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              "El caos con frecuencia crea vida, mientras que el orden 
              crea habito"  
              Henry Brooks Adams - "Education of Henry Adams" 
              
            1- La psicohistoria y el caos  
              2- Links  
              3- Bibliografía  
                
            1. La psicohistoria y el caos 
            Generalmente se piensa que caos tiene que ver con desorden, esto 
              no es correcto, de hecho es casi lo opuesto. Caos se relaciona, 
              más exactamente, con impredictivilidad. 
            Quizás usted recuerde, de su paso por la escuela secundaria, 
              las famosas ecuaciones de movimiento rectilíneo que nos producían 
              dolores de cabeza en las clases de física. En términos 
              simples nos dicen que si conocemos la velocidad y posición, 
              digamos, de un auto en un determinado momento, podremos predecir 
              donde estará el auto en cualquier instante futuro y lo que 
              es mas, de donde vino y donde estuvo en cualquier instante del pasado 
              (suponiendo, por supuesto, que el auto mantiene su velocidad o su 
              aceleración constantes). Esto es lo que se llama un sistema 
              determinista. Hasta hace poco tiempo, los físicos pensaban 
              que todos los sistemas eran así. Creían que conociendo 
              las condiciones iniciales del movimiento (velocidad, posición) 
              siempre sería posible encontrar ecuaciones que describieran 
              todo el futuro y el pasado del sistema. ¿Escuchó alguna 
              vez mencionar al "diablillo de Laplace"?, Pierre Simón 
              Laplace fue un matemático francés del siglo pasado 
              que afirmaba que si existiera un "diablillo" capaz de 
              conocer en un instante determinado la posición y velocidad 
              de todas las partículas del universo, conocería todo 
              el futuro y todo el pasado, esta es mas o menos la idea que imperó 
              durante mucho tiempo y que dominó la física hasta 
              principios del siglo XX. Claro, era conocida la existencia de algunos 
              sistemas "raros", pero no había duda de que estos 
              perderían su "rareza" en el futuro. 
               
               ¿A 
              que me refiero con sistema "raro"? Veamos, imagine una 
              mesa de billar que tenga en el centro un cilindro adherido al paño 
              (fig. 1). Cualquiera que haya jugado al billar (no es mi caso, soy 
              un desastre) sabe que pegando a la bola con determinada fuerza y 
              en determinada dirección puede predecir adonde va a ir a 
              parar después de, quizás, varios rebotes (si es un 
              experto, con bastante precisión). Sin embargo, en este caso, 
              el cilindro del centro produce una interesante diferencia. Todos 
              conocemos, al menos intuitivamente las leyes de un rebote (fig. 
              2), es mas, cualquiera con papel, lápiz, una escuadra y un 
              transportador, podría dibujar la trayectoria de la bola si 
              supiera la dirección en que fue golpeada, basta con darse 
              cuenta de que, rebote donde rebote, el ángulo de salida será 
              igual al de entrada.  
            Digamos que usted, profundamente interesado en este experimento, 
              dispone de todos esos elementos y de una mesa de billar como la 
              descripta, además de la posibilidad de observarla desde arriba 
              (por ejemplo con una cámara de televisión, como en 
              los campeonatos) para comparar con su dibujo en papel (agreguemos 
              también un buen jugador, si es por pedir...). Todo esta listo, 
              usted especifica al campeón de billar en que dirección 
              debe golpear la bola, hace su dibujo en papel con todo cuidado y 
              observa ansioso la pantalla... para llevarse una sorpresa: después 
              de pocos rebotes la trayectoria de la bola tiene poco que ver con 
              su dibujo.  
