locura de Dios, un viaje iniciático por
parte de unos personajes en un entorno que les resulta incomprensible. Si en La locura de Dios los elementos
que aparecían se podían encuadrar en la ciencia ficción hard, en Rihla se corresponderían con
elementos de ciencia ficción más próximos a lo fantástico. Teniendo en cuenta esto, ¿pueden considerarse las dos
novelas como complementarias? Y, en tal caso, ¿cuál es el nexo en común entre estas dos historias tan aparentemente
diferentes? (Instanton)
Lo de los límites entre la fantasía y la ciencia ficción es uno de los temas más peliagudos en los foros, y
yo asisto siempre muy interesado a estas discusiones, aunque en el fondo es como especular sobre cuántos ángeles
caben en la punta de una aguja. Creo que los límites son muy imprecisos y, sobre todo, creo que las historias más
interesantes se encuentran justo en la frontera. Porque, vamos a ver, ¿Dune es fantasía o ciencia ficción?
¿Los poderes telequinéticos de los Jedi en Star Wars convierte la saga en fantasía? ¿El gen de Teela Brown
hace que Mundo anillo sea una novela fantástica? Son cuestiones complicadas, porque al final es cuestión de
trazar una frontera que delimite algo que ya existe por sí mismo, sin necesidad de límites.
Hace poco leí una crítica sobre Rihla con la que en general estoy de acuerdo, pero que planteaba este
indefinición como un problema. Esto es algo que me interesa; de hecho, en Rihla y en La locura de Dios
hay una reflexión sobre estos límites. Mi conclusión es que lo fantástico está en el ojo del observador. Por
ejemplo, los que lean Rihla se encontrarán con una escena en la que el navío de los protagonistas es atrapado
por una enorme tormenta tropical. Un brujo se enfrenta con hechizos a esta tormenta y, de repente, llega la calma.
Hay un espacio de calma en el centro mismo del huracán, algo que para la supersticiosa tripulación del siglo XVI
tiene una interpretación claramente mágica, pero que para el lector del siglo XXI puede tener otras explicaciones
basadas en la ciencia. En La locura de Dios pasaba algo parecido.
La diferencia entre esta novela y Rihla es que en la primera se iba de una ciencia medieval conocida a
otra ciencia tipo siglo XIX que también resultaba reconocible para nosotros. En Rihla, en cambio, el
protagonista se verá enfrentado a una ciencia tan avanzada que le parecerá mágica a él y que nos parecerá mágica a
nosotros (de acuerdo con la Primera Ley de Clarke). Por otro lado, ambas novelas están situadas en un mismo
escenario, que, a la vez, es el mismo de El Refugio. Si El Refugio es ciencia ficción hard,
La locura de Dios es ciencia ficción medieval y Rihla es fantasía, es algo que está exclusivamente en
el punto de vista que he escogido en cada caso.
¿Hasta qué grado te documentas antes de escribir una novela? (Meteco)
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La locura de Dios |
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Para mí es fundamental. Le doy la máxima importancia. También me gusta leer novelas en las
que el autor se haya documentado convenientemente y no cometa errores como los que salpican una novela tan popular
como El código Da Vinci. Creo que es una cuestión de respeto hacia la cultura de tu
lector. Siempre que escribo sobre un tema de cf hard me preocupa la opinión que tendrá un físico o un biólogo
cuando lea mi novela. Si escribo sobre un escenario histórico, me preocupa la opinión de un historiador.
En sus colecciones, Minotauro está apostando por algunos autores españoles como Javier Negrete, León
Arsenal, Elia Barceló y, ahora, usted. Con algunos de los anteriores se hizo una apuesta publicitaria muy fuerte y
se publicaron un número considerable de ejemplares para las tiradas habituales en las colecciones de género.
¿Considera que Minotauro esta llegando al público no de género? (Excali_vila)
Estoy convencido (y, además, lo he estado hablando con ellos) de que esa es su intención. El problema es que
hay mucha inercia por parte de los libreros y cuando reciben una novela de Minotauro va directamente a la sección de
ciencia ficción. Y hay lectores que no se acercarían ni a un kilómetro de esa sección. Gran parte de la culpa
la tienen las películas de cf, que han creado una imagen que nos perjudica. El cine de cf está usando
un tipo de ciencia ficción que, en la mayoría de los casos, fue abandonado por la literatura del género hace
cincuenta años. Y mucha gente no se toma la molestia de cambiar sus ideas sobre el tema porque no tiene ninguna
razón para hacerlo. Pero algunas de las novelas que ha publicado últimamente Minotauro tienen capacidad para llegar
a un público mucho mayor y sé que se están haciendo esfuerzos en ese sentido.
