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		RUR / La fábrica de Absoluto, 
		de Karel Capek 
	     
            
		Título original: RUR y Zivota hmyzu
		 (1.920 y 1.922)
	     
            
		Portada: Opalworks
	     
            
		Traducción: Consuelo Vázquez de Parga y Carlos Torres Moll
	     
            
		Editorial: Minotauro 
		(2.003)
	     
	      
	    
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		 Karel Capek
		
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		 J. Javier Arnau, Abril 2.004 
	
	    Hace tiempo que andaba detrás de RUR, 
	un libro que me apetecía muchísimo leer pero que no 
	conseguía encontrar. Mi interés por dicho libro era debido 
	a que es el primero donde aparece el término "ROBOT" aplicado a los 
	seres mecánicos creados por el hombre -aunque el propio Capek ya 
	lo había utilizado antes en otra obra suya, pero sin el significado 
	que adquiriría posteriormente-. 
	   Cierto es que en la literatura ya habían 
	aparecido otras creaciones, más o menos humanoides; pero o 
	eran seres orgánicos (Frankenstein), o bien derivados de la 
	magia/artes místicas (El Golem). Por eso, se considera 
	unánimemente que las primeras apariciones de estos seres 
	mecánicos con el nombre de ROBOTS se da en esta obra. A 
	propósito de esto, cabe mencionar que el nombre de la obra es 
	Robots Universales Rossum, siendo Rossum el nombre del creador. 
	Con todo ello, podemos ver la intencionalidad del autor al titular 
	así a su obra, dado que las palabras que conforman el título 
	tienen su traducción: 
	- Robot: 
	
	 
	- a) Checo (la lengua del autor) --> Robota; T
	rabajo monótono y forzado, servidumbre. Robotnik; 
	Siervo
 
	- b) Ruso (como base para las lenguas de 
	aquellas regiones) --> Robota; Trabajo.
 Robotnichk; 
	Trabajador, Proletario.  
	 
	
	- Rossum: Checo --> Razón (El Sueño de la 
	razón produce monstruos....o seres artificiales...). 
	   Además, RUR es una obra de teatro, cosa que no 
	recordaba -aunque sí sabía que el autor tenía escritas 
	algunas, así como cuentos, novelas, etc-, y los que me 
	conocéis sabéis de mi afición por el teatro. Así
	que fue una agradable sorpresa añadida al interés con el que 
	cogí el libro. Como obra de teatro, evidentemente prima la palabra 
	sobre la acción -en su vertiente puramente literaria; sobre un 
	escenario o una pantalla de cine la cosa ya cambiaría-. 
	   Los ROBOTS -realmente, androides, ya que son indistinguibles 
	superficialmente de los seres humanos- son creados, se les confiere un "alma"...
	y se rebelan contra sus creadores. Leyéndola, me venían a la 
	cabeza películas -y obras- como Terminator(s), Matrix(s), 
	Metrópolis, Carnival Robots, y todas las que se os 
	ocurran que presagian un apocalipsis a manos de las creaciones del hombre, 
	cuando éstas escapan a su control. Y es una obra escrita entre 
	1920/1921... 
	   Como veremos también en La fábrica 
	de Absoluto, Capek parece un tanto pesimista con la evolución 
	que siguen la ciencia y la técnica (tecnología) en las manos 
	del ser humano, en el que parece confiar más bien poco. Pero pese a 
	su innegable pesimismo respecto a la historia de la Humanidad, siempre nos lo 
	cuenta con sentido del humor, encontrando, pese a todo, motivos para la 
	sonrisa. En RUR ejemplos de esto serían: la confusión 
	entre Robots y Seres Humanos (en ambos sentidos); las relaciones entre el
	grupo de protagonistas (amor a primera vista de todos los hombres por la
	chica, ésta que no sabe a quien elegir...); el Robot que quiere ser
	maestro... de Humanos, etc. 
	   Y, finalmente su creencia de que, a pesar de todo, 
	puede haber una redención para el género humano, aunque 
	a veces éste haya de recrearse casi a partir de cero, borrando 
	así todos sus errores pasados, pero expuestos a unos nuevos, o 
	a repetir los mismos una y otra vez. Como dice la introducción: 
	"denuncia con gran talento creador la amenaza por la tecnología, 
	de la anulación de la personalidad individual, impotente ante unas 
	fuerzas que el hombre mismo ha erigido". 
	   Estoy escribiendo esto y compruebo que podía 
	haber comentado ambas obras en conjunto, partiendo de sus sinopsis 
	individualizadas, dado que su recorrido es similar: se Inventa/Descubre 
	algo muy útil y beneficioso para el conjunto de la Humanidad, 
	pero esto llevará, inesperadamente, a desastres y guerras, para 
	al final tener un impasse en el que no se sabe muy bien si es un 
	final feliz o amargo: ¿debemos alegrarnos porque todo ha acabado, o 
	entristecernos por lo que ha connlevado...? En RUR ya hemos visto 
	que ese "algo" beneficioso que se inventa son los Robots, que lleva a 
	una guerra con los humanos, y el final... ¿triste; amargo; feliz, 
	esperanzador...?; a decidir por cada lector. 
	   En La fábrica de Absoluto un motor 
	atómico de energía ilimitada produce como residuo 
	"Espíritu Divino". La Iglesia, que "no explica, sino que ordena y 
	prohibe", en principio niega que sea Dios, pero va cambiando de punto de 
	vista a lo largo de la obra, de acuerdo con sus propios intereses. 
	Aparecerán entonces profetas, curadores, sabios, místicos... 
	Y todo ello, en lugar  de acabar en Paz (con mayúscula), 
	armonía y "buen rollo", da lugar a una Guerra Mundial de 
	Religion(es). Así, una vez más, algo en esencia bueno,
	en manos de los hombres se pervierte y malogra, hasta un final de 
	nuevo, agridulce. 
	   Sin embargo, sigue estando presente el sentido 
	del humor, a veces ironía, del autor, en momentos tales como: 
	el Joven Sabio de 55 años; la reunión "secreta" de los 
	líderes mundiales, y sus relaciones; los inventos de la prensa 
	sensacionalista para vender más ejemplares con menos trabajo; 
	los raptos de misticismo que hacen que los bancos repartan su dinero, 
	los empresarios regalen sus fábricas a los obreros, que los 
	éstos formen cooperativas para repartir el trabajo y los 
	beneficios...; un Dios (Espíritu Divino) omnipotente pero 
	inexperto, que fabrica sin parar al tener materiales disponibles 
	(cuando creó el Mundo no los tenía, por eso paró), 
	pero que no tiene en cuenta las otras fases del proceso de 
	producción -almacenamiento, transporte, oferta/demanda, etc-, 
	creando un inmenso caos; y multitud de ejemplos más. 
	   Curiosamente, denuncia proféticamente 
	el advenimiento de una Segunda Guerra Mundial, cuando esta novela 
	está escrita sobre 1922. Aquí queremos destacar que 
	el mismo autor confiesa en una breve introducción que 
	empezó la novela como folletín periodístico, 
	que se desentendió y que cuando le pedían las 
	continuaciones iba entregando capítulos para mientras 
	poder ir pensando en la manera de encarrilarlo. Por eso se le 
	llegó a criticar que no tenía estructura de novela; 
	pero molesto por esto, Capek la remodeló, y esta es la 
	versión que nos ha llegado. 
	   En resumen, un libro Imprescindible aunque 
	sólo hubiera tenido una de las dos obras, y más 
	aún estando ambas en un sólo libro.    
	  
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