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Texto: Pau Martínez Medrano (blackonion)
Ilustraciones: Pablo Uría Díez (iuraia) y Rita Vicencio (Errantus Aquila)
Entré en cYbErDaRk.NeT por primera vez como usuario registrado el 21 de enero de 2003, aunque ya
llevaba tiempo consultando la biblioteca para algunas de mis compras. Poco me imaginaba lo que me iba
a encontrar al entrar entonces.
Al principio con timidez y luego ya con más confianza, durante estos dos últimos años he ido
participando en los foros e implicándome cada vez más en el funcionamiento de la web, hasta el punto
de que desayunaba leyendo "lo último" y me acostaba tras consultarlo una última vez. He aprendido mucho,
y no todo ha sido sobre literatura. He aprendido que la distancia no es barrera para la amistad y que
podía llegar a apreciar enormemente a personas que se hallaban a centenares de kilómetros de mí.
En estas páginas me he encontrado con gente cortés e inteligente, muy preparada, dispuesta a aprender
y a enseñar. He encontrado a amigos con los que hablar de los temas que me preocupaban, con los que
dilucidar mis dudas, que me aconsejaban cuando hacía falta y a los que yo aconsejaba a mi vez.
Una segunda casa que llenaba mis días de color naranja.
Pero todo lo que empieza tiene que terminar, y eso es una circunstancia que todos debemos asumir.
Resistirse a ello no trae más que dolor. Wu Wei, que decía Gabriel Bermúdez en su novela.
Ante la noticia de que cYbErDaRk.NeT cerraba, como muchos otros, me sentí desolado. Me sentí solo
por primera vez desde hacia mucho tiempo, porque este hogar naranja nos ha cobijado durante mucho tiempo,
y nos habíamos acostumbrado a él. Esa noche dormí fatal, pero entre sueños me vino una idea, y de allí
salió "Exiliados del Edén". El dibujo de iuraia terminó de traerme la inspiración y hacerme ver que, aunque
para nosotros sea un éxodo, a otra gente muy bien le puede parecer una invasión ver aparecer "cienes y cienes"
de cyberdarkianos de golpe. La idea del imperio galáctico ya vino rodada luego.
Estos tres textos son un homenaje a los buenos momentos que he vivido entre vosotros, y a los buenos
momentos que espero compartamos en el futuro. Porque hay un futuro. Y nos espera allí fuera.
Nos leemos.
Pau Martínez Medrano (blackonion)
Expulsados del Edén
Ésta es la historia que explicaré cuando sea viejo, si tengo nietos, a mis nietos; si no los tuviese, a los
nietos de mis amigos; y si no tuviese amigos, al primero que pasase por la calle.
En un principio todo era oscuridad. La gente vagaba sin reconocerse en las miradas de los
demás. Cada uno hacía lo que buenamente podía, y recorría solitario su camino, al borde del abismo.
Hasta que un día el Cyber exclamó: “Que haya una Web que agrupe mis temas favoritos y mis
inquietudes para compartirlas con los demás”. Así que cogió sus manuales de programación y mil cosas más, y tras un
arduo trabajo de horas, días y semanas hizo la Web. Y el Edén fue naranja y gris. Y vio que estaba bien.
Y dijo el Cyber: “haya unos foros en los que todo el mundo pueda manifestar su opinión, y
una biblioteca que recoja lo mejor de éste nuestro mundo y las opiniones de los que nos visiten”. Y así lo hizo, y
vio que estaba bien...
Y el Cyber separó el terror de la fantasía, y la ciencia ficción de ambos, pero también dejó
un lugar para el ensayo y los bolsilibros, que muchos añoraban. Y empezaron a venir más usuarios. Y vio que estaba
bien.
Y dijo el Cyber: “podéis colaborar en la Web y aportar lo que os sea grato darme, por
vuestra propia voluntad, e invitar a vuestros amigos a visitarme”. Y la biblioteca creció, los foros prosperaron y
los usuarios aumentaron. Y vio que estaba bien.
Y dijo el Cyber: “en el espacio de portada habrá artículos y reseñas, y las editoriales nos
darán libros y nos permitirán contactar con autores para entrevistarlos”. Y nacieron los colaboradores para ayudarle
en esa tarea.
Y dijo el Cyber: “aquí hay mucha gente y quiero que todo el mundo esté a gusto. Que la gente
se comporte con respeto hacia los demás, y que los temas duplicados o redundantes sean purgados, que las opiniones
de libros estén razonadas y tengan fundamento”. Y nacieron los administradores para ayudarle con esa tarea.