             Rehace 
              sus cálculos y repite el experimento... y obtiene el mismo 
              resultado. Quizás piense en cambiar al inepto campeón 
              por otro menos inepto... mejor no lo haga, va a pelearse con muchos 
              billaristas y eso no cambiará nada. Este sencillo sistema 
              físico es impredecible. ¿Por que? Bueno, la bola, 
              aunque parezca una esfera perfecta, no lo es, tiene pequeñas 
              imperfecciones, también el cilindro, aun cuando haya sido 
              pulido con extremo cuidado y ni hablar de la mesa, el paño 
              no es perfecto y puede tener diferencias de textura completamente 
              imperceptibles al tacto. Estas imperfecciones producen pequeños 
              errores en los rebotes, y estos errores se van acumulando. Esta 
              clase de cosas existe en cualquier juego de billar, lo que pasa 
              en este caso es que el cilindro actúa como amplificador. 
            Perfecto, dice usted, ¿cual es el problema?, con modernas 
              computadoras y sistemas láser y todo lo demás, seguramente 
              podremos, si no ahora, en el futuro, conocer todas las imperfecciones 
              de una dada bola así como las de la mesa y por lo tanto predecir 
              la trayectoria fácilmente. Es decir que todo parece ser cuestión 
              de obtener mas información. Basta con saber mas para solucionar 
              el problema (el "diablillo" se debe estar muriendo de 
              risa). Por desgracia la cosa no es así. 
            En este punto me voy a tener que poner técnico, pero no 
              hay mas remedio, por que tendré que hablar de: atractores 
              extraños. 
            "Los atractores extraños son los monstruos que nos 
              acechan detrás de la puerta del desván de la naturaleza", 
              buena frase, ¿no?, es mía, se me ocurrió en 
              el colectivo... 
            ¿Que es un atractor? Alguna vez debe haber visto un péndulo, 
              si no, ate un objeto cualquiera con un hilo y hágalo oscilar, 
              eso es un péndulo. Digamos que en tren de seguir experimentando 
              se fabrica un péndulo de ese modo (no lo intente con el perro 
              y su correa, seria cruel y además los estertores del animal 
              arruinarían el experimento). ¿Ya lo tiene?, hágalo 
              oscilar y espere. Al cabo de un tiempo, notará que las oscilaciones 
              se hacen cada vez mas pequeñas hasta que, por fin, el péndulo 
              se detiene en posición vertical (el llamado punto de equilibrio). 
              No importa que fuerza inicial le dé, ni desde donde lo suelte, 
              a la larga o a la corta terminara en el mismo lugar debido a la 
              fricción con el aire. Ese punto es lo que se llama un atractor. 
              Un atractor es una zona geométrica donde va a parar un sistema 
              dinámico cualquiera pasado un cierto tiempo partiendo de 
              condiciones iniciales cualesquiera. 
            Al estudiar sistemas dinámicos se pudo comprobar que existían 
              otros tipos de atractores además de los puntos: circunferencias, 
              rectas, elipses, toroides (un toroide es como un salvavidas)... 
              vale una aclaración, usted puede estar preguntándose 
              que tipo de movimiento termina en un salvavidas (suena a chiste, 
              ¿no?), lo que pasa es que los atractores y su forma se estudian, 
              no en el espacio tridimensional en que vivimos, sino en algo llamado 
              espacio de fases, no tema, no me voy a meter en esto, si 
              a esta altura permanece vivo podrá soportar lo que falta. 
            Todos estos atractores, bellamente geométricos, corresponden 
              a sistemas perfectamente deterministas y predecibles. Repito, antes 
              se pensaba que todos los sistemas eran así. 
             En 
              la década del '60 un tipo llamado Lorenz, meteorólogo 
              para mas datos, estaba muy preocupado con el problema de la predicción 
              del clima (como todo buen meteorólogo debe estar). Como la 
              atmósfera es una cosa muy complicada, este buen señor 
              decidió estudiar algo más simple. Pensó que 
              una aproximación (bastante pobre pero sencilla) de la atmósfera 
              podría ser una capa de gas entre dos placas con distintas 
              temperaturas y se puso a trabajar en las ecuaciones que debían 
              gobernar las variables (temperatura, presión, velocidad, 
              etc.) del gas. Obtuvo un conjunto de ecuaciones sumamente elegante 
              (la elegancia es una característica que los físicos 
              buscan en todas sus ecuaciones, no olvidar que la física, 
              en el fondo, es una búsqueda estética). Claro, las 
              ecuaciones eran bastante complicadas, no era cuestión de 
              ponerse a despejar con lápiz y papel para resolver el problema, 
              así que puso manos a la obra y programó a su computadora 
              para hacerlo. 
