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            por Albert Font Roca (Nyarlathoteph) 
	
	 
	[ Viaje al planeta de las aventuras ]
	[ Tratamiento editorial ] 
	[ Los libros de Lyonesse ]
	[ Maske: Taeria ]
	 
	
               Jack Vance es uno de los autores más importantes de la ciencia ficción, no sólo por su
	veteranía sino también por su fuerte influencia en varias generaciones de escritores y lectores. Es un escritor un
	tanto atípico en este género en el que todo el mundo se atreve a aventurar complejas teorías científicas para
	explicar los más inverosímiles argumentos. Como un autor folletinesco de la época de Dumas, busca la aventura y la
	presenta de forma amena sin demasiadas explicaciones, lo que es motivo de crítica de parte de sus detractores,
	quienes afirman que sus obras no tienen profundidad ni contenido y son un vacuo entretenimiento. Lo que no deja de
	ser un tanto injusto ya que éstas presentan un sustrato ideológico o científico, a veces en forma de crítica o
	especulación (como veremos más adelante). 
               Debemos preguntarnos qué es lo que busca Vance. ¿Entretener? ¿Apasionar? ¿Atar a la lectura
	con aventuras increíbles? Bien, pues lo consigue y con sobresaliente; ¿se puede afirmar que un escritor que logra
	su objetivo es un mal escritor? Quizás tenemos demasiada tendencia a esperar personajes complejos cuyas acciones
	sean resultado de elaborados procesos psicológicos; personajes que se pasan páginas enteras reflexionando acerca de
	sus acciones y del por qué de todo lo que hacen; personajes que meditan a conciencia antes de actuar, o que, una vez
	lo han hecho, se preguntan incesantemente acerca de la moralidad o corrección de su actuación. Autores que creen que
	detrás de todo tiene que existir algún motivo profundo, alguna explicación metafísica, o que tras cada ser malvado
	existe un trauma infantil agazapado. Vance rechaza toda esta psicología para crear personajes claros y directos,
	algunos de los cuales se pueden considerar paralelos a la propia vida del autor... 
            Breve semblanza 
               Para los que necesiten una breve descripción biográfica, Jack Holbrook Vance nació en San
	Francisco en 1916. Estudió ingeniería y física, aunque más tarde se dedicó al periodismo. Hasta la década de los 70
	trabajó como agrimensor, carpintero, alfarero y, sobretodo, marino; quizás de sus viajes sacara la inspiración para
	sus extraordinarias creaciones. 
	