Y dijo el Cyber: “cada día me llegan más y más fichas de libros. Es importante que la
biblioteca esté al día y refleje tanto nuestra historia como el avance que va tomando el género con el tiempo”. Y
nacieron los bibliotecarios para ayudarle con esa tarea.
Y dijo el Cyber: “No es bueno que la literatura esté sola”. Y linkó la Web con Pasadizo, El
rincón de Nacho y El sitio de ciencia ficción, y la comunidad creció aún más.
Y dijo el Cyber: “Que vuestras ideas sean fecundas y se esparzan por los foros”. Y así se
hizo, y diez mil usuarios se volcaron en ese lugar virtual que era ya parte de su vida. Y la Web ganó un premio
Ignotus, por lo que era, la mayor comunidad virtual de literatura fantástica en español que jamás hubo, y en ella el
cordero y el león debatían sobre los temas más variados, con respeto y amistad.
Y los usuarios un día dejaron de ser sólo virtuales y empezaron a conocerse personalmente, y
hacer kedadas, y se forjaron vínculos de amistad auténtica entre iguales que de otra forma nunca hubieran
podido encontrarse. Y sí, también hubo amor entre algunos de ellos.
Y llegó el séptimo día, y el Cyber decidió descansar, pero hubo problemas con el servidor,
y no pudo.
Pero durante todo este tiempo, entre todos los usuarios había los que estaban descontentos.
Que estaban celosos del trabajo del Cyber, de los administradores y bibliotecarios, y querían hacer de la Web su
Web. Usuarios que no creían que Tolkien fuera Dios y Asimov el maestro, que decían que Heinlein era un facha, que
discutían por el puro placer de discutir, y de malas formas. Y llamaban nazis y dictadores a los administradores y
al propio Cyber, porque confundían libertad con libertinaje y querían tener la libertad de herirse y matarse entre
ellos con palabras. Entonces intervenían los administradores, a hierro y fuego, y los infractores eran expulsados
del Edén, sin apenas haberse dado cuenta de dónde estaban, sin ser conscientes de lo que habían perdido, de lo que
ni siquiera habían llegado a conocer.
Y de entre ellos hubo uno que estuvo incluso entre las filas de los bibliotecarios, con lo
que su caída fue mayor, y su nombre aún se recuerda, y su rencor hacia la Web todavía puede palparse allí donde
está. Su rencor y su amor, pues el recuerdo de lo perdido lo atormenta. Y también hay quien lo añora, pues muchas de
sus ideas eran buenas, y sólo lo cegó la soberbia. Su nombre era ivanbaley.
Pero todo lo que empieza tiene un fin, y todo lo que comienza tiene un día que terminar.
El Edén tenía ya cinco años, y el Cyber aún no había podido descansar; siempre había algún
problema que solucionar. Problemas técnicos, el servidor, facturas, los foros, los cambios, problemas domésticos,
problemas internos, problemas, problemas, problemas. Y alargó la amarga decisión todo lo que pudo, pues la Web le
era querida como si fuera sangre de su sangre. Lo sé, y lo sabemos todos. Y quería evitar por todos los medios el
dolor de la gente que sentía lo mismo que él por su creación. Pero todo tiene un límite.
Y dijo el Cyber:
Hola a todos.
Chic@s, cyberdark.net cierra sus puertas. Después de cinco años de arduo trabajo me veo
imposibilitado, tanto por mi trabajo actual como por mi estado anímico, a soportar esta "pesada carga", un hijo que
requiere demasiada atención por mi parte y que, de ser un hobby, se ha convertido en una obligación.
Por ello, el 1 de marzo chapamos.
Lo único que quedará de la web será el dominio, las cuentas de correo existentes
actualmente (algunas las tenéis vosotros) y alguna que otra cosa:
1 – Los artículos publicados hasta ahora, en plan sencillo, a modo de listado.
2 – La tienda, en espera de que sin el apoyo de cyberdark vaya bien.
3 – En la nueva portada de cierre habrá más cosas, en espera que las organice, como links
a sitios web donde os vayáis juntando de nuevo.
4 – Otras ideas.
La biblioteca, que es una de las partes que más me ha gustado siempre, creo que
tendríamos que "liberarla", es decir, poner en un fichero (Access, por ejemplo) todo su contenido y en otro las
imágenes de todas y cada una de las portadas para que todo hijo de vecino que quiera pueda descargarlas y usarlas
como más le guste, ya sea incorporándolas a su web o como base de datos personal de documentación. Estoy seguro que
de esta manera nuestro trabajo no habrá sido en vano. Esta decisión está pendiente de la opinión de los
bibliotecarios y de un par de "ideas" que me han hecho llegar.
