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		El Viaje del Anillo, 
		de Eduardo Segura
	     
            
		Editorial: Minotauro 
		(2.004)
	     
	      
	    
		El libro en cyberdark.net
	     
	     
		 Eduardo Segura
		
		Libros en cyberdark.net 
	     
              
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		 Ivan Fernandez (Cebra), Mayo 2.004 
	
	    El caso de Eduardo Segura recuerda mucho, salvando las distancias, a la 
	historia de Robert Foster que conté en la reseña de su libro 
	Guía de la Tierra Media. 
	Ambos son fans irredentos de Tolkien y a ambos dicha condición, en cierta forma, 
	les cambió la vida. 
	   Segura (Oviedo 1967) fue una de tantos adolescentes que a principios de 
	los 80 cayó bajo el embrujo del maestro de Oxford. Yo mismo fui otro, para qué vamos a ocultarlo, 
	y me temo que ésta no fue una situación muy rara entre la gente de nuestra generación. En 
	cualquier caso, semejante pasión no parecía tener mayor importancia. Me imagino que todo el 
	mundo, incluido él mismo, lo vería como algo transitorio o un hobby más. 
	   Así Segura realizó sus estudios en Historia Moderna (una temática no 
	muy tolkieniana) y se planteó hacer el doctorado. Y aquí es cuando su viejo vicio resurgió con 
	fuerza y le empujó a dar un giro radical a su carrera. De la Historia pasó a la Filología y 
	se decidió a escribir una Tesis Doctoral que versase sobre, ahí es nada, Tolkien. Dada la 
	animadversión que, en general, el mundo académico español siente por el fantástico, la idea 
	se me antoja poco menos que heroica. Y, sin embargo, Segura triunfó. Encontró a alguien que 
	le dirigiese su trabajo (José Miguel Odero) y acabó presentando su Tesis en el 2001 en la 
	Universidad de Navarra. Tesis que contaba, inevitablemente, con el rimbombante título de 
	Análisis narratológico de El Señor de los Anillos. Introducción a la poética de J. R. R. 
	Tolkien. 
	   En el proceso de elaboración de semejante obra, Segura conoció a 
	Christopher Tolkien y a T. A. Shippey (del que tradujo su El camino a la Tierra Media). 
	Posteriormente escribiría una lúcida biografía del maestro (J. R. R. Tolkien El mago de 
	las palabras) y una antología de ensayos sobre su vida y obra (Tolkien o la fuerza del 
	mito). Y, además, durante varios años, fue uno de los asesores del proyecto cinematográfico 
	de Peter Jackson. Actualmente es profesor de Humanidades en la Universidad Católica San Antonio 
	de Murcia (y de todos es sabido que sin un título de doctor es bastante difícil ser docente 
	universitario) y, visto su curriculum, podemos decir que es el principal experto en 
	Tolkien de nuestro país. Así pues, otro ejemplo de como un libro puede cambiar la vida de 
	alguien.  
	   Y todo empezó con una Tesis Doctoral; Tesis que la editorial Minotauro 
	ha decidido publicar (revisada, eso sí) y que es el libro del que ahora toca hablar. 
	   Lo primero de todo, es un libro muy interesante. Riguroso, certero y muy 
	original. Lo segundo, es un libro extremadamente complicado, árido y que, me temo, no esté al 
	alcance de todos. A pesar de la revisión se sigue notando demasiado el origen de la obra y 
	creo que cualquiera que haya pasado por el mundo universitario sabe que una Tesis no es 
	precisamente un ejercicio de amenidad. 
	   La idea original de Segura fue estudiar narratológicamente a Tolkien. Y 
	alguno me dirá ¿Y eso qué es? Fácil. A Segura le interesa conocer cuales son las técnicas que 
	utiliza Tolkien a la hora de elaborar sus libros. Por así decirlo, su estudio disecciona 
	minuciosamente toda la estructura narrativa del libro. Para entenderlo mejor sólo hay que mirar 
	las cuatro partes en que se divide su obra: la génesis literaria, la voz narrativa, el tiempo 
	narrativo y el modo narrativo. Por tanto, aquí no vamos a encontrarnos ni una biografía del 
	autor (al estilo de la de Carpenter), ni un estudio de las influencias en Tolkien (como en 
	El camino a la Tierra Media de Shippey), ni una lectura católica de su obra (como 
	hace Pierce), ni una comparativa con otros autores de su época (como en Tolkien, autor del 
	siglo también de Shippey). 
	   Evidentemente, la decisión de Segura convierte al libro en algo mucho más 
	denso y aburrido que todos los títulos que acabo de mencionar. Más aún si tenemos en cuenta 
	que el investigador español decidió utilizar, como principal herramienta de análisis, el 
	estructuralismo francés. Os puedo asegurar que los libros escritos bajo semejante premisa son 
	cualquier cosa menos fáciles y digeribles. 
	   Así pues, un libro que no sé muy bien si recomendar. Desde luego no es 
	nada adecuado para gente joven o que guste poco de los ensayos densos y complicados. Pero 
	también estoy convencido que aquellos valientes que decidan afrontar esta lectura, mantengan 
	los ojos bien abiertos y la atención al cien por cien, volverán un poco mas sabios después de 
	este viaje. Muy a menudo, el auténtico conocimiento se consigue más mediante el sufrimiento 
	que gracias a la diversión y el jolgorio. 
	  
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