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	Starling Stories: El planeta gigante  | 
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               Su primer relato, “The World-Thinkers”, se publicó en 1945 a la revista
	Thrilling Wonder Stories. Cinco años más tarde publicó La Tierra moribunda, libro que le convirtió en
	uno de los grandes autores de ciencia ficción del momento. Lo siguieron la publicación de Planeta gigante
	(1952), The Five Gold Bands (1953),  The Space Pirate (1953), Vandals of the Void (1953) y otras. Estas primeras
	obras, eminentemente aventureras, recuerdan un poco a los autores que el propio Vance reconoce haber leído: Robert
	Louis Stevenson y Egard Rice Borroughs, en cuanto al tipo de acción se refiere. Se puede trazar también un
	paralelismo con Clark Ashton Smith, otro de sus favoritos, y sus recreaciones de escenarios fantásticos. 
               En 1958 publicó Los lenguajes de Pao, una de sus obras más reflexivas, en la que
	plantea la interesante hipótesis de la utilidad de los lenguajes para el pensamiento y la acción; cómo se puede
	emprender una guerra, por ejemplo, si no existe ningún término que haga referencia a tal hecho. 
               La década de los 60 es uno de sus períodos más fructíferos. Entre 1964 y 1967 escribe los
	tres primeros libros de la saga de Los príncipes demonio. A la vez continúa con el mundo de
	La Tierra moribunda, con la publicación de Los ojos del sobremundo y La saga de Cugel, escritos
	en un tono mucho más humorístico que su predecesor; tono que quizás debe a su autor favorito, P. G. Wodehouse.
	Seguidamente publica una de sus sagas más apreciadas El planeta de la aventura, cuyo primer libro
	Los Chash ve la luz en 1968. 
               En los años setenta publica La saga de Durdane; El hombre sin rostro (1973),
	Los valerosos hombres libres (1973) y Los Asutra (1974)), simultáneamente a la de Alastor. Ya
	en los ochenta publica la trilogía de Lyonesse, otra de sus obras más celebradas, y
	Las crónicas de Cadwall. Sus creaciones más recientes (dictadas a su familia, dado que padece de ceguera
	desde hace más de una década) son Ports of Call (1998) y Lurulu (2004). 
               De momento Jack Vance tiene 150 obras publicadas, de las cuales 12 se encuadran dentro del
	género policiaco, algunas escritas bajo el seudónimo de Ellery Queen; por ejemplo El cocinero del diablo. Dos veces
	ganador del premio Hugo a la mejor novela corta por “Hombres y dragones” (1963) y “El último castillo” (1967),
	ganador del Nebula por “El último castillo” (1966), atesora además otros premios de gran prestigio como el World
	Fantasy Award (1990) por Madouc o el SF Hall of Fame (2001). 
            Obra 
               Como hemos visto la obra de Jack Vance es difícil de encasillar. Si bien presenta los
	elementos más clásicos de la space opera –héroe (en ocasiones) de moralidad discutible que siempre sale con éxito de
	los problemas en los que se mete; chica más bien anónima e irrelevante tanto en lo que respecta a personalidad como
	a la trascendencia argumental (aunque en el caso de Vance, la chica presenta mucho más carácter que en otras obras
	del género); enemigos poderosos pero no invencibles; viajes intergalácticos entre exóticos planetas;...– también
	presenta rasgos típicos de las utopías o las distopías (una u otra dependiendo del lector); recreaciones de
	sociedades creíbles y muy distintas a la nuestra, tanto estética como culturalmente; y descripciones trazadas con
	habilidad mediante la utilización de gran cantidad de detalles, muy originales. Este punto es particularmente
	interesante, puesto que es el más distintivo del autor. 
	
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	Lyonesse  | 
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               Resulta difícil imaginar cómo logra dar esta apariencia de realidad a cosas tan ajenas a lo
	que nos es conocido o habitual; cómo logra inventar deportes cuya práctica resulte verosímil, o modos de
	comportamiento social para sus personajes tan inauditos. Sin duda parte de su inspiración proviene de los viajes que
	hizo como marino... pero todo el resto sólo se puede atribuir a una imaginación sencillamente prodigiosa, a una	
	capacidad para crear estructuras claras y precisas y una habilidad para plasmarlas en papel sin parangón. 
               Igualmente, muchas de sus obras tienen un cierto contenido humorístico, de humor
	inteligente, irónico en ocasiones, nunca vulgar. A veces casi de novela picaresca (Cugel). A menudo contiene
	elementos clásicos del género fantástico. Por ejemplo, seres exóticos que no necesitan de presentación, como si
	fueran de lo más habitual (a diferencia de las novelas más clásicas, donde las criaturas generalmente están bien
	descritas y documentadas, y generan extrañeza en el personaje), la presencia de héroes invencibles, de largas
	peregrinaciones de un lado para otro en mundos hostiles con medios tecnológicos escasos, y una clara “maniqueización”
	. Esto lo encontramos principalmente en la saga de El planeta de la aventura y la de
	La Tierra moribunda. Naturalmente, su ciencia ficción no tiene absolutamente nada de hard; hay
	tecnología pero no se explica por qué la hay, cómo se ha conseguido o de qué modo funciona. 
               Otra de sus características principales es el hecho de que plantea la posibilidad de que en
	un planeta puedan coexistir culturas tan distintas que incluso el ser humano haya evolucionado diferentemente en
	ellas, ya sea por sí solo o por influencia extraterrestre. Este punto es algo que tantos otros autores han olvidado
	tratar en sus obras. Generalmente resulta habitual considerar la raza humana como un todo homogéneo, como si 10000
	años de desavenencias se pudieran solucionar a partir del momento en que la raza humana sale al espacio, quedando
	absolutamente unificada frente a otras razas alienígenas... 
               Por último, en sus obras encontramos únicamente dos escenarios comunes; la propia tierra
	(que aparece en varias series, como Los príncipes demonio, La Tierra moribunda o Lyonesse) y
	el dominio Geano. El dominio Geano (o vastedad Geana) no es más que un gran sector de la galaxia habitado, donde se
	desarrollan muchas aventuras; por ejemplo Alastor, Maske: Taeria o El príncipe gris, que pese
	a compartir un escenario similar no tienen mucho en común. 
            Guía de lectura 
               He preparado una pequeña selección de aquellas obras de Vance que creo que son más útiles
	para conocer todas sus facetas como escritor (excepto sus obras policíacas, que se escapan a la temática de la
	página). Las agrupo entre aquéllas que actualmente están descatalogadas, y por lo tanto son difíciles de encontrar,
	y las que gracias a una edición reciente se pueden encontrar con facilidad. Se puede tomar como una guía de lectura,
	pese a que no hay relación (excepto temática) entre las distintas sagas. 
            Descatalogados 
	