Animo a todos los "grupos" de usuarios que vayan montando lista de correo o webs y que me
digan donde están, para poder enlazarlos una vez cerrada la web.
Un saludo y muchas gracias a todos por estos cinco años de apoyo y trabajo.
Y hubo lamento en toda la tierra, pues había cyberdarkianos de corazón repartidos por todo
el globo. Y hubo lágrimas, e imprecaciones, y hubo súplicas y exigencias. Pero el Cyber no respondió. Nos había
dejado solos, porque su trabajo ya había terminado. Porque ya nos habíamos conocido y ya no estábamos solos, y no
volveríamos a sentirnos únicos y diferentes por nuestros gustos disímiles, porque sabríamos que en otros lugares hay
más gente como nosotros y seguiríamos en contacto.
Ésta es la historia de cómo fuimos expulsados del Edén, y cómo tuvimos que seguir nuestro
camino, recordando siempre el fuego de lo que un día conocimos, allí, quemando nuestro corazón con el dolor de lo
perdido y el agradecimiento por lo que un día compartimos.
cYbErDaRk.NeT, Imperio Galáctico
Sí, niños. Yo estuve allí, antes de que ocurriera, y he vivido la mayor parte de la historia. Acercaros y
os explicaré cómo fue todo. Tú, gordito, deja de estirarle las coletas a tu hermana o te vas a llevar un capón. Así,
siéntate. Mejor.
Lo que os voy a explicar es historia antigua, y a vuestros mayores no les va hacer ninguna
gracia, porque ellos ya la han olvidado, pero yo no olvido. Nunca.
En principio, la humanidad se hallaba recluida en un único planeta. Éramos felices allí,
aunque poco a poco, cada vez nuestro número crecía y consumíamos más y más recursos. Y lo que parecía un Edén
inagotable llegó a un punto en el que se hizo claro que el fin estaba próximo.
Se enviaron las primeras sondas, en busca de nuevos mundos que colonizar. Ya había existido
algo de exploración previamente, pero a pequeña escala. Visitas puntuales, poco más. También habíamos sido visitados
por seres procedentes del espacio exterior. Algunos nos visitaban de vez en cuando, sin llegar a aclimatarse; iban y
venían. Otros encontraban en nuestro hogar un entorno agradable para pasar sus días. Y se quedaban allí a vivir,
mezclados con los demás habitantes.
Pero la noticia de la inminente destrucción de nuestro mundo aceleró los acontecimientos.
Se hizo patente la necesidad de encontrar nuevos hábitats para la humanidad. Se enviaron sondas allende del
universo, naciendo también un proyecto de hábitats artificiales creados específicamente para la migración. De forma
desesperada, cada uno intentaba salvar algo, llevándose consigo mismo los recuerdos de su vida.
Las horas y los días pasaban a medida que crecía la desesperanza, pues todos temíamos lo
mismo: que con la disgregación de la comunidad se perdiera el espíritu de lo humano, que las viejas amistades se
perdieran.
Finalmente, el día llegó y nuestro mundo se colapsó sobre sí mismo, destruyendo todo lo que
se había creado allí. Todas nuestras obras de arte, méritos y despropósitos. Milenios de debates, milenios de
discusiones, milenios de alegrías, amistades y confesiones. Afortunadamente, un núcleo de saber continuó, con la
forma de La Biblioteca; un reducto cultural en el que se atesoraba la mayor obra de la humanidad, y que sería
compartida por todos los exiliados, ligándolos a un pasado común.
Entre tanto, los exiliados se habían esparcido por el universo conocido. Algunos se
establecieron en los hábitats artificiales, otros en mundos ya existentes, muchos de ellos pertenecientes a las
culturas alienígenas que nos habían visitado con anterioridad. Otros muchos quedaron perdidos, y no llegamos a
encontrarlos nunca más, y aún hay lamentos por su pérdida. Otros pocos perecieron ante los nativos hostiles en
algunos de esos mundos y son recordados con nostalgia. La figura del emperador naranja permaneció, aunque ya no
tenía poder alguno sobre nosotros. Pero era recordado con respeto y se le concedía un cierto tributo simbólico.
