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                El 
            contenido literario de las revistas pretendía mantener un interés 
            narrativo fluido y vivaz en sus relatos, los cuales normalmente eran 
            lo bastante breves como para concluir en una única publicación; 
            o bien, si el autor decidía desarrollar un argumento relativamente 
            largo, se editaban por entregas a lo largo de varios números. 
            Los escritores creaban guiones cada vez más originales y situaban 
            a sus personajes protagonistas en el punto neurálgico del argumento. 
            Predominaban las escenas de acción y los momentos climáticos 
            en los que el protagonista se veía envuelto en situaciones 
            casi imposibles de superar. Entre sus páginas surgieron personajes 
            heroicos cuya meta era o bien enfrentarse al mal en todas sus manifestaciones, 
            o bien vivir aventuras de la más exacerbada acción. 
            En ambos casos, que a menudo convergían como el principal contenido 
            argumental, el héroe culminaba con éxito su empresa. 
            Entre los más destacados héroes pulp pueden citarse 
            la creación de Edgar Rice Burroughs, Tarzán, personaje 
            que debutó en las páginas de The All-Story Magazine 
            en el número de octubre de 1912 con el relato "Tarzan 
            of the Apes: A Romance of the Jungle" y que gozó de un 
            éxito inmediato; La Sombra, de la mano de Walter Gibson, que 
            apareció en su propio pulp, The Shadow, en 1931; o el famoso 
            Hombre de Bronce, obra de Lester Dent, cuyas proezas pudieron leerse 
            en la revista Doc Savage, publicada por vez primera en 1933. Estos 
            y otros héroes eran individuos fuertes, de gran resistencia 
            física y mental, capaces de grandes gestas, ya se desenvolvieran 
            en ambientes tan dispares como el Lejano Oeste, la Primera Guerra 
            Mundial, las junglas africanas o las violentas calles de las grandes 
            ciudades americanas dureante los difíciles años de la 
            Ley Seca. 
               El fenómeno pulp constituyó un 
              perfecto panorama para el nacimiento de nuevas innovaciones literarias, 
              como sería el caso del género de Fantasía Heroica. 
              Los tiempos eran propicios para los jóvenes escritores que 
              desearan ver sus relatos publicados en tales revistas. En ellas 
              tuvieron su primera oportunidad autores que décadas mas tarde 
              serían renombradas figuras de las letras universales (como 
              fue el caso de Fritz Leiber, Robert Bloch, Seabury Quinn o Tennessee 
              Williams). Por lo tanto, cabe circunscribir la aparición 
              del género que nos ocupa dentro de un marco concreto, que 
              engloba tanto la figura de un autor en particular como el título 
              de un pulp determinado. Pasemos a describir ambos. 
               A principios de la década de los años 
              veinte nació una revista que caracterizaba una forma de relato 
              de corte sobrenatural. Su título rezaba Weird Tales: The 
              Unique Magazine. Se trataba de un pulp de formato típico 
              (25 x 17 cms.). El primer número de la revista salió 
              el mes de marzo de 1923. Puesto que la temática de los relatos 
              debía gravitar hacia lo extraño y asombroso, el lema 
              de la revista subrayaba este hecho con la frase A Magazine of the 
              Bizarre and Unusual. Desde un principio, el objetivo era ofrecer 
              al escritor la libertad de expresar sus más recónditos 
              sentimientos. Así, las páginas de este nuevo pulp 
              estaban abiertas a los escritores que desearan expresar sus ambiciones 
              literarias hacia un tipo de relato breve lleno de oscurantismos. 
             
