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		Asesino real, 
		de Robin Hobb
	     
            
		Título original: Royal Assassin
		 (1996)
	     
            
		Portada: Michael Whelan
	     
            
		Traducción: Manuel de los Reyes
	     
            
		Editorial: La Factoría de Ideas 
		Solaris fantasía nº 38 
		El Vatídico 3 
		(2004)
	     
	      
	    
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		La fragilidad del asesino, 
		de Robin Hobb
	     
            
		Portada: John Howe
	     
            
		Traducción: Manuel de los Reyes
	     
            
		Editorial: La Factoría de Ideas 
		Solaris fantasía nº 39 
		El Vatídico 4 
		(2004)
	     
	      
	    
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		Robin Hobb
		 
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		 Sandro Herrera (Kelemvor), Diciembre 2004 
	
	    A finales del 2003 La Factoría de Ideas nos sorprendió gratamente con la publicación 
	de la primera parte de El Vatídico, una trilogía de fantasía escrita por Robin Hobb (pseudónimo de 
	Margaret Ogden), una revelación que ha resultado ser completamente fascinante. Sin embargo, la editorial
	tuvo la poco acertada idea de dividir los volúmenes de la trilogía, pudiendo llevar a engaño a aquél que 
	no esté informado: los finales que resultan de esta división son bastante absurdos. 
	   A la conclusión de su viaje en Aprendiz de asesino, Traspié, el "Lazarillo" de 
	los Seis Ducados, agonizaba en las montañas en compañía del leal Burrich. De esta manera, al comienzo de 
	Asesino real, nuestro desgraciado protagonista se encuentra debilitado y empieza a cuestionar su 
	lealtad hacia el rey y a todo lo que le rodea. Es entonces cuando se forja la personalidad de Traspié; sus 
	ideas, sus motivaciones, sus miedos, etc. Todo ello va formándose y será el motor de las acciones del joven, 
	que, finalmente, emprenderá el viaje de vuelta a casa para proteger lo que más quiere. 
	   Para el que aún no se haya dado cuenta, Asesino real y La fragilidad del 
	asesino conforman Royal Assassin, el segundo volumen de El Vatídico. Realmente no hay 
	muchas diferencias respecto a la primera parte. La autora estructura la historia exactamente igual que en 
	Aprendiz de asesino, si bien es cierto que el libro es un poco más denso (aunque la editorial ha 
	reducido la letra hasta límites impensables para no tener que aumentar las páginas) pero no por ello se 
	hace más pesado a la hora de leerlo. 
	   Estamos ante una novela de fantasía adulta, muy en línea de Canción de hielo y 
	fuego, y alejada completamente de las dragonadas. Esto es un detalle que hay que tener muy en cuenta 
	ya que puede decepcionar a los que busquen un libro de aventuras y fantasía al más puro estilo 
	Dragonlance. La magia de El Vatídico es un recurso muy sutil que la autora ha introducido 
	para conducir la historia. De esta manera el poder de la Habilidad, la Maña o los misteriosos Vetulus 
	son pinceladas que dotan a la obra de un estilo de fantasía sobrio y elegante. 
	   Robin Hobb es una autora a tener en cuenta, o eso ha demostrado con la trilogía que 
	nos ocupa, pero tanto en Aprendiz de asesino como en Asesino real parece que le dé miedo 
	relatar grandes acontecimientos o grandes historias, y por lo general se limita a escribir sobre las 
	relaciones entre los personajes, siempre y cuando éstas afecten al protagonista. Eso sí, a la hora de 
	crear personajes no se ha quedado corta y maneja con soltura decenas con distintas personalidades que 
	aportan vida a la trama (aunque hay momentos en los que parece que se olvida de alguno de ellos). 
	   Quizá sea una opinión subjetiva, pero la historia tiene altibajos que se producen 
	en consecuencia de los actos del protagonista. De este modo, los momentos más pesados de la novela aparecen 
	cuando Traspié se sumerge en reflexiones profundas acerca de lo malo que es el mundo con él o cuando se 
	producen los encuentros con su amada Molly. Dichos encuentros amorosos, lejos de dotar a la narración de una 
	historia de amor épica, producen la extraña sensación de estar ante una novela rosa. Pero vamos, que este 
	tipo de cosas no desmerecen en absoluto el conjunto. 
	   Por lo demás, el libro continúa teniendo una buena ambientación, la tensión política 
	se palpa, y las costumbres y el modo de vida de los habitantes de los Seis Ducados resulta muy verosímil. 
	En este aspecto se nota la importancia que se da a la ambientación al introducir, de igual manera, elementos 
	como la jardinería o la cocina y temas más típicos como los combates o las estrategias militares. Además, 
	al inicio de cada capítulo nos ofrece fragmentos de la historia de los Seis Ducados, ayudándonos así a 
	entender el mundo en el que se mueven los personajes. Realmente es curioso la de cosas que se pueden 
	aprender de un libro como éste; siguiendo las aventuras del Traspié Hidalgo he descubierto la impresionante 
	cantidad de métodos que existen para hacer sufrir al protagonista, a la vez que existen otros tantos 
	remedios caseros para curar la peor de las heridas sufridas por el joven (cada vez que leía este libro se 
	me antojaba una infusión).  
	   Aunque es de agradecer que La Factoría de Ideas haya publicado esta trilogía, pienso 
	que se merecía una edición más cuidada, sin cortes ni cambios en el tamaño de la letra, por no hablar del 
	diseño de la portada, del cual me voy a reservar mi opinión para no ofender a nadie. 
	   En resumen, definiría a Asesino real y La fragilidad del asesino cómo 
	libros que merecen escalar unos cuantos puestos en "la Pila", para así disfrutar cuanto antes de una historia 
	muy bien trabajada, sin duda mejor (o igual) que Aprendiz de asesino y La diplomacia del asesino. Así 
	que ya sabéis, si queréis leer una buena historia pero que no ocupe cientos y cientos de volúmenes, la 
	trilogía de El Vatídico es una elección más que perfecta. 
	 
	La fantasía que nos llega 
	– Artículo de Manuel Santos sobre las mejores series de fantasía heroica que nos han llegado durante los 
	últimos meses. Comenta ampliamente lo que se puede encontrar en la serie de El Vatídico. 
	Buscando su propio camino 
	– Artículo que introduce los libros de fantasía heroica de calidad que se han escrito después de que 
	Tolkien publicase ESDLA y que, a su manera, han buscado su propia forma de afrontar esta temática. 
	Las raíces de la fantasía épica
	– Iván Fernández Balbuena realiza un repaso a la historia de la fantasía épica, desde su nacimiento 
	con el poema de Gilgamesh hasta Tolkien.  |