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	Los ojos del sobremundo  | 
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            Saga de la Tierra moribunda – La Tierra moribunda, Los ojos del sobremundo,
	La saga de Cugel y Rialtho el prodigioso. Colección Grandes Éxitos de Bolsillo. Ultramar. 
               Presenta elementos fantásticos, utópicos (o distópicos) y un toque de humor muy importante.
	Es una saga realmente original; nos presenta las aventuras de distintos personajes en nuestro propio planeta muchos
	centenares de miles de años en el futuro, cuando éste se muere al estar el Sol apagándose. La tecnología abandona el
	planeta lentamente y la magia ocupa su lugar, encontrándose las dos en ocasiones memorables. 
               Es difícil decir si esta obra es ciencia ficción o no; sin embargo, en todo parece una obra
	de fantasía, excepto en el hecho de que sucede en nuestro propio mundo en el futuro. Tenemos por ejemplo los magos.
	Son magos que utilizan hechizos que gozan de un claro cariz sobrenatural.
	 Sin embargo muchos de ellos se dedican a una especie de ciencia deformada que se parece mucho
	a la ingeniería genética (intentan crear criaturas inteligentes en tanques mediante la manipulación). Igualmente
	aparecen gran cantidad de monstruos y seres extraordinarios que podríamos encontrar perfectamente en cualquier libro
	de la Dragonlance o de los Reinos olvidados... No obstante, ¿no podrían ser rarezas evolutivas,
	productos de antiguas catástrofes atómicas? Recordar que el primer volumen de esta saga se escribió poco después del
	desastre de Hiroshima; ¿es descabellado suponer que el temor a la guerra nuclear y a los efectos de la radiación
	puedan haber influido? ¿O son criaturas creadas por las manipulaciones de antiguos hechiceros? Existe también la
	presencia de seres que reciben el nombre de demonios que bien podrían ser habitantes de otras dimensiones o de otros
	planos de existencia, posibilidad no rechazada por la ciencia (tomemos por ejemplo los “asesinos” de
	La saga de los Heechee). 
               El autor insinúa a veces una tecnología oculta, pero lo desmiente poco después con un hecho
	“demasiado” sobrenatural. Aquí está parte de la gracia de la obra; la diferencia entre la tecnología y lo
	sobrenatural no resulta tan nítida como en ¡Hágase la oscuridad! de Fritz Leiber o El Señor de la Luz
	de Roger Zelazny. En éstas se presenta la hipótesis del engaño, pero en todo momento es evidente que la magia es
	sólo tecnología disfrazada. En La Tierra moribunda no lo tenemos tan claro. 
               Como se puede ver, se divide en cuatro libros. El primero, La Tierra moribunda
	(título que da nombre a la saga) se divide en 6 relatos que nos presentan este escenario. Generalmente es el más
	apreciado. Desprende una sensación de extrañeza y melancolía extraordinarias. Destacaría especialmente los dos
	últimos relatos, quizás los más logrados. Después sigue con Los ojos del sobremundo, que nos presenta su gran
	personaje Cugel, y su continuación, La saga de Cugel. Son dos libros al más puro estilo de la novela
	picaresca, con un personaje amoral, astuto y vanidoso que constantemente es víctima de las circunstancias, ya sea
	por pura mala suerte o porque su propio ego lo traiciona; viaja de un lado para otro de la Tierra moribunda tratando
	de volver a casa para vengarse del mago que le mandó al otro lado del mundo en justo castigo por intentar robarle.
	Finalmente tenemos Rialtho el prodigioso, libro que, dividido en tres novelas cortas, nos presenta la vida de
	Rialtho, un poderoso mago. El estilo de este último es ligeramente distinto al de los predecesores; sería como una
	síntesis entre La Tierra moribunda y los dos de Cugel. Contiene el tipo de humor de este último junto con la
	estructura y personajes más propios del primer libro de la saga. 
	