            Para hallar la solución de ecuaciones de movimiento ya vimos 
              que es necesario conocer las condiciones iniciales (en este caso, 
              por ejemplo, la presión y la temperatura en un determinado 
              instante) así que para unas dadas condiciones iniciales Lorenz 
              halló una solución de las ecuaciones (esto no es gran 
              cosa, cualquiera puede hacerlo). Ahora bien, para verificar su trabajo, 
              puso a funcionar su programa otra vez con las mismas condiciones, 
              y halló nuevamente una solución, pero esta solución... 
              era muy distinta de la anterior. Aclaremos esto, si en una ecuación 
              pongo las mismas condiciones iniciales y efectuó el calculo 
              del mismo modo ¡la solución debe ser la misma!, no 
              puede ser de otra manera. Lorenz quedo consternado. Puso a su equipo 
              a trabajar para verificar su programa y su computadora, pero no 
              encontraron ningún error. ¡Recorcholis!,¿que 
              había pasado? 
            Hablemos un poco de computadoras. Una computadora tiene un cierto 
              grado de precisión. Esta precisión nunca es infinita. 
              Lo que quiero decir es que, por ejemplo, puedo escribir un numero 
              con 10 o 12 cifras decimales (o la cantidad de cifras que sea), 
              pero no mas, dependiendo de la computadora. Este grado de precisión 
              es mas que suficiente para casi todas las cosas en las que se emplea 
              la maquina, pero no lo fue en el caso de Lorenz y sus ecuaciones. 
              Uno de los miembros del equipo descubrió que cuando se ingresaban 
              las condiciones iniciales la ultima cifra decimal podía variar. 
              Digamos que, en el primer intento se ingresó una temperatura 
              de 23.923223315 ºC y en el segundo 23.923223314 ºC (note 
              que solo la última cifra es diferente). Esta pequeñísima 
              diferencia (digamos de una parte en mil millones) bastó para 
              que las soluciones fueran completamente distintas. Pongamos esto 
              en perspectiva. Supongamos que usted arroja una pelota contra la 
              pared y esta deja una pequeña mancha (no haga la prueba en 
              su casa, es desagradable dejar manchas en las paredes, además 
              usted es grande y es infantil jugar con pelotitas, bueno, el billar 
              es una excepción...), si en el siguiente intento varía 
              ligeramente el ángulo o la velocidad del lanzamiento, verá 
              que la nueva mancha dejada por la pelota aparecerá bastante 
              cerca de la primera. En términos mas técnicos, a condiciones 
              iniciales similares los resultados también lo son. En el 
              caso de las ecuaciones de Lorenz esto no pasaba, cualquier variación, 
              por mas pequeña que fuera, de las condiciones iniciales producía 
              una solución completamente diferente. Esto es lo que comúnmente 
              se llama efecto mariposa, se lo describe generalmente así: 
              "una mariposa bate sus alas en Nueva York y como consecuencia 
              se produce un tornado en Japón". Lo que significa es 
              que un pequeño cambio (o perturbación) puede crecer 
              exponencialmente hasta alterar completamente las condiciones existentes 
              hasta ese momento. 
               
               Luego 
              de reflexionar, Lorenz se percató de que tenía algo 
              importante entre manos y decidió determinar la forma del 
              atractor de su sistema. La cosa que apareció ante sus ojos 
              no se puede describir con palabras. Era simultáneamente bello 
              y monstruoso, un extraño nudo con hilos infinitamente largos 
              e infinitamente cercanos unos a otros. Dos bucles que se entrecruzaban 
              en complicadas formas... y acabo de decir que no se puede describir 
              con palabras, bueno, esta bien, si se puede, pero es mejor verlo. 