Rihla se había publicado un año antes en Francia. ¿Por qué parece que le valoran más en el
extranjero que en su propio país? (Excali_vila)
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Rihla |
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Yo no tengo esa sensación. Me siento muy satisfecho de cómo me han ido las cosas últimamente en España. Este
año he sido invitado por la Universidad de Andalucía, por la Fundación Tapies, por la Semana Negra y por Kosmópolis.
Así que lo de "no ser profeta en tu tierra" ya no tiene mucho sentido para mí. Por otro lado, mi novela
La locura de Dios vendió diecinueve mil ejemplares en Círculo de Lectores (según su última liquidación) y
creo que está funcionando muy bien en bolsillo.
Quizá se podría decir que La locura de Dios ha despertado menos interés en el fandom español
(que no entre los lectores en general) que en el francés, donde fue considerada uno de los acontecimientos del año
de su publicación. Pero, al mismo tiempo, Mundos en el abismo recibió en Francia una acogida un tanto más
fría de lo que yo esperaba, teniendo en cuenta el calor al que me he acostumbrado por parte del fandom
español hacia esta novela. Yo creo que son cosas diferentes, no que se me valore más en un sitio que en otro. La
diferencia principal es que Francia es un mercado muy activo y profesionalizado.
Au diable Vauvert compró a Ediciones B los derechos para publicar La locura de Dios en francés y, al
ver el éxito de crítica y público, pasó al ataque y me hizo una oferta muy interesante para conseguir los derechos
de mi próxima novela. Ahora, tras confirmarse con Rihla el éxito entre los lectores franceses, Au diable
Vauvert me ha propuesto editarme una novela al año, sin distinguir si es de ciencia ficción, fantasía o de cualquier
otro tema, pues esta editorial no está especializada en el fantástico. Yo ahora lo veo no desde la perspectiva de
que estoy publicando fuera de España, sino que lo estoy haciendo dentro de Europa. Y tengo la seguridad de que todo
lo que publique en Francia llagará al poco tiempo al mercado castellano, así que todos contentos.
¿Qué le falta a la ciencia ficción española (si es que le falta algo) para introducir sus títulos entre
los clásicos del género a nivel internacional? ¿Promoción-difusión, originalidad, calidad...?(Atlante)
Más lectores. Últimamente he insistido mucho en el tema de Europa, pero es que creo que ahí está el único
camino. Nos hemos acostumbrado a leer todo lo que se publicaba en el mundo de la ciencia ficción anglosajona, lo
bueno, lo malo y lo regular. Y, ojo, soy un gran fan de muchos escritores de ciencia ficción anglosajona; desde
luego, no quiero perderme lo próximo que escriba George R. R. Martin. Pero en general los editores se han
acostumbrado a leer en inglés y a publicar automáticamente todo, hasta la última dragonada aparecida en ese idioma.
Javier Negrete y su Espada de fuego,
León Arsenal y su Máscaras para matar,
han demostrado que se
puede hacer género fantástico de calidad en España. Rodolfo Martínez acaba de publicar una obra maestra del
cyberpunk que supera ampliamente a mucho de lo que nos ha llegado últimamente sobre el tema. Rafael Marín le
puede hablar de tú al señor Stephen King sin más problemas, y si no me creen lean "La piel que te hice en el aire" y
ya me contarán. Además, Luis Prado está demostrado con su colección que se puede tener éxito editorial publicando a
autores europeos. Era una vergüenza que aquí no conociésemos
Los tejedores de cabellos, por ejemplo, cuando
hace años que esta novela es aclamada en Europa. La idea es ésta: el mercado anglosajón funciona porque tiene una
gran base de lectores. Bueno, pues en Europa tenemos una base similar y, además, las editoriales están acostumbradas
a pagar traducciones (cosa que no sucede en el mundo anglosajón), así que ése es el camino para todos. Y sin
renunciar, insisto, a lo bueno que se sigue publicando en inglés.