               En el número de julio de 1925, Weird Tales 
              publicó un relato breve escrito por un joven autor tejano: 
              Robert Ervin Howard. Llevaba por título "Spear and Fang" 
              y su argumento giraba en torno a un hombre de tiempos prehistóricos 
              viviendo extrañas aventuras con el fin de rescatar a la mujer 
              que ama. La ambientación y el estilo narrativo, flamante 
              y directo, eran nuevos para los lectores de Weird Tales, acostumbrados 
              a las andanzas de personajes muy humanos, aunque poderosos, enfrentados 
              a situaciones sobrenaturales enmarcadas en un tiempo relativamente 
              reciente. De este modo, "Spear and Fang", que caracterizaba 
              a un protagonista extremadamente robusto oriundo de una cultura 
              salvaje y capaz de enfrentarse a cualquier situación que 
              requiriese una fuerza y destreza sobrehumanas, puede considerarse 
              un tímido precursor del género de Fantasía 
              Heroica. 
               A partir de 1925, Robert E. Howard continuó 
              escribiendo relatos para Weird Tales. Profundamente interesado en 
              la historia antigua y en las culturas salvajes y bárbaras, 
              los protagonistas de sus historias eran siempre hombres extremadamente 
              fuertes e inclinados a la acción rápida, sin predominar 
              en ellos un perfil psicológico intelectualmente dominante. 
              Estos personajes se desenvolvían en entornos históricos 
              (Howard gustaba de reescribir la historia como fuente para sus relatos), 
              como fue el caso de Bran Mak Morn, guerrero picto de la actual Escocia 
              y protagonista de una serie de relatos que desarrollaban la defensa 
              de sus tierras altas de Caledonia contra la invasión romana 
              durante el siglo III d.C. El primero de ellos, "The Lost Race", 
              fue su segunda aportación a la revista, publicándose 
              en enero de 1927. 
               Dos años más tarde, en agosto de 
              1929, apareció "The Shadow Kingdom". Era un texto 
              de unas trece mil palabras. En él se describía un 
              personaje de cultura bárbara, pero que reinaba sobre una 
              ciudad de ensueño capital de un continente imaginario: Thuria.(1) 
              El personaje, Kull de Valusia, fue el verdadero pionero del género 
              de Fantasía Heroica por ser un personaje semejante a los 
              ya descritos, y también por el hecho de protagonizar un relato 
              en el que se combinaban la acción con la magia, todo ello 
              dentro de un detallado trasfondo. Debido a la presencia de ambos 
              elementos - acción y magia -, elementos que habrán 
              de repetirse en tantos otros relatos, la Fantasía Heroica 
              fue posteriormente bautizada con otro nombre más especializado: 
              Espada y Brujería.(2) Es corriente entre 
              los críticos actuales considerar a la Espada y Brujería 
              como un subgénero de la Fantasía Heroica; mientras 
              que el primero sólo se limita a contar eventos perfilados 
              por la presencia de la acción y la magia, el segundo engloba 
              textos con una carga densa y variada de elementos fantásticos 
              (por ello también se la ha denominado Alta Fantasía), 
              a la que pertenecería The Lord of the Rings y la mayor parte 
              de sus imitaciones. 
               También al personaje Kull pertenece la 
              historia "By This Axe I Rule!", relato que fue rechazado 
              por dos revistas (3) debido a su carencia total 
              de elementos fantásticos (a pesar de situarse en el continente 
              de Thuria, su argumento narra poco más que un heroico combate 
              entre el rey y una banda de asesinos que intentan acabar con su 
              vida en sus propios aposentos). Sin embargo, este relato será 
              de suma importancia para la creación del personaje más 
              representativo de Howard, como más veremos adelante. De las 
              once historias del rey Kull, sólo tres fueron publicadas 
              en vida del autor. (4) 
               A finales de 1931, Howard vivió una temporada 
              de completa inactividad literaria. Por aquellas fechas hacía 
              ya mucho tiempo que se había convertido en un escritor profesional 
              y necesitaba publicar con cierta constancia para percibir unos ingresos 
              estables. Aprovechó la ocasión para tomarse una vacaciones 
              y viajar a través de las llanuras de Texas hasta la frontera 
              de México, situada en Río Grande. Allí, mientras 
              disfrutaba de comida española y de la conversación 
              con los lugareños, tuvo repentinamente una idea: escribir 
              una serie de relatos fantásticos de cariz prehistórico, 
              pero no en una tierra quimérica como Thuria, sino en un mundo 
              que implicara en su creación una cuidada investigación 
              histórica. Decidió establecer una línea vital 
              del personaje protagonista - que aún no había sido 
              creado - con el objeto de conferir a la serie una mayor coherencia 
              interna. Por lo tanto, de regreso a su hogar en Cross Plains, inició 
              la composición de un breve ensayo, que pretendía ser 
              la historia de su mundo, titulado "The Hyborian Age". 
              En él asumió la existencia del continente hiborio, 
              una gran masa de tierra dividida en grandes provincias semejantes 
              en nombre y cultura a las del mundo real antiguo y alto-medieval. 
              Estos parajes preñados de misterio formarían el punto 
              de enlace de una larga serie de relatos, la mayor parte de ellos 
              publicados en Weird Tales; y puesto que el relato "By This 
              Axe I Rule!" había sido rechazado, emprendió 
              la tarea de reescribirlo, pero en esta ocasión insuflando 
              en él un importante elemento mágico y sobrenatural 
              para convertirlo en el primer relato de la serie. Y desde luego, 
              el personaje de Kull debía ser cambiado por otro con un nombre 
              más afín al aroma pseudohistórico del mundo 
              hiborio. 
               La reescritura de la historia protagonizada por 
              Kull triunfó en Weird Tales. Se publicó en diciembre 
              de 1932 bajo el título "The Phoenix on the Sword". 
              El nombre del personaje principal - el bárbaro que sustituyó 
              a Kull - fue extraído del mundo celta, concretamente de la 
              nomenclatura antiguo-irlandesa. Resultó una elección 
              afortunada para Howard, que siempre había sentido una fuerte 
              atracción por todo lo céltico. Por ello, decidió 
              llamar al protagonista de su nuevo relato Conan (5) 
              y a su tierra natal, situada al norte del mundo hiborio, Cimeria. 
              (6) El éxito de este nuevo personaje 
              fue rotundo entre los lectores de Weird Tales, y durante 1932 hasta 
              su muerte en 1936, Howard escribió veintiún relatos 
              ambientados en el mundo hiborio y protagonizados por Conan. Se formó 
              así una auténtica saga literaria que, junto a otros 
              relatos del autor, constituyó la piedra angular para la Fantasía 
              Heroica, reuniendo en ella los elementos imprescindibles que debe 
              poseer una historia perteneciente a este género. Sigue a 
              continuación los rasgos más relevantes: 
               CARACTERÍSTICAS DEL GÉNERO DE 
              FANTASÍA HEROICA 
            