              Era lo que en matemáticas se llama: un fractal (Fig. 
              3). 
            ¿Que cosa es un fractal? (¿ha notado que cada pregunta 
              nos lleva a otra pregunta?, ¿no es divertido?). Digamos que 
              un fractal es un objeto matemático infinitamente complejo 
              que puede ser generado por ecuaciones curiosamente simples. Los 
              fractales fueron muy estudiados por un matemático francés 
              llamado Benoit Mandelbrot (quien, por supuesto, le puso su 
              nombre a un fractal muy bonito, Fig. 4). 
            La mayoría posee la característica de autosimilaridad, 
              esto es, si usted corta un pedacito del objeto y lo observa verá 
              que es idéntico en estructura al todo, si no conforme con 
              esto corta del pedacito otro pedacito mas pequeño y lo mira 
              con un microscopio seguirá viendo lo mismo. Además 
              los fractales tienen dimensión fraccionaria. ¡Ups!, 
              otra pregunta, ¿qué es dimensión?, bueno, digamos 
              que se podría pensar a la dimensión de un dado espacio 
              como la cantidad de números que necesito para fijar la posición 
              de un punto dentro de él. Por ejemplo, para situar un punto 
              en una línea me basta con dar la distancia del punto a un 
              extremo cualquiera de dicha línea, entonces decimos que la 
              línea tiene dimensión uno; para situar un punto en 
              un plano necesito la distancia del punto a dos de los bordes (no 
              paralelos), por lo tanto tiene dimensión dos, etc. 
            Se podría pensar que siempre debe ser mas o menos así, 
              que la dimensión tiene que ser un número natural, 
              pero no, un fractal puede tener dimensión 1.28, como el de 
              Lorenz, es decir que este objeto parece ser algo intermedio entre 
              una línea y un plano (si se esta preguntando que significa 
              tener que dar 1.28 números para fijar la posición 
              sobre el fractal, mejor no lo pregunte... es mas saludable).  
              En resumen, Lorenz descubrió que un sistema determinado por 
              ecuaciones resolubles y por lo tanto aparentemente determinista 
              podía tener un atractor fractal y ser impredecible por su 
              dependencia extrema de las condiciones iniciales. Desde ese momento 
              los fractales de sistemas físicos pasaron a llamarse "atractores 
              extraños". 
            Entonces podremos llamar caótico a un sistema que 
              tenga tres características: ser impredecible, tener fuerte 
              dependencia de las condiciones iniciales y poseer un atractor extraño 
              (en realidad basta con que se cumpla esta última). Es decir, 
              un sistema caótico es impredecible no importando cuanta información 
              tengamos sobre él ya que esta nunca será infinitamente 
              precisa (si el "diablillo" realmente conociera la posición 
              y velocidad de todas las partículas del universo en un instante, 
              en realidad no sabría nada ni podría predecir nada). 
            Mucha agua ha corrido bajo el puente desde Lorenz, se ha descubierto 
              un gran número de sistemas que cumplen con estas condiciones, 
              tantos, que los físicos están convencidos de que la 
              mayor parte de los sistemas naturales son caóticos, los deterministas, 
              tan estudiados antes, serian la excepción. Hasta las orbitas 
              planetarias, paradigmas del orden (como un reloj, al decir de Newton) 
              han caído bajo sospecha. Se piensa que la orbita de Pluton 
              podria ser caotica. Para el estudio de estos sistemas se han desarrollado 
              técnicas matemáticas completamente nuevas. 
            ¿Por que estudiar sistemas así? Al principio aclaré 
              que caos no tiene nada que ver con desorden. Por ejemplo, si usted 
              encierra un gas cualquiera en un recipiente las moléculas 
              del gas están seguramente en completo desorden, moviéndose 
              a distintas velocidades y direcciones, se dice que están 
              en equilibrio termodinámico. Si un sistema esta en 
              equilibrio termodinámico permanecerá así para 
              siempre a menos que se lo altere externamente, quiero decir que 
              un sistema en equilibrio es completamente desordenado y esta completamente 
              muerto. Un sistema caótico no es así. Se dice que 
              esta alejado del equilibrio o en equilibrio disipativo (nombre 
              acuñado por el gran Illia Prigogine, probablemente 
              el más grande experto en este tema, ponerse de pie por favor), 
              puede parecer en desorden pero no lo está. Grandes, complejas 
              y extremadamente ordenadas estructuras se forman en el seno de un 
              sistema de este tipo. 