¿Crees que es cierta la pérdida de creatividad, originalidad y empuje de la ciencia ficción estadounidense
frente a la europea? (Instanton)
Creo que el arte de un novelista de ciencia ficción, sometido a las exigencias de esta sociedad de mercado,
pasa por una serie de fases. Están los tiempos oscuros, en los que todo vale y no se distingue el trabajo de un
aficionado ocasional del de un profesional. Luego vienen los tiempos heroicos, donde las cosas empiezan a funcionar
comercialmente pero el dinero aún no es lo primordial, y los autores aún tienen la ilusión de hacer algo nuevo y
diferente. Y, finalmente, llega la explotación pura y dura del recurso, cuando todo se convierte en un negocio y una
novela de éxito es como una vaca a la que hay que exprimir hasta que no le quede ni gota de leche. Esto se hace a
base de sagas interminables que acaban por amargarte el buen sabor de boca que te dejó la primera novela. Y, en esta
fase, ni siquiera la muerte del autor es un impedimento para que se siga estrujando la teta de su obra, pues los
herederos se encargarán de que aparezcan obras inéditas por los rincones de su casa o las encargarán a otros autores
"para mantener viva la llama del viejo maestro".
En Europa aún no hemos llegado a ese punto (para desgracia de unos y fortuna de otros) y te puedes encontrar
con obras sinceras y emocionantes, donde el autor lo pone todo de sí mismo sin otro objetivo que el de crear un buen
libro. Por supuesto, no me cabe ninguna duda de que en la ciencia ficción estadounidense también se pueden encontrar
este tipo de novelas (seguro que todos tenemos a un autor en mente), y tampoco dudo que, algún día, aquí también
llegaremos a la situación de las sagas interminables y de los adelantos millonarios para los autores de ciencia
ficción. Es cuestión de tiempo, pero ahora es una pena perderse lo que se está produciendo en Europa.
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Edición francesa de Rihla |
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En vista de tus conocimientos del mercado y los escritores en Francia y España, ¿cuáles crees que podrían
ser las causas? (Instanton)
Creo que en Francia se han tomado muy en serio este tema. La creación de los festivales Utopiales en Nantes,
por ejemplo, tienen la intención de poner en contacto a autores y editores europeos. Creo que hay una forma de hacer
la ciencia ficción al estilo europeo (y aquí incluyo a los autores británicos) que es diferente en esencia a la
ciencia ficción estadounidense. Ni mejor ni peor, sólo diferente. Las causas habría que buscarlas en nuestra
común historia y el modo en el que aquí se está ya de vuelta de muchas cosas. Pero no hay duda de que un
escritor europeo emplea una voz que puede resultar más cercana para un lector español.
¿En un futuro podrá haber escritores españoles de literatura fantástica que vivan sólo de
escribir? (Berriche)
Habría que definir con qué se entiende con "vivir sólo de escribir". ¿Significa hacerse millonario
escribiendo una novela, o conseguir el dinero justo para ir tirando haciendo lo que te gusta? En Francia conozco a
varios autores que se dedican en exclusiva a escribir novelas de ciencia ficción. Ninguno es euromillonario (que yo
sepa), pero escriben un par de novelas al año y con esto se puede vivir sin más problemas de la literatura
fantástica, como ya llevan haciendo algunos autores de cómic desde hace tiempo. Personalmente, jamás me dedicaría en
exclusiva a escribir. Me gusta mi trabajo de diseñador y me gusta hacer cosas diferentes. Ahora tengo un contrato
para publicar una novela al año y creo que puedo enfrentarme a eso sin que afecte a mi otra profesión, pero no creo
que aceptara jamás un compromiso mayor.
De los autores, españoles o extranjeros, que has leído últimamente, a parte de los que has nombrado, ¿hay
alguno que te haya llamado especialmente la atención? (Nacho)
Además de Rafael Marín y Rodolfo Martínez, a quienes considero los dos grandes talentos de la ciencia ficción
española (creo que con la obra de los dos se podría definir lo que ha sido el género en España en los últimos años),
tendría que añadir a Javier Negrete, con quien comparto muchos puntos de vista en cuanto a lo que debe y lo que no
debe ser una novela; a León Arsenal, que es una fuerza de la naturaleza; y a Eduardo Vaquerizo, que es capaz de
mezclar lo hard y lo literario como nadie hace. En cuanto a los extranjeros voy a recomendar a tres que estoy seguro
de que pronto van a ser muy famosos entre nosotros: Pierre Bordage, Michel Pagel y Valerio Evangelisti. Pierre y
Michel son los número uno absolutos en Francia. Valerio Evangelisti es uno de los autores más importantes de Europa.
De los tres, sólo Valerio tiene ya algunas cosas publicadas en España, pero sospecho que Michel Pagel y Pierre
Bordage no tardarán en aparecer en nuestras colecciones. Los recomiendo absolutamente.
