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Sitges 2001

Marcada por una presencia casi protagonista del cine oriental, la 34º edición del Festival se ha caracterizado sobre todo por la variedad de propuestas tanto en la sección oficial como en Gran Angular, que está abierta a cualquier género sea cual sea su procedencia...


Publicada originalmente en pasadizo.com (www.pasadizo.com), web especializa en cine y literatura de terror, fantasía y ciencia ficción.

Los terribles acontecimientos que en los últimos días han convulsionado el mundo han hecho mella en todos los aspectos ya sean sociales, políticos o, como el caso que nos ocupa, culturales. Ello se ha dejado notar en la última edición del Festival de Cine de Sitges que, pese a que en los últimos años se había desprendido de la etiqueta de "Fantástico", sigue volcando su mirada hacia géneros como el terror o la ciencia-ficción. La realidad del presente eclipsa de tal manera la ficción cinematográfica que cualquier creación fantástica hecha en celuloide resulta mucho menos aterradora que la plasmación en imágenes de la actualidad en forma de noticiario. Quizás por ello el sentido de lo fantástico, género para el cual el festival nació, no tenga que ver tanto con los contenidos como con la capacidad para maravillar o para asustar por medio de imágenes que ya no resultan tan lejanas a la realidad.

A pesar de todo ello, la presente edición ha venido marcada por un recurrente gusto por los argumentos inverosímiles, por las imágenes perturbadoras y por un protagonismo del horror tanto hacia las más fantásticas creaciones de la imaginación humana, como hacia la inexorable realidad de un hombre enfrentado a una época donde el artificial universo de las nuevas tecnologías, virtual o tangible, impone su ley. Las formas tradicionales de narración, donde el elemento hostil es representado por un personaje o fenómeno fácilmente identificable con el antagonista clásico del género, alterna con una forma de adversario más compleja y más relacionada con el propio ser humano que con una fuerza de naturaleza externa a él, si bien ello no ha supuesto una merma en la espectacularidad de las producciones, poderoso componente tanto en filmes de procedencia americana como oriental o europea.

La extensa programación ha ido desde productos marcadamente comerciales con ciertos asomos de intelectualidad hasta las más extravagantes propuestas de cine alternativo. En su afán de descubrimiento de nuevos talentos, el festival ha apostado igualmente por consagrados cineastas como David Lynch -Mulholland Drive- o Woody Allen -La maldición del escorpión de jade, (The Curse of the Jade Scorpion)- y por interesantes debutantes como Oliver Hirschbiegel -Das Experiment-, Pitof -Vidocq- o Richard Kelly -Donnie Darko-. El jurado, compuesto entre otros por el especialista en cine fantástico Mark A. Altman, el actor Fernando Guillén o el crítico Jordi Costa, ha repartido los galardones tanto en unos como en otros, otorgando el premio a la Mejor Película a Vidocq en la Sección Fantàstic y al nuevo filme de Allen en la Sección Gran Angular.

Marcada por una presencia casi protagonista del cine oriental (para el cual se ha creado incluso una sección específica, Orient Express), la 34º edición del Festival se ha caracterizado sobre todo por la variedad de propuestas tanto en la sección oficial como en Gran Angular, que está abierta a cualquier género sea cual sea su procedencia. El cine galo ha apostado fuerte en su cosecha fantástica con las superproducciones El pacto de los lobos (Le Pacte des Loups), de Christophe Gans, una fantasía épica de impecable calidad formal que se apoya excesivamente en los momentos de suspense, con una puesta en escena que en ocasiones recuerda el goticismo de la Hammer y en otras la artificiosidad de la planificación espacio-temporal característica del manga; y sobre todo con Vidocq, la gran triunfadora del festival con los premios a la Mejor Película, Mejor Director Revelación para Pitof, que ya tenía gran experiencia como técnico de efectos especiales, Mejor Banda Sonora, Mejor Maquillaje y Mejores Efectos Visuales. Fuera de concurso fue presentada la última locura de Jean-Pierre Jeunet, Le Fabuleux Destin d'Amelie Poulain -ya estrenada en España como Amelie a secas-, un fascinante canto a la magia que reúne lo mejor de sus anteriores trabajos: el humor surrealista de Delicatessen (Delicatessen, 1991), el poder imaginativo de La ciudad de los niños perdidos (La Cité des Enfants Perdus, 1995) y el habitual barroquismo de la puesta en escena que esta vez se ofrece en su justa medida, en favor de una mayor elegancia formal. La producción francesa también nos ha obsequiado con propuestas más modestas como la controvertida Trouble Every Day, de Claire Denis, o Un Jeu d'Enfants, de Lauren Tuel.

