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		Premios UPC 2003, 
		de varios autores
	     
            
		Portada: Sara Salvador
	     
            
		Editorial: Ediciones B 
		(2004)
	     
	      
	    
		El libro en cyberdark.net
	     
	      
	    
		Reseña Premio UPC 2001
	     
	     
              
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		 Vorkosigan, Junio 2004 
	    Cada año la publicación de los premios de la Universidad Politécnica de 
	Cataluña es una cita casi obligada para todos los aficionados. Por sus páginas han pasado –y 
	por tanto se han premiado– todos o casi todos los autores españoles que forman la elite de la 
	ciencia ficción, además de otros prestigiosos nombres internacionales. El volumen del 2003 
	tiene la estructura habitual en las últimas entregas; la conferencia del invitado –que siempre 
	tiene un notable interés–y algunas de las obras galardonadas. El invitado de la edición del 
	2003 fue nada más y nada menos que Orson Scott Card, un escritor suficientemente conocido 
	por todos los aficionados. Disertó sobre "Literatura abierta". 
	   La obra ganadora fue "Traficantes de leyendas" de Jordí Font-Agustí. La 
	mención especial del jurado la obtuvieron ex aequo: Vladimir Hernández con "Sueños de interfaz" 
	y José Miguel Sánchez, bajo el seudónimo de Yoss, con "Polvo rojo". Y mención del jurado 
	"por orden de apreciación": José Antonio Bermúdez Santos con "Factoria cinco", 
	David Snowdon con "Without Love", Daniel Mares Martín con "Carne" y Elizabeth H Groundwater 
	con "The Epsilon Eridani Alternative". El volumen incluye la obra ganadora, las menciones 
	especiales del jurado y las dos de "mención" escritas en castellano. 
	   La ganadora, "Traficantes de leyendas" de Jordí Font-Agusti, fue escrita 
	originalmente en catalán. Bajo una estupenda idea se desarrolla lo que para mi ha sido la primera 
	lectura de ciencia ficción tributaria de la España de las autonomías. Esta novela corta no podría 
	haber sido escrita hace 20 años; el entorno es marcadamente deudor de los acontecimientos 
	políticos y de la distribución territorial de España. Y no hace falta saber previamente cuál es 
	el lugar de procedencia del autor, se nota sobradamente desde los primeros párrafos.  
	   Con estas premisas tan solo decir que se presenta una historia en la que 
	en la Cataluña del futuro se desarrolla una técnica para tener un pasado "a medida", en el que 
	se puede escoger y convertir a los antepasados y los recuerdos en lo que se quiere que sean, 
	no lo que fueron, a fin de conseguir unas raíces apropiadas y convenientes... Especialmente 
	curioso es que esa idea sea liderada por la Directora de Salud Pública y no por otros 
	estamentos políticos, para marcarlo así como algo "saludable" y no una manipulación cultural. 
	Una vez hechas estas apreciaciones decir que nos encontramos con una historia bien hilada, que 
	se lee con fluidez, amena e interesante. Y la idea es original, algo que es muy de 
	agradecer. 
	   La mención especial del jurado de Vladimir Hernández, con "Sueños de 
	interfaz", presenta una narración cyberpunk en la que la trama no es más que una excusa 
	para describir luchas, huidas y escenas violentas. Independientemente de sus valores literarios, 
	es una historia al servicio de la violencia. La trama es el mero hilo conductor para pasar de 
	una escena a otra, da la sensación de que la historia no es lo más importante. Como la 
	violencia me produce una especial repulsión y la descripción de luchas no son de mi agrado, 
	la narración no me ha gustado, pero puede ser sumamente interesante para quienes disfruten de 
	este tipo de historias. La idea no es especialmente original; el protagonista se encuentra 
	casualmente con algo muy valioso que todos buscan, él quiere venderlo de forma provechosa y, 
	"casualmente", tiene los contactos apropiados para ello. 
	   José Miguel Sánchez en "Polvo Rojo" presenta una temática que aunque 
	aparentemente diferente a la anterior, no lo es; son dos obras muy parecidas. La historia es 
	una persecución y una venganza en un universo en el que las razas alienígenas han llegado al 
	sistema solar, pero no permiten que el hombre salga de él. Los personajes son de distintas 
	especies inteligentes, con potencialidades también diferentes. El narrador, sin embargo, es 
	un robot, pero dotado de capacidades que lo hacen muy próximo a un ser inteligente. En este 
	escenario se narra una historia marcada por la descripción de los combates, que son parte 
	importante y fundamental. En algunos casos la descripción de las luchas, pormenorizada y 
	exhaustiva, hace difícil seguirlas y saber quién está consiguiendo la ventaja frente a su 
	contrincante. A pesar de la violencia de la narración su final es esperanzador e incluso 
	tierno. 
	    "Factoría cinco", de José Antonio Bermúdez Santos, mantiene la línea 
	de luchas, peleas y violencia que marca este volumen de los premios UPC, con una historia 
	que recuerda la estética, y las aventuras al estilo Mad Max; un mundo postapocalíptico, 
	desolado y destruido recorrido en un camión entre facciones que luchan por la supervivencia 
	y el poder. 
	    "Carne", de Daniel Mares Martín, que se enmarca en lo que podríamos 
	llamar una ciencia ficción más clásica, desarrolla una idea original y confieso que es una 
	de las historias con las que más he disfrutado. Su estructura quizás sea más convencional, 
	pero va desarrollando la idea, dando pistas para terminar en un sorpresivo final; como a 
	mi me gusta, lo confieso. Nos cuenta la historia de un ser aislado en Marte y su regreso 
	a la Tierra. 
	   En resumen, y como suele ser habitual, un volumen interesante y variado, 
	que nos muestra cosas escritas ahora mismo que reflejan las inquietudes de los nuevos 
	escritores. Aunque en este volumen no todos son tan "nuevos", lo que ya de por sí es un 
	síntoma del interés y prestigio de este premio. Sólo desearos que disfrutéis de su lectura y 
	esperar la publicación del UPC 2004; yo al menos no quiero perdérmelo. 
	  
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