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	Los príncipes demonio  | 
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            Los príncipes demonio – “El rey estelar”, “La máquina de matar”, “El palacio del amor”, “El rostro”,
	“El libro de los sueños”. Colección Gran Super Ficción. Martínez Roca en dos tomos. 
               Space opera combinada con relato policial. En los 5 libros, Kirth Gersen emprende un viaje
	intergaláctico en busca de sus enemigos, los criminales que exterminaron su pueblo natal, conocidos como los
	príncipes demonio. Fue entrenado por el otro superviviente de la matanza, su abuelo, en las artes del asesinato, y
	educado sólo con la finalidad de lograr la venganza; venganza que en realidad es más la de su abuelo, que lo utiliza
	como herramienta, que suya. Como buen héroe de space opera encuentra una chica diferente en cada planeta. 
               Como un Edmond Dantés, persigue cuidadosamente a cada uno de sus enemigos, partiendo de
	tenues pistas que le llevan, tras ingeniosos rastreos, a encontrar su presa. Les tiende una trampa... y los ejecuta
	fríamente. Dada su naturaleza policíaca, la saga no es tan movida como tantas otras; sin embargo la acción es
	omnipresente y no decepciona. Asimismo constantemente planea sobre Kirth un dilema moral; él sólo vive y existe por
	la venganza. Cuando la haya logrado... ¿qué le quedará? Como se ve, se trata de una obra bastante más profunda de lo
	que parece en un principio. 
               En general se la considera una de sus obras más apreciadas, opinión que comparto. Pese a
	que no tiene la acción de El planeta de la aventura, es realmente emocionante y sorprende el ingenio con el
	que el protagonista descubre a sus enemigos y los elimina uno por uno. 
	
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	Los Wankh  | 
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            El planeta de la aventura – Los Chasch, Los Wankh, Los Dirdir,
	Los Pnume. Colección Grandes Éxitos de Bolsillo. Ultramar. 
               Su nombre ya es un prólogo y un resumen de su argumento. Esta saga es precisamente esto:
	space opera pura que se desarrolla en un único gran planeta, más exótico imposible. Este planeta, Tschai, es incluso
	un ejemplo de la idea de Vance según la cual es posible una distinta evolución humana en un mismo planeta. 
               Como de costumbre, crea culturas exuberantes e increíblemente diferentes. Su habilidad se
	encuentra en estos libros en pleno apogeo. Por esa razón, por ser sólo aventura, mucha gente detesta esta serie...
	pero aún son más los que, por esa misma razón, la adoran. ¿El argumento? Adam Reith, explorador terrestre, llega a bordo de
	una nave al inmenso planeta de Tschai, enviado para descubrir el origen de una transmisión misteriosa. Un misil
	lanzado por no se sabe quién destruye la nave, y pronto Reith es el único superviviente en un planeta hostil y
	desconocido, escenario de la guerra entre cuatro razas alienígenas. Curiosamente encuentra que el planeta está
	poblado también por humanos, sometidos a los aliens... Reith decide volver como sea a la Tierra y necesita una nueva
	nave. Para conseguirla viaja por todo el planeta, contribuyendo durante sus viajes a liberar muchos humanos de la
	esclavitud a la que están sometidos. 
               En El planeta de la aventura Vance crea algunos de sus personajes y seres más
	inquietantes, u odiosos según el caso. Por ejemplo, Ayla Woudiver. Pocos personajes pueden resultar tan
	absolutamente repulsivos como este vil comerciante. Y los temibles, desconocidos y misteriosos Phung, que con su
	mera presencia logran crear una atmósfera de peligro y locura. 
	