              - En cuanto a la expresión: 
                
                  - Soporte textual en forma de relato breve. Esta característica 
                    vino determinada por el requisito editorial de las revistas 
                    pulp; en nuestro caso, de Weird Tales.
 
                  - El relato breve exigía un estilo narrativo directo, 
                    sin largas descripciones. Consecuentemente, el lector se sumergía 
                    en la acción desde el primer momento.
 
                  - Empleo de verbos dinámicos. 
 
                  - Uso adecuado de figuras de dicción, como la metáfora, 
                    la personificación y la aliteración. 
 
                 
               
              -  En cuanto al contenido: 
                
                  - Desarrollo de ambientes y culturas primitivas, bárbaras 
                    o medievales. (7) Su descripción 
                    forma una base donde tienen lugar las aventuras del protagonista.
 
                  - Presencia de elementos sobrenaturales, mágicos o 
                    divinos, normalmente simbolizados bajo la forma de seres extraños 
                    o practicantes de saber arcano. A menudo son los antagonistas 
                    del héroe.
 
                  - Personaje principal individualista, poderoso y guiado por 
                    instintos básicos. Se mantiene, sin embargo, su calidad 
                    heroica al triunfar frente a la adversidad y poseer un propio 
                    código de conducta orientado hacia el bien.
 
                  - Existencia de un enclave físico definido (ruinas, 
                    tumba, bosque, torre...) donde se desarrollará el clímax 
                    argumental. El protagonista se enfrenta en dicho enclave al 
                    obstáculo supremo.
 
                 
               