Entre todas las obras que has escrito, ¿estás especialmente satisfecho de alguna? (Vorkosigan)
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La folie de Dieu |
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Mmm. Te podría decir más fácilmente aquellas de las que estoy menos satisfecho. No estoy muy contento con
Hijos de la Eternidad ni con El Refugio. Quizá son manías personales, porque sé que a muchos lectores
les gustan, así que ¿quién soy yo para llevarles la contraria? Pero si tuviera que elegir cual es la novela que más
me ha dado, esta sería sin duda La locura de Dios. No sólo me abrió las puertas del mercado francés, sino que
despertó el interés de los aficionados franceses por la ciencia ficción española en general, y esto es de lo que me
siento más satisfecho y orgulloso como autor. Creo que si he dejado una pequeña marca en la historia del género
europeo, es ésta. Hace unos meses, Jaques Baudou, el prestigioso crítico del periódico Le Monde, seleccionó esta
novela, junto con Los tejedores de cabellos y Nicolás Eymerich, inquisidor, como lo más representativo
de la nueva ciencia ficción europea.
¿Qué técnica utilizas al escribir? ¿Sabes el final y la historia fluye más o menos según fuerzan las
circunstancias o tienes muy claro antes de ponerte a escribir por dónde va a ir la trama? (Meteco)
Parto de una idea general que refuerzo durante la fase de documentación, que es la más larga y con la que más
disfruto de todas. Luego me pongo a escribir y viene lo peor: las cien primeras páginas. Para mí son un horror y
todos los intentos que he hecho para saltarme ese suplicio han sido inútiles. Casi las dos terceras partes de todo
lo que escribo al principio se va a la papelera. Hasta que consigo que todo encaje, me creo la historia y los
personajes, y logro avanzar a gran velocidad hacia el final. Si empleo cinco meses en escribir una novela de
cuatrocientas páginas, las cien primeras me cuestan tres meses por lo menos, y las trescientas siguientes salen, con
mucho menos esfuerzo, en el tiempo restante. Cuando escribo tengo una idea de adónde voy, pero no pienso en los
detalles hasta que me enfrento a ellos. De otro modo, sería muy aburrido para mí ponerme a escribir con todos los
cabos atados de antemano. Me gusta emocionarme y sorprenderme un poco mientras describo la acción, como espero que
luego hará el lector.
Soy muy visual. Cada escena la veo con sus detalles de fondo y la interpretación de los personajes antes de
ponerme a transcribirla al papel. Me gusta murmurar los diálogos con la entonación justa antes de pasarlos al papel.
A veces, durante el tiempo en el que he estado enfrascado en una novela, me he dado cuenta de que iba
murmurando solo por la calle y que algunos transeúntes se me quedaban mirando. Fue un alivio cuando alguien tan
equilibrado como Elia Barceló me confió que a ella le pasaba lo mismo. Elia me aconsejó que, para esos casos,
llevase siempre un "manos libres" en la oreja, para simular que estaba hablando por el móvil.
A diferencia de otros autores de tu generación no te has prodigado mucho en el terreno del relato. ¿Algún
motivo en especial? (Nacho)
Pues es algo que yo también me he preguntado a veces. Imagino que tiene que ver con las estructuras mentales
de cada uno. Javier Negrete, por lo que sé, tampoco es un escritor de relatos. Es curioso pero cuando estoy
trabajando en una novela y siento que la estructura de la obra me está pidiendo ya el final, pongo el contador de
palabras y siempre me salen 130000. Y no es algo que calcule de antemano. Al parecer, mi imaginación fabrica de
forma natural historias de 130000 palabras. Además, por el proceso de trabajo que tengo, y que se basa siempre en
una fuerte documentación, me cuesta casi tanto trabajo preparar un relato hard como "El bosque de hielo" que
documentarme para una novela de cuatrocientas páginas.
¿Cuáles han sido tus principales influencias? (Yarhel)
Antes he comentado mis influencias cinematográficas. Ese cine de sesión triple que muchos no han conocido,
con las salas llenas de pipas y los chavales pataleando cuando llegaba el héroe a rescatar a la chica, sigue siendo
una de mis influencias más claras.