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	Alastor  | 
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            Alastor – Trullion: Alastor 2262, Marune: Alastor 933, Wyst: Alastor 1716. Colección Gran Super
	Ficción de Martínez Roca en un único tomo. 
               Alastor es un gran cúmulo galáctico que contiene más de 30000 mundos. Gobernado por el
	Conactico, vive una época de paz y prosperidad sólo interrumpida por los ataques de los piratas espaciales. Cada
	mundo del cúmulo es diferente de los otros, presentando costumbres peculiares, distinto nivel de desarrollo
	(tecnológico, social...) y razas humanas. 
               Es en este contexto que se nos presentan tres aventuras distintas. Es una obra interesante
	porque nos muestra por enésima vez la facilidad de Vance para crear sociedades. Sólo que en este caso es una
	sociedad por libro, tratadas de forma más compleja y atenta de lo que es habitual. En el primer caso
	(Trullion: Alastor 2262), nos muestra un mundo de costumbres relajadas, donde la población vive en un entorno
	paradisíaco, sin preocupaciones, con la única distracción de un popular juego por equipos, el Husade. Un mundo de
	contrastes, donde el castigo para los delincuentes es el Putranshir, la tortura pública hasta la muerte. En este
	entorno, nuestro protagonista tendrá que recuperar la herencia familiar que le han arrebatado con maniobras poco
	claras. También nos presenta el tema del fanatismo o idealismo religioso, que intenta romper con la costumbre
	establecida hasta que su irracionalidad es erradicada por otra más fuerte. 
               En el siguiente (Marune: Alastor 933), vemos una sociedad cerrada y elitista, muy
	protocolaria, que nos recuerda las costumbres de algunas religiones. Muy puritana y recta en apariencia, esconde
	gran cantidad de hipocresía y corrupción que el héroe de turno deberá combatir. Es, por lo tanto, una crítica a este
	tipo de costumbres y actitudes que únicamente son fachada. 
               Y, finalmente, en el último tomo (Wyst: Alastor 1716), hace una especie de crítica
	al comunismo que recuerda ligeramente a 1984, siendo el planeta salvado, al final, por las
	costumbres capitalistas. Otra vez nos topamos con el tema de la estupidez humana; la gente del planeta está
	convencida de que vive mucho mejor que el resto de habitantes de Alastor, pese a que tienen que soportar todo tipo
	de privaciones, engañados por las palabras de sus dirigentes... Al planeta llega un joven que sólo quiere vivir
	tranquilamente y dedicarse a la pintura; un alma inocente del que todos se aprovechan en nombre del bien común. De
	este modo se constata que las creencias de los habitantes de Wyst son de una hipocresía mayúscula. 
	
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	Los mundos de Jack Vance  | 
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            Los mundos de Jack Vance. Colección Super Ficción de Martínez Roca 
               Ésta es, en mi opinión, la mejor selección de relatos del maestro. Todos son excelentes,
	pero destaco muy especialmente “La polilla lunar”, una pequeña y exótica joya magníficamente narrada. Thisell es
	enviado como embajador a un planeta donde la gente se comunica mediante los sonidos de gran variedad de
	instrumentos, muy complejos, que responden a distintos estados de ánimo y expresión, y se tapan la cara con máscaras
	que indican su posición social. En medio de esta sociedad, donde robar, asesinar o violar son sólo “diferencias de
	religión sin importancia” e ir sin máscara un crimen y una ingnominia, el embajador tiene que descubrir y detener a
	un criminal. 
               También resulta interesante el relato que abre la antología, “El mundo intermedio”, donde
	vemos cómo progresa la terraformación de un planeta pese a los intentos de sabotaje de una nación rival... con un
	ingenioso desenlace tan propio de sus obras. 
	
