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		El Ansia, 
		de Whitley Strieber
	     
            
		Título original: The Hunger
		 (1981)
	     
            
		Traducción: Isabel Merino Bodes
	     
            
		Editorial: La Factoría de Ideas 
		(2003)
	     
	      
	    
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		 Whitley Strieber
		 
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		 J. Javier Arnau (Javier), Julio 2004 
	
	    Se ha considerado a esta novela como un best seller; ¿es 
	esto bueno o malo?. Pues para algunos supondrá un handicap, y les echará para 
	atrás a la hora de decidirse por esta obra. A otros no les importará lo más mínimo. 
	Es verdad que los best sellers suelen tener unos condicionantes que a muchos 
	no nos atraen, y optamos por otro tipo de literatura; ¿nos estaremos perdiendo buenas 
	obras por esta reticencia? Tal vez... O tal vez no. 
	   Lo cierto es que, en el caso que nos ocupa, tal vez no me habría 
	aproximado a esta obra de no haber existido la versión cinematográfica interpretada 
	por Catherine Deneuve, Susan Sarandon y David Bowie; o tal vez, de no haber existido 
	las Crónicas vampíricas, de Anne Rice... Me explico: el caso es que El 
	Ansia narra la historia de Miriam Blaylock, "una vampira moderna" antes del auge 
	de todos los modernos vampiros de la señora Rice. 
	   Con respecto al estilo, realmente el autor, W. Strieber conoce 
	su oficio, y nos va introduciendo en un submundo de emociones, dolor, amor,... con 
	suma facilidad, enlazando las diferentes tramas con completa naturalidad. Incluso 
	cuando nos narra los "sueños" (escenas de su pasado) de la protagonista, la vampira 
	Miriam Blaylock. Además, es hábil a la hora de dar una explicación, digamos 
	científica, tanto al Ansia como a la degeneración -física y mental- que sufren 
	los vampiros "no primigenios", al enlazarlas con las investigaciones sobre la 
	privación de sueño y el envejecimiento. 
	   Por un lado, nos muestra a Miriam, vampira y descendiente 
	de vampiros, y de sus amantes a lo largo de la historia; amantes que con el 
	tiempo van sucumbiendo al Ansia, lo que conlleva una exigencia cada vez mayor de 
	sangre y una degeneración total. Mediante sus "sueños" somos testigos de episodios 
	de sus vidas pasadas, de las persecuciones sufridas, del asesinato de sus seres 
	queridos, de sus intentos, fallidos, de crear a otros como ella, de la angustia 
	que le causa su pérdida, de la desolación de largos siglos en soledad... Por otro 
	lado asistimos a la investigación de la Doctora Sarah Roberts sobre los efectos 
	de la privación del sueño en el envejecimiento, de su frustrada vida personal, 
	de las dificultades en su trayectoria profesional. Aquí se nos muestra la lucha 
	de poder entre departamentos de investigación, cómo afecta esto a las relaciones 
	personales, cómo el trabajo absorbe la vida privada e interfiere en las relaciones; 
	en fin, la vida misma... 
	   Cuando el (pen)último amante de Miriam sucumbe, como todos 
	los anteriores, al Ansia y pierde el control, poniendo en peligro la vida de 
	ella -entre otros-, ésta se interesará por los trabajos de la Dra. Roberts, en 
	los que atisba un posible medio para salvar la vida de sus amantes/compañeros. Y 
	cuando conoce a la Dra., se enamora de ella, poniendo en juego todo su arsenal para 
	seducirla. 
	   Como decíamos, el autor mezcla hábilmente el tema vampírico con 
	las investigaciones científicas; el mundo antiguo -que vislumbramos a través de los 
	sueños de Miriam- con el actual; la vida de los inmortales, con el estrés de la vida 
	moderna. Consigue algunos momentos de gran suspense, incluso de terror, y otros más 
	reposados -como por ejemplo los intentos de seducción de Miriam hacia la Dra. 
	Roberts-. Asimismo, los momentos científicos también están bien desarrollados, 
	enseñándonos, a veces paso por paso, las teorías del vampirismo y sus fases de 
	desarrollo. También asistimos a momentos más dulces, y a algunos incluso tristes. 
	Por un lado nos compadecemos de Miriam, tal vez la última de su especie -una especie 
	totalmente ajena al Homo Sapiens-, que busca con desesperación quien le acompañe en 
	su inmortalidad; pero por otro, la vemos como un ser extremadamente peligroso, que 
	no se detendrá ante nada con tal de conseguir su(s) objetivo(s). 
	   Todo esto es, evidentemente, mérito del autor, Whitley Strieber, 
	que hace que los personajes no sean planos, sino cargados de emociones y sentimientos 
	y que, además, sean capaces de transmitírselos a los lectores. Porque además de 
	Miriam Blaylock, también nos metemos en la vida de Sarah Roberts y de su compañero 
	-sentimental y de trabajo-, una relación en la que el trabajo entorpece los 
	sentimientos, lo que hace que, a pesar del amor, se encuentren frustrados y busquen 
	algo más. También seremos testigos de las intrigas por hacerse con el poder en el 
	centro de investigación donde trabajan, conoceremos a sus amigos y compañeros de 
	trabajo, siendo partícipes de sus emociones, puesto que serán los primeros en darse 
	cuenta de por dónde  circula esta historia. Y todo esto relacionado con los Inmortales 
	Vampiros, su soledad, su degeneración total con el paso de los siglos, su Ansia por 
	matar, que les lleva a necesitar cada vez más y más sangre, su necesidad de compañía 
	para poder pasar los largos siglos. 
	   Por todo esto mi comentario del principio; frente a los personajes 
	un tanto "ñoños" y más bien planos de otros Vampiros Modernos, W. Strieber nos ofrece 
	personajes llenos de vida interior, con sus contradicciones y sentimientos. No duda 
	en ofrecernos sexo explícito, escenas de muerte, y otras sensuales, de alta carga 
	erótica... como la vida misma; amor y muerte, sexo y miedo. 
	   Con respecto a la edición de La Factoría de Ideas... otra vez 
	la controversia. Algún fallo, algún baile de nombres puntual, que en ciertos momentos 
	nos descolocan; pero bueno, en todos los sitios "cuecen habas", pero parece que por 
	el "historial" de La Factoría se tienen más en cuenta. Sin embargo, no vamos a 
	juzgarlos por su trayectoria anterior, sólo que, como nos decían en la escuela, 
	"deben mejorar". 
	  
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