En literatura, mi primera influencia y por lo tanto la que sigo considerando como la más importante, es Julio
Verne. De niño me leí todas sus novelas (a veces en ediciones salvajemente mutiladas, como descubriría más tarde) y
luego busqué en otras novelas esa misma visión aventurera y científica del autor francés. Me he considerado
aficionado a la ciencia ficción desde entonces, pero descubrí hace unos años las novelas de viajeros medievales y
su Sentido de la Maravilla en estado puro. Y que hay un tipo de ciencia ficción que nunca me ha interesado y de la
que, por lo tanto, apenas he leído nada. Viajes, aventura y encuentro con lo extraño y sorprendente, cualquier buena
novela sobre este tema, de ciencia ficción o no, sin duda que me ha influido de algún modo.
Por tu edad viviste la transición en plena adolescencia. ¿Ha afectado eso en algo a tu manera de ver el
mundo? ¿Y en tu manera de enfocar la ciencia ficción? (Yarhel)
Sin duda. Lo de la transición fue muy fuerte y creo que ha influido a todos los de mi generación. Mi primer
día de "mili" fue el 23 F, el día del golpe de estado, y eso fue muy fuerte. Casi de ciencia ficción. Ver como una
realidad que parece la única posible se transforma en unos años, es como si estuvieras viviendo en una novela de
Philip K. Dick.
¿Qué puedes comentarnos de tu experiencia en el mundo del cine con la película Stranded? ¿Quedaste
satisfecho con el resultado final? (Javier)
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Stranded (Náufragos) |
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Uf, estaría horas hablando sobre el tema. De verdad que por muchas razones el rodaje de "Stranded" fue una de
las experiencias más interesantes de mi carrera profesional. Pude ver como dos grandes actores como María Medeiros y
Joaquim de Almeida se metían en la piel de los personajes que yo había escrito, y aprendí mucho de las
conversaciones que mantuve con ellos sobre cómo los actores se enfrentan al personaje para dotarlo de vida y de
pasado. Algo que puede ser enormemente valioso a la hora de escribir. Pepe Magán y María Lidón son dos personas
maravillosas, con un entusiasmo a prueba de bombas, y que estoy seguro de que están destinados a hacer grandes cosas
en el cine español.
Sobre si estoy satisfecho... Pues no completamente. Cuando eres un autor de novela estás acostumbrado a ser
el único dios de tu universo privado. Nadie mete las narices en él. Pero una película es algo muy diferente. Hay
mucha gente implicada en esa historia que muy pronto deja de ser tuya y se convierte en la historia del director,
que hace y deshace a su antojo, y su visión no tiene por qué coincidir con la tuya. Y luego está el montaje, y el
doblaje... y al final es que no reconoces ni una frase de todo lo que tú has escrito. Pero así es como debe de ser,
o como es el cine, de hecho. Tienes que aceptar que el autor del guión es sólo una pequeña pieza en el engranaje
total. Y si comprendes esto, es hasta divertida esta forma de colaboración entre muchas sensibilidades para crear
una única obra.
El ambiente en el rodaje es algo impresionante. Todo el mundo da el 200%. La sensación de sinergia es total.
Pondré un ejemplo: estábamos en el último día de rodaje en los exteriores de Lanzarote, nos faltaba una escena y
empezó a llover a cántaros. Los técnicos del equipo de iluminación, por su cuenta y sin que nadie les dijera nada,
treparon por una roca enorme para tender un toldo y evitar que la zona donde estábamos rodando se mojara. Un experto
en la zona que venía con nosotros (un escalador) nos dijo que eso era muy peligroso, que aquella tierra se volvía
muy resbaladiza con la lluvia. La directora y el director de fotografía empezaron a gritarles para que lo dejaran.
Pero ellos ni caso, se la jugaron para poder seguir rodando en cuanto cesase la lluvia. Nadie se lo pidió, era su
aportación al gran todo que era la película.
