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             por Sephiroth, Mayo 2002 
                Ciencia-ficción, el género elegido por muchos 
              para ser su favorito. Historias llenas de viajes alucinantes, aventuras 
              estelares, fundaciones en el espacio y con mucha "química". 
              Pero, ¿qué pasa cuando este género se torna en terror, el dios de 
              la sangre y el oscurantismo, el prisionero del miedo de las gentes 
              que evitan que salga al exterior y lo dejan encerrado en milenarios 
              libros que no deben ser revelados a los mortales? 
               Este libro es una prueba de ello. 
               George Langelaan, un gran desconocido (al menos 
              para un servidor) plasma en esta obra un cóctel de tecnología, misterio 
              y temor; temor que abunda por sobre todas las cosas en todos y cada 
              uno de los relatos aquí recogidos. Las páginas del libro se vuelven 
              angustiosas y delirantes, sorprendentes e increíbles, y en muchas 
              de ellas se huele el amargo hedor del miedo. 
               Este autor francés nace en París, a principios 
              del siglo XX (concretamente en 1908) y se dedica desde joven al 
              mundo del periodismo y la literatura.  Tiene un importante papel 
              en la Segunda Guerra Mundial, el cual hace ganar posiciones a Gran 
              Bretaña en el bando aliado. Cuenta en su haber con numerosos relatos, 
              y en La mosca, relatos del antimundo encontramos seis de 
              sus mejores escritos. 
               Intentaré analizar los relatos de este libro 
              uno por uno y de la forma más objetiva posible. 
               En La mosca nos encontramos al 
              científico característico de muchas narraciones como protagonista: 
              un hombre que vive con su mujer, aislado del mundo y encerrado en 
              sus proyectos, que no le dan fama ni fortuna, pero sí una preocupación 
              personal y una razón de ser.  
               Encerrado siempre en su laboratorio, el doctor 
              trabaja en algo secreto, que se irá desvelando en la trama del relato, 
              el cual comienza con un asesinato que se sitúa cronológicamente 
              después de los hechos. 
               Pese a presentar un gran entretenimiento, el 
              hecho de que tenga tanto renombre hace que este primer relato no 
              alcance expectativas sobresalientes, pues todo lector o seguidor 
              del género (e incluso los que no lo son) han leído, oído o visto 
              en la pantalla alguna versión de este clásico. 
               La dama de ninguna parte es la 
              personificación de la unión entre ciencia-ficción y terror, el trueque 
              que George Langelaan culmina con brillantez. 
               En esta ocasión, se narra la historia de un físico 
              nuclear de cierto renombre que vive solo en su casa  del campo. 
              El protagonista y su televisor pasarán momentos espeluznantes que 
              la dama de ninguna parte, como bien se puede llamar a este 
              personaje, aliñará con el más puro y duro terror. 
               Siguiendo la tónica habitual de todo el libro, 
              al principio se narran unos hechos poco claros y misteriosos, que 
              presentaran a su vez el inicio y el desenlace del relato. 
               La otra mano es otra historia escalofriante, 
              si bien no de tanta calidad como la anterior, en la que se mezclan 
              de nuevo ciencia y terror, sólo que con más abundancia de la primera. 
               En esta ocasión, un individuo extravagante se 
              presenta en la consulta de un médico para que le amputen la mano. 
              El doctor no autoriza esta decisión, según él tomada a la ligera 
              y sin motivos. Al poco tiempo el hombre aparecerá de nuevo en la 
              clínica con la mano serrada, y paralelamente se publicará en los 
              periódicos la historia de un hombre al que un tren cercenó la mano 
              por la muñeca. 
               Miembros con vida propia y una maldición que 
              se transmite sin descanso completarán y enriquecerán el contenido 
              de este relato. 
               Deducciones desde la butaca presenta 
              la típica historia reflejada en un hecho cotidiano y con un final 
              sorprendente. No hay mucho que contar sobre ella, pues la trama 
              deberán descubrirla ustedes mismos. 
               De carácter grotesco e irreal, es uno de los 
              relatos más curiosos, al menos, del libro. 
               Salida de emergencia es el escrito más 
              largo de este recopilatorio, y se presenta como serio candidato 
              a llevarse la palma... aunque por lo menos, para mí, no lo consigue. 
               Historia rebuscada y lograda en un típico ambiente 
              rural cuyo renombre se debe solamente a las visitas turísticas. 
              Encontramos las aventuras de dos viejos compañeros de guerra, del 
              servicio secreto, que tratarán de resolver el misterioso enigma 
              de la desaparición de una joven que influyó en la vida amorosa de 
              ambos. 
               El primer hombre es una persona normal, con mucho 
              trabajo y que se sienta en una oficina. El segundo un escultor que 
              se gana el pan gracias a sus dotes para la creación. 
               Recordando amenazas como las que acechaban en 
              el pasado, ambos personajes se embarcarán en una peligrosa aventura 
              para resolver el misterio que les rodea. 
               Vuelta a empezar es sin duda uno de los 
              mejores relatos del libro, y con el que acaba el mismo. Intentando 
              hacer una reflexión filosófica sobre lo que hay después de la muerte 
              y combinando los géneros presentes en toda la obra, George Langelaan 
              plasma con asombrosa credibilidad una de las respuestas a los eternos 
              interrogantes del ser humano, y que es, como pone sobre estas líneas, 
              ¿qué hay después de la muerte? 
               Les invito a averiguarlo por ustedes mismos, 
              pues de esta historia no les quiero desvelar nada... no vaya a ser 
              que se sientan tentados a no leerla. 
               Sólo les digo una cosa: este libro merece una 
              oportunidad. A mi juicio está muy bien escrito y aunque según el 
              parecer de otros este aspecto pueda cambiar, cuando menos es interesante 
              e innovador en su absoluta totalidad, una forma de ver el mundo, 
              un estilo que mezcla dos grandes géneros literarios, y eso no se 
              ve todos los días.  
              
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