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		El hechicero de la Montaña de Fuego, 
		de Ian Livingstone y Steve Jackson
	     
            
		Título original: The Warlock of the Firetop Mountain
		 (1982)
	     
            
		Portada: Martin McKenna
	     
            
		Traducción: María Pilar Martínez Caviró
	     
            
		Editorial: Timun Mas Libro Aventura Fighting Fantasy nº 1 
		(2003)
	     
	      
	    
		El libro en cyberdark.net
	     
	    
  
            
              
             
		La ciudad de los ladrones, 
		de Ian Livingstone
	     
            
		Título original: City of Thieves
		 (1983)
	     
            
		Portada: Martin McKenna
	     
            
		Traducción: Mª Pilar Martínez Caviró
	     
            
		Editorial: Timun Mas Libro Aventura Fighting Fantasy nº 2 
		(2004)
	     
	      
	    
		El libro en cyberdark.net
	     
		
	     
	      
	     
		
		Ian Livingstone
		 
		Libros en cyberdark.net 
	     
	     
		
		Steve Jackson
		 
		Libros en cyberdark.net 
	     
              
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		 Roger Estapé i Pons (^Utgard^), Septiembre 2004 
	
	    Como se suele decir, todo vuelve, y ahora les ha tocado a los librojuegos. 
	Los chicos de Timun Mas están rescatando del olvido las series que en su día fueron publicadas por Altea, 
	Fighting Fantasy y Lobo solitario. Bajo el título de "Libro Aventura" encontramos estas dos 
	series clásicas que tanto gustaron en los años 80, una buena oportunidad para que los aficionados y 
	nostálgicos puedan gozar de ellas con nuevas ilustraciones en un adecuado lavado de cara. Y para los que 
	no tuvimos oportunidad de leerlos suponen una ocasión ideal para iniciarnos en sus fantásticos mundos. 
	   A estas alturas es muy lógico formularse la siguiente pregunta: ¿Qué es un librojuego? 
	La mejor respuesta la encontramos en el excelente 
	artículo
	de Xnthos sobre los dos primeros libros de la serie de Lobo solitario. 
	   Pero centrémonos en Fighting Fantasy. Éste es el título dado a una serie de 
	novelas desarrolladas por Steve Jackson y Ian Livingstone. ¿Cómo nació el proyecto? Ambos tuvieron una 
	idea: crearían una historia en la que el lector llegase a ser el héroe de su propia aventura. Así 
	crearon una pequeña sinopsis bajo el título de "La Búsqueda Mágica" (The Magic Quest). Y en sólo seis 
	meses tenían terminado el trabajo, pero con otro nombre: El hechicero de la Montaña de Fuego (The 
	Warlock of Firetop Mountain). La novela se publicó en agosto de 1982 y fue todo un éxito entre el público (en 
	tres meses se había reeditado tres veces). De inmediato se pusieron a escribir nuevas historias (La 
	ciudadela del caos, de Steve y El bosque tenebroso, de Ian). Había nacido Fighting 
	Fantasy. 
	El hechicero de la Montaña de Fuego 
	   Todo está preparado; un lápiz, una goma, el papel que nos permitirá dibujar el 
	mapa y 2D6 (en argot rolero, dos dados de seis caras). Nos disponemos a leer las instrucciones para 
	aprender a jugar a este libro, a este juego... está bien, a este librojuego. Hay que decir que 
	las instrucciones son claras y están bien explicadas, con un par de lecturas y dos o tres combates ya 
	las tendremos por la mano. 
	   Pero antes de analizar la aventura debo hacer notar el gran error de estos libros: 
	la ficha del jugador. En esta ficha el jugador anotará la característica de su personaje, la lista de su 
	equipo, la progresión de los combates, vida, provisiones,... ¿Qué significa esto? Que constantemente 
	hay que escribir y borrar en ella. Lógicamente el lector no quiere hacerlo en el libro por miedo a 
	dañarlo, así que tendremos que hacer fotocopias y, para ello, nos vemos obligados a abrirlo mucho, ya 
	que la ficha ocupa dos páginas y no se respetan los márgenes, cosa que termina dañándolo igualmente. 
	Pero esto lo solucionó Timun Mas colgando en su página web la ficha en formato PDF (la podéis descargar 
	al final del artículo). De esta manera podemos imprimir tantas como sea necesario. 
	   Bien, llegados a este punto empezamos nuestra aventura. El libro no tiene un 
	argumento ni mucho menos elaborado (más bien, apenas tiene argumento); somos un aventurero 
	que ha decidido adentrarse en la peligrosa Montaña de Fuego donde se dice vive un poderoso hechicero y, 
	cómo no, queremos hacernos con su tesoro. Pero por alguna extraña razón nos engancha de tal manera 
	que se te hace difícil dejarlo. ¿Qué habrá al girar el recodo? ¿Qué se esconde detrás de esa puerta? ¿Y 
	esos gritos en la cueva? Uy, no sé si abrir el cofre o dejarlo aquí... 
	   Hay que decir que la dificultad es muy elevada. Si los monstruos no acaban con 
	nosotros lo hará la desesperación del laberinto. Y si, finalmente, logras encontrar el tesoro, reza 
	porque las llaves halladas durante el camino sean las que lo abren. Eso sí, caiga un personaje tras 
	otro, siempre haremos una nueva ficha y empezaremos desde el principio para explorar la inmensidad de 
	esta fantástica montaña. 
	La ciudad de los ladrones 
	   Con este libro tenemos la diversión asegurada. Esta vez la acción transcurre en 
	la oscura ciudad de Puerto Arenanegra, una ciudad llena de ladrones, bandidos y asesinos, donde 
	fácilmente podremos caer víctimas de una emboscada o de los más rastreros engaños. 
	   A diferencia de El hechicero de la Montaña de Fuego la dificultad no es 
	tan elevada y, como se ha dicho, se nos hace mucho más ameno y divertido. Esto se debe, en parte, a 
	que dejamos atrás aquellos laberínticos túneles de la Montaña de Fuego y cambiamos el escenario por uno 
	mucho menos complejo. Pero el verdadero motivo que hace que el lector (o jugador) se lo pase en grande 
	es el cambio de enfoque. Aquí éste se dedica más a utilizar su ingenio que a destrozar monstruos 
	(que también los hay). Se nos ofrecen gran cantidad de objetos mágicos, escondidos por el escenario, 
	que hay que encontrar o conseguir, y las pruebas que hay que superar vienen siempre en función de si 
	se poseen ciertos objetos determinados, cosa que nos recuerda más a una aventura gráfica. Eso si, el 
	final es muy complicado. 
	   Si la lectura de El hechicero de la Montaña de Fuego es obligada por el 
	hecho de ser todo un clásico, ésta pasa a serlo por la elevada diversión que nos proporciona. 
	 
	Descargar hoja de personaje (PDF)
	   
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