¿A qué crees que se debe el escaso éxito de la película en España, y sin embargo, su buena aceptación,
premios incluidos, en algún festival de cine foráneo? (Javier)
La producción en España es algo tan lamentable que si me lo hubieran contado antes de haberlo vivido
personalmente, no lo hubiera creído. En Valencia, antes del estreno de la película, asistí atónito a una mesa
redonda entre productores. Era durante una de las ediciones de la Mostra. Berlanga había hablado esa mañana diciendo
que con subvenciones no se iba a ningún lado en el cine español y todo el mundo estaba furioso viendo peligrar sus
habichuelas. Pepe Magán estaba sentado en la mesa junto a otros productores (la mayoría de los cuales viven muy bien
gracias al dinero de nuestros impuestos, pero seguro que ninguna de las películas que han rodado a lo largo de los
años os suena de nada) y guardaba un prudente silencio hasta que alguien dijo que Pepe había hecho su película,
rodando en Los Ángeles y con actores internacionales sin haber recibido ni un duro de subvención. Y se montó la
gorda. Nadie había visto Stranded en ese momento, pero todos se le lanzaron al cuello y adelantaron que esa
película tenía que ser un fracaso. Luego, en el festival de San Sebastián, Stranded quedó quinta en la
votación del público asistente a las salas (lo que no está mal, teniendo en cuenta que Amelie fue la que
quedó en primer lugar), pero casi todas las críticas, sobre todo en los foros de internet, fueron a muerte contra
ella. Sin embargo, la película funcionó bastante bien internacionalmente, quizá porque al ser una película
extranjera no había ideas preconcebidas. Quizá, también, la promoción que se le hizo a Stranded en España
tuvo bastante culpa, pues se anunció como si se tratase de una superproducción que había costado 900 millones de
pesetas, y mucha gente fue al cine con una idea equivocada de lo que iba a ver (900 millones no es nada para una
película de ciencia ficción). Pero nada de esto le afectó en su explotación internacional. Además de los premios
(que seguro que esto siempre es cuestionable), dio suficiente dinero como para que Pepe Magán siga con un proyecto
cinematográfico tras otro sin necesidad de echarle mano al dinero público.
Además de tu carrera literaria, en paralelo desarrollas una labor como ilustrador, con resultados muy
personales. ¿Cómo y cuándo surge este interés por ilustrar temas fantásticos, además de escribirlos? (Odemlo)
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Ilustración de la portada de Lágrimas de Luz |
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Bueno, yo estudie Bellas Artes y mi trabajo habitual es la ilustración y el diseño; con fines publicitarios o
industriales, eso sí. Como decía antes, lo visual es muy importante para mí a la hora de escribir y desde que empecé
a aficionarme a la ciencia ficción le di mucha importancia a las ilustraciones de la cubierta. Las que he detestado
siempre son las portadas de agencia, compradas a tanto el peso y metidas con calzador en un libro con el que no
tienen nada que ver. Esa era una práctica habitual antes y aún lo siguen haciendo algunas editoriales menores (lo
que explica que a veces veamos la misma ilustración en dos libros completamente diferentes).
Las portadas que siempre me han gustado son las que describen un momento determinado de la novela, de modo
que puedes cerrar el libro y quedarte un momento mirándola y admirando cómo el autor ha interpretado a los
personajes y la situación. Para mí, el genio absoluto de esta forma de ilustrar la cubierta de un libro es Garcés.
Adoro cada una de las portadas que hizo para la colección Ultramar. Y muy especialmente las que hizo para
Mundos en el abismo e Hijos de la Eternidad. La de veces que me he parado a mirar cada detalle. La
portada de Mundos en el abismo (la interpretación que hace de los phantes, o de los mercenarios ksatryas, por
ejemplo) me impresionó tanto que muchos de los elementos que aparecían en ella los incorporé luego a mi fondo
imaginativo sobre Akasa-Puspa. Me pregunto por qué Garcés ya no hace portadas, era absolutamente genial. Así que del
gusto de admirar algo viene el placer de intentar hacerlo, y en eso estoy.
Mi mayor satisfacción personal en este terreno fue la portada de
Muerte de la luz, que es mi novela
favorita de ciencia ficción. Además de ganar el premio Ignotus tuve el placer de leer los comentarios que mi
admirado George R. R. Martin hizo sobre ella cuando la incluyó en su página web.
¿Y cómo llevas lo de ajustarte a temas predeterminados o ideas de otros para realizar las portadas? ¿Te
resulta sencillo? (Odemlo)
Lo que yo busco en la portada son una escena, una iluminación y una textura que transmitan el contenido del
libro o la sensación que te provoca su lectura. Es más sencillo cuando conozco la novela y más aun cuando es un
libro que me gusta especialmente (como era el caso de Muerte de la luz), pero no siempre es así y entonces
tengo que contar con la opinión de la persona que ha seleccionado la obra. En su momento era una oportunidad para
charlar con un buen amigo como Miquel Barceló y que me explicase cómo era la novela y por dónde debería ir la
ilustración. Ahora con Alejo Cuervo el sistema es parecido. Alejo es un verdadero entusiasta de su colección. Te
gusten o no los libros que selecciona, nadie podrá negarle que está poniendo el corazón en cada título de la
colección Gigamesh. Yo tengo un acuerdo con él: prefiero repetir una portada antes que hacer bocetos previos, y
esto nos ha funcionado muy bien hasta ahora. A veces han surgido desacuerdos sobre determinado enfoque, pero siempre
los hemos solucionado perfectamente y la cubierta ha salido ganando en el proceso.