             
               Las citadas características están, 
              desde luego, sujetas a variaciones, especialmente en lo referente 
              a la Fantasía Heroica que se escribe en la actualidad. Mas 
              resultan adecuadas para el nacimiento del género en Norteamérica 
              durante el primer tercio de siglo XX. Sin embargo, no todas ellas 
              son una elaboración totalmente original de Robert E. Howard 
              o de la demanda editorial de los pulps de la época. Algunas 
              características pueden encontrarse en géneros literarios 
              antiguos al igual que en determinadas obras y autores contemporáneos. 
              Son influencias que en ocasiones resultan coincidentes con los citados 
              rasgos de nuestro género y no meras imitaciones por parte 
              del autor. En su gestación han intervenido textos pertenecientes 
              a diversos géneros, convirtiendo así a la Fantasía 
              Heroica en un producto resultado de la combinación de varias 
              convenciones literarias. Entre ellos podemos mencionar el gran bagaje 
              de los textos épicos, tales como la saga mesopotámica 
              (el poema Enuma Elish), griega (La Odisea) o nórdica (Eddas). 
              Los modelos expuestos en estos textos sincretizarán, durante 
              la Edad Media, las figuras heroicas que en ellos se describen, especialmente 
              debido a la fuerza de la tradición céltica. Podemos 
              apreciar cómo la Fantasía Heroica bebe de estos modelos 
              para formar cuatro de sus características ya citadas: la 
              presencia de elementos sobrenaturales; el talante heroico del protagonista; 
              la ambientación antigua y medieval; y el empleo de figuras 
              retóricas, en especial la metáfora y la personificación 
              (como los "kenningar" escandinavos). 
               Dentro de la época contemporánea 
              surgen dos importantes autores que darán un fuerte impulso 
              a los antecedentes de la Fantasía Heroica: Alfred Lord Tennyson 
              (Idylls of the King [1859]) y William Morris (The Wood at World's 
              End [1986]). Ambos contribuyeron al resurgimiento de la literatura 
              artúrica y al empleo meticuloso de una retórica evocadora 
              de tiempos pasados, respectivamente. Pero el intenso individualismo 
              que caracteriza a los personajes de la Fantasía Heroica vendrá 
              determinado por la obra de Jack London (The Star Rover [1915]), 
              (8) mientras que el tema de la aventura pura 
              llegará de la mano de Henry Rider Haggard (King Solomon's 
              Mines [1887]). Con los citados autores nuestro género tomará 
              prestado la brutal independencia del protagonista heroico; la vivencia 
              de aventuras trepidantes; y la inclusión de matices mágicos 
              y arcanos. 
               Muchas fueron las influencias en la prosa de 
              Robert E. Howard y, consecuentemente, en el nacimiento de la Fantasía 
              Heroica. Este género queda definido, por tanto, como un sincretismo 
              de diversas tradiciones literarias e históricas filtradas 
              a través de la obra de un determinado autor y su transmisión 
              por medio de las revistas pulp. El resultado es un género 
              propio y totalmente moderno que muchos críticos y especialistas 
              han intentado definir con mejor o peor fortuna. 
               La Fantasía Heroica anglosajona que se 
              viene a escribir en la actualidad ya no recoge la mayoría 
              de los rasgos apuntados. Más bien se repite a sí misma 
              hasta extremos incongruentes con lo que pretende comunicar y huye, 
              por lo general, de cualquier pretensión artística. 
              Pero es en España donde la Fantasía Heroica más 
              pura, es decir, la que sigue los pasos de Robert E. Howard, goza 
              de una mayor aceptación entre el público, especialmente 
              en el mundo del comic-book, soporte donde el género ha sido 
              mejor tratado. Tal vez el umbral del siglo XXI depare nuevos autores, 
              nuevas obras e incluso nuevos géneros literarios vinculados 
              al gigantesco panorama de lo fantástico, pero siempre debiendo 
              mucho a la figura de un muchacho tejano que nunca debería 
              ser olvidado. 
               
               
             
             
            (1) Howard tomó el nombre 
            de una de las lunas de Marte perteneciente a la ficción de 
            Edgar Rice Burroughs. 
             (2) 
              Término acuñado por Fritz Leiber en 1960. 
             (3) 
              Adventure y Argosy en 1929.  
             (4) 
              "The Shadow Kingdom" (1929); "The Mirrors of Tuzun 
              Thune" (1929); y "Kings of the Night" (1930). En 
              este último aparece Kull junto al ya mencionado Bran Mak 
              Morn. 
             (5) 
              En la mitología celta, Conán es uno de los guerreros 
              de Finn. Es Conan el pendenciero, cuyo nombre significa 'Pequeño 
              Sabueso'. 
             (6) 
              Según el biógrafo de Robert E. Howard, Lyon Sprague 
              de Camp, el topónimo fue sacado de la neblinosa tierra occidental 
              que Ulises, en La Odisea, visita en su viaje hacia Ítaca. 
              Sin embargo, durante la era victoriana inglesa, Cimmeria fue el 
              término, un tanto romántico, con el que se designaba 
              a Gales; en la lengua nativa, esta tierra se denominaba Cymru. Howard 
              pudo haber conocido este último dato y emplearlo como un 
              elemento aglutinador para su mundo hiborio. 
            (7) 
              En el caso del mundo hiborio, los tres períodos temporales 
              se distribuyen a lo largo y ancho de su geografía, encuadrándose 
              en los respectivos ambientes culturales. 
            (8) 
              La literatura de London influyó decisivamente en Robert E. 
              Howard. The Star Rover fue particularmente reveladora, pues le inspiró 
              para escribir su ciclo denominado "memoria racial" 
             
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