Aunque dispersos por el universo, seguíamos teniendo el recuerdo de un origen común, y los
peregrinajes al primer mundo eran frecuentes. También era habitual el traslado de un mundo a otro, con tal de
visitar a las amistades. Algunas entidades, los desarraigados, pasaban la mayor parte de sus vidas viajando de mundo
en mundo, sin acabar de decidirse por uno en concreto, perdidos en la confusión. Algunos mundos acababan volviéndose
inhabitables por el hacinamiento, pues un exceso de pobladores agotaba los recursos rápidamente. En esos casos,
pequeños grupos emigraban de nuevo para volver a repetir el proceso a medida que consumían su nuevo hogar, en una
huida que no tenía otro objetivo que la supervivencia, pero que los iba desgastando poco a poco, haciendo que
perdieran su identidad.
Poco a poco, empezó a desintegrarse el espíritu de comunidad. Poco a poco cada grupo empezó
a pensar más en sí mismo como grupo que como parte de una misma especie. Poco a poco fue naciendo un sentimiento de
individualidad, en algunos casos mezclado con la presunción de haber evolucionado hacia una forma superior. Estos
matices diferenciadores fueron al principio escasos, pero paulatinamente se fueron acrecentando, en muchas ocasiones de
forma voluntaria, hasta el punto de que se crearon escisiones en la continuidad de la raza. Con el tiempo comenzaron
a aparecer mundos-estado que reclamaban para sí la independencia respecto al recuerdo del imperio. Un imperio
marchito, demasiado grande, como poca mantequilla sobre demasiado pan.
El contacto se mantuvo, de todas formas, entre los mundos. Hubo alianzas y hubo guerras, y
algunos mundos se fusionaron formando pequeños imperios. Hubo incluso ligas de planetas. Llegó un momento en que el
origen común se perdió en el olvido. Que sólo sabíamos que estábamos allí, y poco más. No había conciencia de la
pasada gloria ni recuerdo del emperador naranja. De La Biblioteca sólo se sabía que existía, no quién la había
creado.
En este punto estamos hoy en día, hijos míos, en un momento en que sólo los viejos como yo
recordamos que un día cYbErDaRk.NeT existió y nos unió y nos dio la ilusión para crear lo que existe hoy en día. A
la espera de que llegue un nuevo emperador que unifique a toda la humanidad bajo su manto.
Entretanto, disfrutemos de esta diversidad sin límite, de la exploración y la maravilla de
lo desconocido. Hay tantas cosas por hacer y descubrir que mi boca quedaría seca antes de que pudiera tan solo
hacer una introducción a la lista.
Fijaos, que me han dicho, ha llegado a mis oídos, que hay mundos en los que tejen alfombras
con palabras...
Cyberdark Atacks!!
La Jihad Naranja ha comenzado. La horda naranja ha llegado.
Es nuestra misión llevar los valores cyberdarkianos más allá de la frontera de nuestra
web. Es nuestro sagrado deber expandirnos por los foros exteriores, tomándolos en nombre del Señor Naranja.
Ésta es una guerra santa en la que nuestras armas son nuestras buenas maneras, nuestra
tolerancia, nuestra curiosidad, nuestro deseo de aprender, nuestra naturaleza inquisitiva, nuestra ansia de
compartir lo que sabemos con los demás, nuestra voluntad de hacer que la Literatura Fantástica sea un género
respetado. Y la mejor forma de hacerlo respetar es haciendo que a los miembros del nuevo fandom nos respeten,
por nuestro comportamiento ejemplar.
cYbErDaRk.NeT no ha sido más que un entrenamiento. Ahora que ya hemos sido adiestrados en
estas artes debemos afrontar nuestro destino con entereza y disciplina. Debemos propagar el modo de ser cyberdakiano
y extenderlo a todos los foros, ya no de discusión, sino de debate, que nuestro recuerdo sea eterno.
Un cyberdarkiano no discute, razona
Un cyberdarkiano no hiere con palabras, las mesura.
Un cyberdarkiano es tolerante, aun ante lo intolerable.
No hay troll que no pueda ser domado!!!!
Puede, pequeños jonhys, que al aterrizar en un nuevo foro, os parezca frío y azulado. Lo sé.
Será vuestra misión caldearlo hasta que adquiera un tono anaranjado. Pensad que un pequeño foro para el internauta
es una gran conquista para cyberdark.
Ha llegado el momento de comernos el mundo, y esta vez de verdad.
Nos vemos allí fuera.
Fecha estelar 31-01-2005
Sargento Chusquero blackonion arengando a las tropas incursoras cyberdarkianas del navío Jolly
Roger.
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