            ¿Oyó hablar alguna vez de entropía? 
              Si leyó "Hyperion" de Dan Simmons es probable que 
              la palabra haya llamado su atención. Los campos antientrópicos 
              de las Tumbas del Tiempo, hogar del desalmado Alcaudón y 
              el Mal de Merlín que sufre la joven..., son dos manifestaciones 
              de perturbaciones en esta variable. La entropía es, en termodinámica, 
              algo así como una medida del desorden que impera en un dado 
              sistema. Una de las inamovibles leyes de la termodinámica 
              afirma que todos los sistemas (incluso el universo mismo) tienden 
              a aumentar su entropía (cualquiera que viva en departamento 
              lo sabe, en el mío la entropía tiende a infinito...) 
              por lo tanto es una de las flechas que definen la dirección 
              preferencial del tiempo, el tiempo real avanza en la dirección 
              de crecimiento de la entropía (es posible ver un vaso caer 
              de la mesa y romperse en mil pedazos pero no es posible ver los 
              pedazos unirse por si mismos para reconstruir el vaso y subir nuevamente 
              a la mesa). Entonces, si el desorden siempre crece ¿cómo 
              es posible que exista la vida? Un sistema vivo es algo altamente 
              ordenado y fuertemente alejado del equilibrio. Termodinámicamente 
              hablando los seres vivos estamos siempre al borde del colapso, caminando 
              por el filo de una navaja, cualquier alteración energética 
              puede producir una catástrofe. Sin embargo la vida existe. 
              La explicación de esta paradoja parece ser el caos. En el 
              sistema caótico imperan niveles de orden altamente complejos 
              (por dar un ejemplo sencillo, los cristales de nieve son estructuras 
              provenientes del caos), que producen los desequilibrios necesarios 
              para que las improbables (en el exterior del organismo) reacciones 
              químicas indispensables para la vida sean posibles. Sin duda 
              (seguro esta de acuerdo conmigo) las relaciones humanas son caóticas, 
              ya que los seres humanos somos impredecibles. La física y 
              matemática del caos se han estado aplicando en economía 
              (con la esperanza de predecir fluctuaciones en la bolsa, por ejemplo), 
              en meteorología (no hacen falta las aclaraciones sobre este 
              punto), en neurología (en determinadas patologías 
              las señales emitidas por las neuronas parecen tener un contenido 
              caótico) y en muchas otras ramas de las ciencias. 
               
               Sin 
              embargo esta nota se llama "La Psicohistoria y el Caos" 
              así que vamos a ocuparnos un poco de la psicohistoria. A 
              quienes hayan leído algo de Isaak Asimov esta palabra no 
              les debe resultar desconocida. La psicohistoria es una ciencia concebida 
              por este escritor para su famosa serie de novelas sobre la Fundación. 
              Podríamos definirla como la ciencia que permite predecir 
              el futuro de una civilización por medio del tratamiento estadístico 
              del comportamiento de las grandes masas humanas que la forman. ¿Será 
              esto posible? Para analizarlo empecemos hablando de grados de 
              libertad (g. l.). En términos simples los g. l. son las 
              direcciones "independientes" en que puede moverse una 
              partícula o sistema. El significado de dirección y 
              movimiento es, en este caso, muy general, ya ampliaré esto 
              luego. 
               
              Veamos algunos ejemplos: una partícula libre y sin dimensiones 
              (un punto matemático) tiene tres g. l. que corresponden a 
              las tres dimensiones del espacio (esto no significa que la partícula 
              no pueda moverse en cualquier otra dirección, solo que cualquier 
              dirección se puede expresar como composición de las 
              tres principales). Por otro lado, dos partículas libres (que 
              no interactúan) tienen seis g. l. (tres para cada partícula). 