También has escrito algunos cómics, uno de ellos bastante reciente, Avatar, con ilustraciones de un
buen amigo tuyo: Rafa Fontériz. ¿Qué puedes contarnos sobre esta serie, publicada en España por Dolmen? (Nacho)
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Avatar nº 1 – Una mirada al abismo |
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Avatar es (de momento) una trilogía. La está publicando SAF en toda Europa (en francés, inglés,
italiano, holandés y alemán) y en Estados Unidos; pero en España parece que ha habido problemas con Dolmen y no sé
si esta editorial será la que publique los otros dos capítulos.
El segundo ya ha salido en Europa y se llama Las garras en el viento. Rafa Fontériz es amigo y
compañero de estudios mío. La semilla más primigenia de Mundos en el abismo fue un guión de cómic de nueve
páginas que escribí para él cuando los dos éramos estudiantes. En él se veía como un cintamani atacaba e invadía una
nave espacial; luego, la nave se hacía pedazos y millones de cintamanis surgían del pecio dispuestos a alcanzar y
destruir otras naves. Desde entonces, él y yo, hemos estado buscando un proyecto en el que colaborar; y no lo
encontramos hasta que SAF se puso en contacto con él y le encargó una serie.
Avatar fue al principio una idea para un guión de cine, por eso hay una enorme morosidad de
escenarios y personajes, pero eso es justo lo que Rafa andaba buscando. Quería hacer algo en plan serie de
televisión, donde los personajes se van desarrollando y sus vidas se van complicando capítulo a capítulo. Le
apetecía centrarse en ellos, en su lenguaje corporal y sus expresiones faciales, y sé que ha disfrutado
enormemente dibujando la serie.
Ya que has escrito en solitario y formando dúo, sobre todo con Javier Redal, ¿cuándo te sientes más a
gusto? ¿Cuál es más difícil y por qué? ¿Se pierde mucho tiempo poniendo en común las ideas y el planteamiento de la
novela? ¿Es difícil conseguir un estilo coherente? ¿Condicionan mucho los planteamientos del compañero (más o menos
exactitud científica, fantasía, etc.)? (Meteco)
Cuando escribía con Javier yo tenía la sensación de poseer un talento especial para trabajar en colaboración.
Mucha gente me preguntaba entonces si no era difícil escribir una novela a cuatro manos. Y yo decía:
"no, ¿por qué?" Al final descubrí que ese talento quien lo tenía era Javier Redal y no yo. Ahora sé que me
resulta enormemente difícil colaborar. Lo he intentado con Rafa Marín, y al final apenas logramos llevar una novela
corta a puerto. Con Eduardo Vaquerizo escribí la novelización de Stranded y eso fue más sencillo porque
partíamos de un guión y una historia cerrada. Pero tengo claro que, a pesar de las dificultades, lo voy a seguir
intentando porque es una de las cosas más estimulantes que puedes hacer como autor. Con Rafa Marín pretendí escribir
una novela muy ambiciosa y la cosa no salió, pero las primeras fases de nuestro trabajo fueron muy emocionantes,
llamándonos a cualquier hora del día o de la noche para comentar un detalle sobre una escena o un personaje. Aprendí
muchísimo trabajando en esos días con Rafa Marín, y mi admiración hacia él como escritor se puso por las nubes
cuando observé de cerca su sistema de trabajo.
Corren insistentes rumores de que una de las cosas que tienes en mente sería escribir algún día una novela
junto a Rodolfo Martínez. Sería todo un acontecimiento para los lectores de ambos. ¿Habéis pensado ya en algún tema
concreto? (Odemlo)
Sí, tenemos un proyecto, pero no sé cuándo podremos meternos en él. En la última Semana Negra estuvimos
discutiendo el tema: "Hasta dentro de seis meses no puedo porque tengo que terminar una novela".
"Pues yo estoy ocupado hasta el año que viene, porque..." Al final, Rudy me dijo:
"Tío, parecemos el Lucas y el Spielberg consultando sus agendas para ver cuando tienen un hueco para la próxima
de Indiana Jones". De verdad que me encantaría escribir algo con Rudy, pero de momento nuestra colaboración
artística se reduce a los dúos musicales que interpretamos durante la espicha anual de la Asturcón, y que son la
delicia de los asistentes.