El cine oriental ha tenido en Inugami, de Masato Harada, una de las mayores sorpresas del festival, una inclasificable fábula de sobrenatural belleza sobre un amor truncado por la superstición de un pueblo dominado por una vieja leyenda de fantasmas. Su protagonista, Yuki Amami, recibió el premio a la Mejor Actriz. La insólita fantasía virtual Avalon, del realizador de Ghost in the Shell Mamoru Oshi, fue galardonada con el Premio a la Mejor Fotografía. La prueba de que el cine nipón también goza de sentido del humor vino de la mano de la polémica Battle Royale, de Kinji Fukasaku, y con Takeshi Kitano de protagonista, una macabra reflexión sobre la violencia entre un grupo de escolares.

La presencia española en el festival tuvo su mejor recibimiento con la aclamada Fausto 5.0, el debut cinematográfico del grupo teatral La Fura dels Baus, que obtuvo una mención especial por haber sabido prolongar en el lenguaje del cine un discurso creativo nacido y desarrollado previamente en otros ámbitos artísticos. Otra de las apuestas de nuestro cine era la fallida La Biblia Negra, del debutante David Pujol, un filme que se presume de terror psicológico pero que en su desarrollo oscila entre el drama sentimental y la aventura con convencionales toques cómicos. Con un presupuesto más ambicioso se presentó Dagon, la tercera entrega de la Fantastic Factory, dirigida por el ya habitual del festival Stuart Gordon, basada en el relato de Lovecraft La sombra sobre Innsmouth. Fuera de la sección oficial se presentó el segundo trabajo como realizadora de la valenciana María Lidón (Luna) Náufragos, un caso insólito en la filmografía nacional en cuanto al tema que trata: la odisea de unos supervivientes en Marte. La originalidad de la propuesta se queda simplemente en eso al perderse el filme en un mar de reflexiones de dudosa profundidad psicológica.

No faltó tampoco en la sección oficial retorcidas fantasías que rozan el terror adolescente (Donnie Darko, The Hole, de Nick Hamm, Jeepers Creepers de Victor Salva, Dead Creatures de Andrew Parkinson), curiosas muestras de cine de animación (Christmas Carol de Jimmy T. Murakami, Metrópolis de Rin Taro) y de cine de autor yanqui (No Such Thing de Hal Hartley, Session 9 de Brad Anderson).

El festival se completó con las habituales secciones dedicadas a cortometrajes, con la novedad este año de una sección específica para los cortometrajes en vídeo, y la Sección Anima't, con una selección de los mejores trabajos de animación del año. El cineasta Peter Greenaway recibió el premio honorífico La Máquina del Tiempo y expresó su teoría sobre la muerte de lo que tradicionalmente llamamos cine y la sustitución de éste por una obra multimedia, que será posible gracias al auge de la tecnología digital. Asimismo presentó su reciente filme 8 _ Women (1999) y, en el ciclo de Falso Documental, Vertical Features Remake. La clásica sección de Brigadoon continuó en la línea de un tipo de cine más cinéfago que cinéfilo de obligada asistencia para el espectador más freak, con homenajes a Amando de Ossorio, al cine fantástico mexicano de los 60 o a los seriales de Louis Feuillade como Fantomas (Fantômas, 1913-14) o Les Vampires (1915-16).

PALMARÉS

Sección Fantàstic

  • Mejor Película: Vidocq, de Pitof
  • Mejor Director: Brad Anderson (Session 9)
  • Mejor Actriz: Yuki Amami (Inugami)
  • Mejor Actor: Eduard Fernández (Fausto 5.0)
  • Mejor Guión: Richard Kelly (Donnie Darko)
  • Mejor Fotografía: Grzegorz Kedzierski (Avalon)
  • Mejores Efectos Visuales: Pitof (Vidocq)
  • Mejor Banda Sonora: Bruno Coulais (Vidocq)
  • Mejor Maquillaje: Vidocq
  • Mejor Director Revelación: Pitof (Vidocq)
  • Mejor Cortometraje: In absentia, de los hermanos Quay y Brasil, de Fco. Javier Gutiérrez Díaz

Sección Gran Angular

  • Mejor Película: La maldición del escorpión de jade, de Woody Allen
  • Mención Especial del Jurado: Fausto 5.0, de La Fura dels Baus y Metrópolis, de Rin Taro
  • Méliès d'Argent: El pacto de los lobos, de Christophe Gans
  • Premio de la Crítica: Kairo, de Kiyoshi Kurosawa

Sami Natsheh (Barcelona. España)

@ 2001 Sami Natsheh para pasadizo.com
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