              Un objeto sólido y tridimensional podría tener también 
              seis g. l. dados por las tres direcciones en las que se puede mover 
              su centro de masa y los tres ángulos en los que se puede 
              descomponer cualquier movimiento de rotación. Podríamos 
              pensar que cuanto mayor es el numero de g. l. más complejo 
              es el sistema pero esto no es necesariamente así. Un gas 
              ideal (es decir un conjunto de partículas puntuales sin interacción 
              entre ellas) tiene virtualmente infinitos g. l. (o al menos un numero 
              enorme, el triple del numero total de partículas) pero no 
              es impredecible en lo absoluto. Este problema fue resuelto con la 
              teoría cinética de los gases (Maxwell y Boltzman...). 
              Mediante el tratamiento estadístico fue posible reducir el 
              numero de g. l. del conjunto de partículas a tres: temperatura, 
              presión y volumen (notar que estas variables no son espaciales 
              ni representan, aparentemente, movimientos a eso me refería 
              cuando mencione que los g. l. son un concepto muy general). Claro, 
              el truco fue que se pasó de considerar el comportamiento 
              de cada partícula individual a analizar el comportamiento 
              promedio de todo el conjunto. De todos modos existen sistemas en 
              donde la disminución de g. l. no es solo un truco estadístico. 
              Estos son los sistemas estudiados por la sinergética. 
              En esta clase de sistemas las partículas parecen "comunicarse" 
              entre sí a distancia de manera que el comportamiento de una 
              de ellas se ve influído por el de las otras, de aquí 
              al orden complejo producido por el caos solo hay un paso.  
            ¿Y los seres humanos? Una persona libre y aislada tiene 
              infinitos g. l. (en este caso no hablamos de dimensiones espaciales 
              sino de sus distintas reacciones frente a cada circunstancia). La 
              misma persona inserta en una sociedad ve restringidos sus g. l. 
              ya que no todos los comportamientos son socialmente aceptables. 
              Dos personas con algún vinculo entre sí también 
              restringen sus g. l., por ejemplo, en un matrimonio el comportamiento 
              individual esta orientado a lo que sea mejor para la pareja (bueno, 
              en un matrimonio "ideal", digamos). ¿Que pasa con 
              una masa grande de gente? Un refrán popular dice: "la 
              inteligencia de una masa de personas es menor que la del más 
              estúpido de sus miembros". Probablemente esta frase 
              tiene mucho de verdad, creo que los políticos también 
              lo piensan. ¿Ha notado que es muy raro que un político 
              en campaña acepte hablar individualmente con sus posibles 
              votantes?, por lo general solo lo hacen ante multitudes mas o menos 
              grandes. Sociólogos, psicólogos y asesores de imagen 
              (profesión muy de moda) conocen la forma de conmover a una 
              masa y estos últimos saben que en los discursos que preparan 
              para sus jefes, en general, más importante que el contenido 
              del mensaje es la entonación y alguna que otra frase que 
              excite a la multitud. Palabras o frases como hermanos, patria, nación, 
              patriotismo, destino manifiesto, pulsan ciertas cuerdas psicológicas 
              en el auditorio. Introdúzcalas en cualquier discurso, en 
              el orden que quiera y no importando si tienen o no relación 
              con el contexto y tendrá grandes posibilidades de llegar 
              a presidente de su país (cualquiera sea este, las masas no 
              son más inteligentes en los países avanzados).  
            Dijimos antes que un ser humano libre tiene un numero infinito 
              de g. l. y que las distintas interacciones sociales tienden a restringirlos, 
              de todos modos su numero sigue siendo enorme, una persona en un 
              entorno social sigue siendo impredecible. Sin embargo una masa de 
              gente podría ser mas predecible y quizás hasta controlable. 
