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Muerto hasta el anochecer,
de Charlaine Harris
Título original: Dead until Dark
(2001)
Traducción: Aitor Solar
Editorial: La Factoría de Ideas
Ventana Abierta nº 3
Sookie Stackhouse [1]
(2004)
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Charlaine Harris
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María Jesús Sánchez (Starhawk), Febrero 2005
Este libro ha sido una grata sorpresa. No en el sentido de estar frente a una magna obra
literaria, sino frente a un libro bien escrito, pensado, equilibrado, que juega el difícil juego del mestizaje
de géneros; es una mezcla a partes iguales de thriller, fantástico y romance, con toques de humor.
Cuando uno lo ve anunciado como historia de vampiros, supone inmediatamente que se
trata de una novela de terror y probablemente esto lleva al engaño a algún aficionado. Salvo algunas escenas
de tensión que aparecen en algunos momentos, no es un libro de terror en absoluto ni pretende dar miedo. Por
lo tanto, no se trata de un libro hecho para aficionados al género y esto posiblemente tire para atrás a los
puristas. Muerto hasta el anochecer figura en los catálogos anglosajones dentro del sello de novela
romántica y, sin duda, la ambientación fantástica obedece a un subgénero que, al igual que la histórica
(especialmente de época medieval y de la Regencia), está haciendo furor entre las lectoras habituales del
género.
Como es lógico, para muchos aficionados esto puede ser prácticamente una herejía, ya
que no estamos acostumbrados a ver a nuestro género desde los ojos de los demás, pero hay que entender que
nuestros propios temas pueden ser interpretados en otra clave desde otros géneros, originando un producto en
parte ajeno a nosotros y en parte totalmente nuestro. Esto tiene un aspecto positivo, y es que sin duda es
una manera de acercar nuestros contenidos a gente que siente un cierto rechazo por el género fantástico y,
de alguna manera, podría facilitar el acercamiento de otros lectores –especialmente femeninos– al género que
tanto amamos.
Para muchos puede ocurrir que esto sea insoportable, pero si hay que abrir el mercado
fantástico a otros lectores quizá tengamos que acostumbrarnos a este tipo de "incursiones" por parte de
escritores cuyos "territorios de caza" nos resulten lejanos y algo exóticos incluso. Es apropiado entonces
que este libro haya aparecido en una colección denominada Ventana Abierta, precisamente porque en este
caso es cuando más cercano se encuentra a ese espíritu. Y puede que sea muy positivo la aparición de otros
vientos distintos que nos ofrezcan otros puntos de vista.
En cuanto a la historia de partida es muy curiosa. Los vampiros han sido sacados de la
ilegalidad y comienzan a ser reconocidos como ciudadanos, pero la integración es difícil. En este aspecto
el libro recoge con una sutil inteligencia los pormenores de una situación anormal desde el punto de vista
social; su integración en la vida moderna es, cuando menos, complicada. Sin embargo Charlaine Harris lo
afronta desde un punto de vista cotidiano que nos da la verdadera medida de la humanidad de los implicados
y pone al lector en el punto de vista de los personajes, haciéndoles sentirse en su misma situación.
La chica, una especie de Bridget Jones con problemas añadidos por ser una psíquica, tampoco
se encuentra en una situación nada envidiable. Del encuentro de ambos personajes, con sus peculiaridades, nacerá
una historia de amor sencilla a pesar de las dificultades que arrastran, muchas veces enfrentados entre sí por
las obligaciones que les atrapan en sus propios mundos. No hay nada de pasteleo en el romance. Es una historia
de amor tratada con sentido del humor y ternura y que continuará en otros tres libros que le siguen y que
prometen aventuras, situaciones divertidas, pensar en nosotros mismos como seres humanos,... En fin, una novela
que se lee de una vez y con gran deleite.
La idiosincrasia de este género aparece en múltiples detalles: la importancia concedida a
las relaciones personales, la construcción de personajes y a las escenas de contenido sexual. También tiene
parte de los defectos del género: tramas algo evidentes, poca sofisticación estilística y escasa preocupación
por los giros argumentales originales. De todos modos, dentro de lo que es normal en el género, es una novela
agradable de leer, que hace pasar buenos ratos, entre otras cosas por los detalles de humor, como la historia
de Bubba el vampiro, que arrancará más de una sonrisa.
Como detalle de interés señalar el retrato que hace de la Norte América rural, con sus
mitos e idiosincrasia. Es un retrato que parece amable, aunque no deja de ofrecer una cierta crítica del
estilo de vida típico de la zona. De todos modos, el principal objetivo de Muerto hasta el anochecer es entretener, sin
pretensiones, y cumplir con el público al que va dirigido, sin caer en los amaneramientos propios del género
del que procede, lo que lo convierte en un producto asequible a otros lectores.
Si tenéis algún amigo/a al que queráis poner en contacto con la fantasía de forma suave,
quizás sea una buena opción a tener en cuenta. Eso sí, forofos del género de terror abstenerse.
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