¿Qué futuro le espera al universo de Akasa-Puspa? ¿No sería genial convertirlo en un universo compartido
entre varios escritores? (Lobokell)
La continuación de la saga de Akasa-Puspa se está traduciendo al francés y espero que pronto encontrará
editor para publicarse en España. Sinceramente, creo que es lo mejor que he escrito nunca.
Lo del universo compartido... ¡¡¡Me parece una idea genial!!! Una antología de relatos de Akasa-Puspa,
escrita por varios autores... ¿Quién se anima a editarla? Yo me ofrezco a hacer la selección y estar disponible para
cualquier consulta sobre el escenario que quieran hacerme aquellos que se decidan a escribir una historia. ¿Por qué
no?
A parte de esto, ¿cuáles son tus próximos proyectos? (Starhawk)
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En Yucatán debajo de una ceiba |
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Además de un cuento que he escrito para una antología francesa, conmemorativa del centenario de la muerte de
Julio Verne, y en la que hago que el escritor de Nantes se encuentre con un jovencísimo Pierre Teilhard de Chardin,
y de un cuento que estoy preparando para otra antología temática española, tengo el compromiso de entregar una novela
histórico-fantástica para septiembre del 2005. De momento sólo tengo cien páginas escritas pero, como he dicho
antes, estas son siempre las más difíciles para mí, así que espero que a partir de aquí la cosa fluirá sin
problemas
Para cerrar la entrevista, ¿qué opinión te merece el auge de Internet con respecto a la literatura
fantástica? Es decir, el boom de páginas y portales como Cyberdark.net, Bibliópolis,
Stardust, Términus Trántor, El sitio de ciencia ficción, etc, así como los fanzines
electrónicos y las listas de correo que acercan el género a más gente que nunca? (Javier)
Creo que son la realidad de hoy en día y que han cambiado el modo de entender y de relacionarse del
fandom. Ahora la conexión es en tiempo real, las noticias y los comentarios sobre novelas fluyen sin
descanso, mientras que antes había que esperar mes a mes (en el mejor de los casos) la aparición de una revista de
ciencia ficción que trajera algunas noticias o críticas, que siempre resultaban estar muy atrasadas. Ahora mismo,
sería difícil comprender, para las nuevas generaciones de aficionados, la ansiedad y emoción que provocaban las
famosas páginas verdes de Nueva dimensión.
Como parte negativa habría que decir que Internet también favorece una cierta confusión donde parece que todo
vale y donde mucha gente opina (a veces maliciosamente) escudada tras un pseudónimo. Yo tuve ocasión de ver esto
claramente durante la participación de Stranded en el festival de San Sebastián; hubo una verdadera campaña
orquestada contra la película por parte de los simpatizantes de la otra película española que competía. A pesar de
que en los votos del público que asistía (pagando una entrada) a las proyecciones Stranded iba claramente en
cabeza, en las votaciones de los foros que seguían el certamen se acumulaban los votos negativos sobre ella
(curiosamente en el mismo número exacto en el que se acumulaban los positivos de la otra película). Vamos, que es
muy fácil entrar en un foro y meter veinte opiniones negativas (o positivas). Pero creo que muchos foros están
tomando medidas para evitar este tipo de situaciones y, en cualquier caso, las ventajas superan ampliamente a los
inconvenientes. Creo que gran parte de la buena situación actual del género hay que agradecérselo a las páginas y
portales de Internet.
Enlaces
Foros de Cyberdark.net – Ciencia ficción – Entrevista a Juan Miguel Aguilera (Cyberdark.net te necesita) – Recolección de preguntas para la confección de esta entrevista
Bibliografía de Juan Miguel Aguilera en Cyberdark.net
Página personal de Juan Miguel Aguilera
Página de Romero Llopis, artesanos de la madera, que fabrica en exclusiva los diseños de Juan Miguel Aguilera de mobiliario de oficina
Artículo – Mundos en la eternidad – Hay mucha confusión sobre los libros escritos en colaboración por Juanmi Aguilera y Javier Redal publicados por Ultramar y el Equipo Sirius. Este artículo de David Quirós Nuño (Lobokell) clarifica las diferencias y las particularidades de cada una. Incluye una breve entrevista con Juan Miguel Aguilera sobre el tema.
Reseña – Mundos en la eternidad – Rodolfo Martínez (Rudy)
Foros de Cyberdark.net – Ciencia ficción – Stranded – Discusión sobre la película
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