              Si en una representación teatral algunos de los espectadores 
              aplauden o ríen es probable que todos lo hagan (el colocar 
              empleados entre el publico para alentar reacciones favorables es 
              frecuente en el mundo del teatro). ¿Y que hay de los grandes 
              gurues misticos? Una anécdota extraída de El mundo 
              y sus demonios de Carl Sagan. El astronomo relata que en 1988, 
              en Australia, hizo su aparición un personaje que decía 
              ser la reencarnación de un Maestro Ascendido con miles de 
              años de edad y poseedor de inefable sabiduría. Sus 
              apariciones en teatros y en televisión se multiplicaron, 
              miles de personas se agolpaban para verlo y escuchar sus "profundas" 
              enseñanzas y leian folletos con resumenes de su doctrina. 
              Al tiempo, el programa de televisión australiano 60 minutos 
              anunció que todo había sido una broma. Los conductores 
              del programa admitieron que habian creado al personaje con el objeto 
              de medir la credulidad de la gente y de los otros medios de comunicación. 
              Lo curioso del caso es que después de este anuncio ¡había 
              gente que seguía creyendo que el farsante era la reencarnación 
              de algún ente superior!. 
            Entonces, el comportamiento de una gran masa de gente ¿podría 
              llegar a controlarse y predecirse quizás mediante ecuaciones 
              estadísticas como las de los gases? Honestamente, no lo creo. 
              En mi opinión el problema sigue estando en el numero de g. 
              l. de la persona individual en comparación, por ejemplo, 
              con los de una partícula. Es suficiente una persona con el 
              grado de ambición y el carisma adecuados (además, 
              claro, del contexto social, económico e histórico 
              correcto) para cambiar el curso de la historia. Esta persona no 
              tiene que ser necesariamente buena o inteligente basta que hable 
              mas alto que otras y emplee las palabras claves (pienso en Hitler 
              o en el, mas inocuo sin duda, Maestro Ascendido). Nuestra sociedad 
              tiene gran abundancia de psicópatas y no me refiero a los 
              Hannibal Lecter, sino a todos aquellas personas que consideran que 
              sus ambiciones y proyectos individuales están por encima 
              de cualquier otra consideración, moral, social o etica y 
              utilizan cualquier artilugio para llegar a sus fines. En el contexto 
              justo y explotando la natural paranoia de cualquier sociedad estos 
              individuos pueden transformarse en lideres y conocemos bien las 
              consecuencias de esto... Creo que el principal escollo de una ciencia 
              psicohistorica es la incapacidad para predecir el comportamiento 
              individual de seres como estos. Si leyó la Fundación 
              de Asimov, recordará que un individuo con poderes telepáticos 
              llamado el mulo puso en jaque todas las predicciones psicohistoricas. 
              No creo que se requiera de un mulo con poderes especiales 
              para que ocurra esto, basta un individuo con determinación 
              para destruir cualquier predicción. ¿Será este 
              el camino al caos de la sociedad humana? ¿Cómo será 
              el atractor fractal de este sistema?, ¿Cuál será 
              su dimensión?, ni siquiera me atrevo a hacer ninguna suposición 
              al respecto porque probablemente sea el sistema más complejo 
              que existe. 
            Temo que mi visión hasta ahora haya sido algo deprimente. 
              Es verdad, también existen el altruismo, la abnegación, 
              el amor, el honor y todas aquellas características y sentimientos 
              humanos que anteponen el bien común al individual. Sin embargo 
              al leer los diarios lo primero que salta a la vista son las noticias 
              negativas. Recuerdo que hace unos años las paredes de Buenos 
              Aires se vieron invadidas por unos graffitis muy optimistas que 
              decían: "El amor vence". Recuerdo también 
              uno de ellos en el que alguien, no tan optimista, había agregado 
              debajo: "Si, cuando hay". 
             
              
            2. Links 
            
            3. Bibliografía 
            
            Podeís encontrar más artíuclos escritos por 
              Jorge Balej en su página web, http://orbita.starmedia.com/cienciayficcion/ 
            @ 2001 Jorge Balej 
              Prohibida su reproducción sin permiso expreso 
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