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	El último castillo / Hombres y dragones  | 
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            El último castillo / Hombres y dragones. Colección Biblioteca de Ciencia Ficción nº 68 Orbis 
               En este libro se reúnen los dos relatos de Vance que han ganado el Hugo. En el primero,
	“El último castillo”, Vance nos describe una humanidad en un futuro muy lejano que, tras vivir la experiencia de la
	exploración estelar, decide volver a sus orígenes y vivir de nuevo en la semiolvidada Tierra, en un sistema feudal
	donde los humanos son los señores y los aliens los siervos. Viven en grandes castillos, fortalezas autosuficientes,
	en medio de un hedonismo absoluto, habiendo olvidado prácticamente la totalidad de sus conocimientos científicos,
	relegando las tareas técnicas a sus siervos. Y es precisamente una de estas razas alienígenas la que un día, sin
	motivo aparente ni previo aviso, se revela contra ellos. Las fortalezas caen una a una hasta que sólo queda la más
	grande y mejor defendida... el último reducto de humanidad. Sus habitantes tendrán que decidir si abandonan sus
	costumbres, posesiones, el castillo y vivir... o permanecen junto a todo aquello que aman y perecen a manos de los
	insurrectos. 
               El segundo relato tiene algunos puntos en común con su predecesor. En él la humanidad, en
	un ambiente medieval, utiliza los “dragones” como siervos y luchadores; en realidad dichos dragones son los
	descendientes mentalmente atrofiados pero mejorados físicamente de unos invasores alienígenas que antiguamente
	visitaron el planeta. Dos comunidades humanas se enfrentan con sus ejércitos de dragones hasta que la lucha se
	interrumpe con la llegada de aquellos antiguos visitantes que quizás vengan a terminar lo que empezaron hace siglos,
	y eliminar la humanidad. La obra especula, entre otras cosas, sobre la degradación que supone la esclavitud y la
	fragilidad de la mente frente a las situaciones incomprensibles. 
            Recientemente publicados 
	
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	El jardín de Suldrún  | 
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            Lyonesse – El jardín de Suldrun, La perla verde y Madouc. Gigamesh. 
               La única obra de Vance enteramente de fantasía. Se trata de una de sus creaciones más
	apreciadas, quizás porque hasta hace poco era virtualmente imposible de conseguir, pero también por la alta calidad
	de la misma. Para muchos, lo mejor que ha escrito. Nos presenta una serie de personajes residentes en las míticas
	islas Elder, situadas al sur de Gran Bretaña e Irlanda, al norte del mar Cantábrico y al oeste de la costa francesa,
	que entrelazan sus destinos a medida que avanza la narración. 
               Un rey que intenta conseguir el dominio absoluto sobre las islas, sin dudar en sacrificar a
	cualquiera para lograr sus propósito; un príncipe que, víctima de su tiranía, intentará vencerle en su propio
	terreno; y el secreto enfrentamiento entre tres magos constituyen el telón de fondo de toda la historia. Intrigas
	políticas, estrategia militar, fantasía desbordante, exotismo made in Vance,... estos libros lo tienen todo. Y
	encima no se nota esa repetitiva influencia tolkieniana que hay en tantas otras novelas del género. 
	
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	Maske: Taeria  | 
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            Maske: Taeria. Gigamesh. 
               Generalmente se lo considera un libro “menor” dentro de la bibliografía de Vance, a la
	sombra de grandes obras como Los príncipes demonio o Lyonesse; pero eso no quiere decir que sea malo o
	aburrido. En él se nos presenta, una vez más, una recreación creíble y variada de otras culturas. El personaje
	principal, dotado de esa ironía tan apreciada, busca vengarse (como Kirth Gersen) del aristócrata que estuvo a punto
	de matarlo. Con este fin viaja a la capital de Taeria, donde debe abrirse paso entre su sociedad, clasista y
	cerrada. Una de las características de Vance es más que notoria en este libro: su crueldad para con algunos
	personajes. En sus libros generalmente el enemigo no muere de forma rápida y piadosa. 
	
