|  
             Esta crítica ha sido leída 7577 veces 
	     
            
              
            
		Caballeros de Viriconium, 
		de M. John Harrison
	     
            
		Título original: The Pastel City
		 (1971)
		 Viriconium Nights
		 (1984)
	     
            
		Portada: Alejandro Terán
	     
            
		Traducción: Manuel de los Reyes
	     
            
 
		Editorial: Bibliópolis 
		Bibliópolis fantástica nº 16 
		(Viriconium 1)
		(2004)
	     
	      
	    
		El libro en cyberdark.net
	     
	    
		 
		Libro disponible en la tienda de cyberdark.net
	     
	     
		
		M. John Harrison
		 
		Libros en cyberdark.net 
	     
              
               | 
          
		 David Quirós Nuño (Lobokell), Diciembre 2004 
	
	    Estamos en el anochecer de los tiempos, las Culturas del Atardecer han finalizado 
	mucho tiempo atrás y la barbarie se ha alzado de nuevo. De aquellas antiguas civilizaciones los actuales 
	pobladores de la Tierra sólo han heredado cierto número de máquinas, ruinas y residuos. Aunque, para el 
	que sabe buscar, siempre hay algún que otro artefacto oculto fácil de poner en funcionamiento. Sin embargo 
	la verdadera heredera fue la barbarie y, una vez más, como si se tratase de la Némesis de la raza humana, 
	el caos gobierna el mundo. Al menos  una buena parte, hasta que un hombre tuvo una visión en la cual el 
	ser humano alcanzaba de nuevo el lugar que le correspondía. Ese hombre se rodeó de un valiente grupo de 
	caballeros y juntos lucharon contra los bárbaros para dar una nueva oportunidad a la palabra civilización. 
	Y de ese noble esfuerzo surgió un Imperio, cuya sede se instalaría en Viriconium, la Ciudad Pastel. 
	   Sin embargo todo Imperio tiene un principio y un final, y éste no va a ser diferente. 
	Los bárbaros no siempre van a permanecer al otro lado de sus fronteras y sólo esperan el momento oportuno 
	para atacar. Un momento cuya llegada depende básicamente de dos factores: un líder que les una y un poder 
	que les asegure la victoria. Para desgracia de los habitantes de Viriconium dichos factores se han 
	producido. Canna Moidart, aspirante al trono que ahora ocupa la reina Methvet y que vive consumida por el 
	odio, ha unido bajo su mando a los crueles bárbaros, y además es la responsable de sacar a la luz a un 
	terror originado por las Culturas del Atardecer: los geteit chemosit. La amenaza es tal que los restos de 
	los antaño orgullosos Caballeros de Viriconium deben tomar de nuevo sus armas y liderados por el famoso 
	tegeus-Cromis y sus variopintos acompañantes deberán encontrar la forma de detener a la odiosa Canna 
	Moidart y sus horribles legiones. 
	   Caballeros de Viriconium es el primer volumen de una trilogía de corte 
	fantástico creada por M. John Harrison. Se trata de un mundo muy peculiar, donde las espadas y armaduras 
	comparten el protagonismo con armas de energía y aeronaves. Pues aunque el nivel tecnológico de las culturas 
	existentes en el momento de esta narración es similar al de la Edad Media, aún se conservan muchas máquinas 
	y objetos del pasado, y los conocimientos para manejarlos, aunque no para construirlos. Es una situación  
	paradójica, pues cada vez que se arriesga un artefacto se corre el riesgo de perderlo para siempre. Al 
	mismo tiempo de ella surge una nueva raza de carroñeros, aquellos que se dedican a escarbar en las ruinas 
	del remoto pasado en busca de algún ingenio útil. Y también hay magia, una magia diferente. No se trata de 
	magia convencional, sino más bien de una sustancia, un ambiente que influye en ciertos personajes 
	proporcionándoles capacidades especiales. Asimismo hay ciertas tecnologías que tienen en sí mismas un halo 
	de magia. Y siempre presente, envolviéndolo todo, como si de una densa niebla se tratara, está el Tiempo. 
	Si, Tiempo, con mayúsculas, pues en la novela siempre está ahí, creando en ocasiones un ambiente un tanto 
	opresivo, como agente destructor de civilizaciones o, simplemente, como un decidido cazador que 
	inexorablemente acecha a los protagonistas, negándoles hasta el más breve respiro. 
	   Caballeros de Viriconium es una novela de grata lectura, a pesar de ser la 
	primera parte. Enseguida, ya en el primer capítulo, comenzaremos a encontrar las fuentes de las cuales ha 
	bebido el autor. Posiblemente el lector más avezado encontrará más, pero he decidido remarcar sólo dos, y 
	sobre todo una de ellas: Michael Morcoock y Jack Vance. La obra de Morcoock es la principal fuente de 
	inspiración. El mundo que nos describe el señor Harrison enseguida nos traerá a la mente El bastón 
	rúnico, al heroico Dorian Hawkmoon y, cómo no, también aparece el concepto de multiverso, tan 
	utilizado en su obra. Naturalmente hay importantes diferencias. Por ejemplo, en ambas novelas se mezclan 
	las armas blancas con armas y vehículos de alta tecnología, y también aparecen artefactos de increíble 
	poder. ¿Dónde radica la diferencia? Muy fácil, en Viriconium no se pueden fabricar ni tanques, ni 
	lanzallamas, ni aeronaves....hay un stock limitado y su pérdida es irreparable. Por otro lado, los 
	artefactos ideados por Harrison, aunque fantásticos, mantienen su carácter de alta tecnología, pues 
	describe por encima su funcionamiento y el lector lo entiende con facilidad. Esto no ocurre así con 
	los artefactos que tanto gustan a Morcoock, el cual siempre rodea con un aura mágica. Más que maquinaria 
	futurista suelen parecer los clásicos objetos sacados del taller de un mago. ¿Y qué ha sacado del bueno 
	de Vance? Pues La Tierra moribunda ¿Qué si no? Me parece difícil que se pueda leer Caballeros 
	de Viriconium sin que surja esta comparación. 
	   En definitiva, una grata novela que indudablemente permitirá a muchos lectores 
	adentrarse en un universo fantástico que atraerá sin remedio a aquellos que disfrutaron con los libros 
	de Michael Morcoock. Además en la edición de Blibliopolis Fantástica contaremos con tres relatos 
	ambientados en el mismo universo, un detalle que es de agradecer en una época donde algunas editoriales 
	están cogiéndole gusto a dividir las novelas y publicarlas por partes. ¿Qué quiero decir con esto? Pues 
	simplemente que en la edición original se publicaron cuatro volúmenes, tres con la saga y uno de relatos, 
	y aquí veremos la saga publicada en tres novelas, repartiendo los relatos entre los tres libros. Un detalle 
	que, sin duda alguna, nuestros bolsillos agradecerán.  
	  
	 
	Panorama desde el margen 
	– Presentación de la obra de M. John Harrison, por Arturo Villarrubia. 
	Entrevista con M. John Harrison 
	– por Ignacio Illarregui Gárate y Arturo Villarrubia. 
	Reseña de Luz
	– Rafael Martín  |