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              Como no podía faltar, algo tendremos que decir sobre la película 
              de "El Señor de los Anillos", ¿no? 
            Digamos que leí el libro hace unos 10 años, y desde 
              aquel momento me he estado preguntando día a día (bueno, 
              casi) por qué demonios no había nadie que adaptase 
              la genial obra del "profesor" al cine. Me parecía 
              simplemente anormal. 
            Recuerdo con especial disgusto aquel día hace unos 8 años 
              en que alquilé en el video club la versión en dibujos 
              animados, y lo mucho que sufrí con aquella adaptación. 
              Incluso hace poco tuve la oportunidad de bajarme (no me preguntéis 
              de donde) la otra versión en dibujos animados que existe; 
              un poco cutre, pero no estaba nada mal, comparándola con 
              la otra. 
            Y aquí estoy, 10 años después, escribiendo 
              la crítica que hace mucho me hubiese gustado escribir. 
            De todas formas de todos es sabida mi poca afición por escribir 
              cosas, y lo difícil que me resulta. Pero al menos voy a intentarlo. 
            Me voy a comportar como una persona seria (al menos lo intentaré) 
              y dejaré a parte ese penoso sentido del humor que me caracteriza. 
              O sea, voy a poner cara de crítico, apagaré mi cigarro 
              y me encenderé una pipa de "hierba" (de la comarca, 
              no confundáis). De paso, haré como si no hubiese leído 
              el libro, como si no tuviese una estantería entera dedicada 
              a Tolkien, y el calendario del 2002 colgado en la pared. Esa será 
              la crítica del Doctor Jekyl. 
            Por otra parte, hay que tener en cuenta de que es una película 
              que genera opiniones encontradas, ya sea de fanáticos de 
              Tolkien o bien de simples espectadores de una película. La 
              crítica destructiva la hará el Mr Hyde. 
            Esto es como aquellas viejas novelas de elige tu propia aventura. 
              Tú eliges qué crítica deseas leer, si la que 
              pone a parir la película o bien la que la trata como una 
              obra maestra. De paso, me curo en salud y así no me podéis 
              acusar de nada. ¡¡Viva la demagogia!! 
            
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