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	Lámpara de noche  | 
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            Lámpara de noche. Gigamesh 
               Bastante flojo. Algunas partes se hacen ligeramente lentas, y la trama es bastante simple.
	Sin embargo el toque Vance la salva. Como en Los príncipes demonio, tiene toques de novela policíaca. Trata
	de la vida de Jaro Fath, cuya juventud transcurre en medio de dudas y enigmas, en una sociedad que no le es
	propicia; su máximo deseo es viajar a otros mundos para conocer su origen. 
	  
	  
	  
	  
	
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	Mundo azul  | 
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            Mundo Azul. Colección Mundos Imaginarios. Plaza y Janés. 
               Quizás el más interesante de los que se pueden encontrar fácilmente hoy en día junto con
	Lyonesse. Se trata de un libro que plantea la existencia de grupos humanos en un planeta donde sólo hay
	agua... donde los humanos tienen que resolver, siempre de forma muy astuta y mediante el ingenio, la carencia de
	minerales y otros materiales. Igualmente presenta el tema del fanatismo semireligioso, centrado en la persona del
	rey Kragen; fanatismo que Vance ya trata en la primera parte de la trilogía de Alastor o en
	El planeta de la aventura y La Tierra moribunda. 
              
               La lástima de esta selección es que la mayor parte (salvo las mencionadas) están
	descatalogadas y son difíciles de encontrar. De entre ellas, las más accesibles son las editadas por Ultramar
	(Planeta de la aventura y La Tierra moribunda) a un precio razonable, mientras que una edición de
	Los príncipes demonio puede llegar fácilmente a los 50 euros. Gigamesh ha anunciado la publicación de
	sus dos últimas novelas: Ports of Call, como Rutas comerciales, y Lurulu, sin dar una fecha concreta. 
            Conclusión 
               Jack Vance es indudablemente uno de los grandes autores de la ciencia ficción. No sólo por
	su veteranía, recompensada con premios como el Grand Master Nebula (1996), el Premio Utopia concedido en Francia por
	la labor de una vida (1998) y el SF Hall of Fame (2001), sino también por su gran contribución a la ciencia ficción
	y la fantasía. Autores de la importancia de George R. R. Martin han dicho de él que “Jack Vance es el mejor autor
	vivo de ciencia ficción [...] y uno de los pocos que a la vez es maestro de la fantasía” o Frank Herbert
	“Un Vance glorioso. Y no se puede decir nada mejor: Vance jamás defrauda.” (en este caso referido a la saga
	de Lyonesse). 
               Actualmente, una importante iniciativa es la del proyecto Vance Integral Edition
	(VIE, Edición Integral de Vance), que comenzó en 1999 cuando un fanático lector suyo, Paul Rhoads, decidió que era
	necesario que toda su obra existiera en formato digital. El proceso aún está en marcha, supervisado por el propio
	Vance y su familia. Otro ejemplo de hasta donde llega la fascinación es el juego de rol que existe basado en el
	mundo de La Tierra moribunda, que tiene un éxito considerable (básicamente en Inglaterra y EE.UU.). 
               Sin embargo, es un autor poco conocido (por lo menos en nuestro país) salvo por los
	seguidores del género; algo curioso si tenemos en cuenta que precisamente su ciencia ficción es para todos los
	públicos. Personalmente ha sido todo un descubrimiento, un autor al que recurrir una y otra vez sin cansarse nunca,
	uno de esos raros fabuladores que crean culto y enganchan para siempre... Sus historias son como ráfagas de aire
	fresco, prodigiosos viajes oníricos y emocionantes en los que nunca sabes lo que te vas a encontrar. Lo recomiendo
	absolutamente. 
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